• Joaquín Salvador Lavado Tejón, humorista gráfico e historiestista argentino, falleció este miércoles a los 88 años. 
  • Conocido como Quino, el dibujante sufrió un accidente cerebro vascular en los últimos días. Aunque los médicos lograron estabilizarlo, su estado se complicó. 
  • Quino es conocido internacionalmente a Mafalda, una tira de prensa argentina protagonizada por una niña inteligente, preocupada por la humanidad y la paz mundial. 
 

El humorista gráfico, historietista argentino Joaquín Salvador Lavado Tejón, conocido como Quino, falleció este miércoles a los 88 años, informó Daniel Divisky, su histórico editor

Quino es conocido internacionalmente por crear a Mafalda, una tira de prensa protagonizada por una niña inteligente, de nombre homónimo, preocupada por la humanidad y la paz mundial, lo que la lleva a rebelarse contra el mundo legado por sus mayores.

El dibujante sufrió un accidente cerebro vascular en los últimos días y, a pesar de que los médicos lograron estabilizarlo, su estado se complicó, informaron medios argentinos.

“Se murió Quino. Toda la gente buena en el país y el mundo, lo llorará”, escribió Divisky en una publicación en su cuenta de Twitter.

La noticia de la muerte de Quino también fue confirmada por la cuenta oficial de Twitter de Mafalda.

El personaje que llevó a Quino a trascender internacionalmente

Cuando a Quino le pidieron crear una serie de personajes para publicitar una línea de electrodomésticos, probablemente no imaginó que uno de ellos se volvería un ícono mundial.

El personaje que se encargaría de lograrlo fue una niña de abultado pelo negro que el argentino rescató del material de aquella fallida campaña publicitaria. Su nombre era Mafalda.

Quino
REUTERS/Eloy Alonso

La tira, que narró la vida cotidiana y las reflexiones de la hija de un típico matrimonio de clase media argentino, vio la luz en el semanario Primera Plana, en 1964. El personaje se convirtió rápidamente en un éxito y su primer libro de compilaciones se agotó en cinco días.

“En Argentina, de mi generación para adelante, todos aprendimos a leer leyendo Mafalda”, dijo en una entrevista con Reuters, hace algunos años, el dibujante argentino Ricardo Siri, conocido como Liniers, quien comparó a Quino con los Beatles y Chaplin.

Amparado en la inocencia de Mafalda, Quino pudo esparcir a través de su personaje mordaces críticas al autoritarismo de las dictaduras que plagaron a América Latina desde la década de 1960.

“Mafalda es el personaje perfecto, porque si hay algo que tiene es que, lo que le viene del mundo adulto, ella lo cuestiona inmediatamente (…) todo está cuestionado por Mafalda”, explicó Liniers, el creador de la tira Macanudo y autor de varias portadas de la revista The New Yorker.

Hijo de andaluces republicanos y socialista confeso, Quino fue también autor de una vasta y aclamada obra de humor gráfico en la que plasmó una ácida lectura de la sociedad y el poder.

Pero fueron las viñetas de la niña las que le abrieron las puertas al reconocimiento global, que incluyó la medalla de la Legión de Honor de Francia y el Premio Príncipe de Asturias de España, ambos en el 2014.

Mafalda fue publicada ininterrumpidamente en distintos medios argentinos hasta que en 1973 Quino dejó de hacerlo.

Décadas más tarde, durante la presentación de un libro en México, el dibujante dijo que su decisión se debía a que quería evitar la repetición.

“Pasa lo mismo con muchos artistas. Botero ya me tiene harto con sus gorditos, por ejemplo. Me gusta más Picasso, que cambiaba de estilo a veces varias veces en un día”, explicó.

Los gobiernos autoritarios de América Latina también detuvieron a Mafalda

Quino
REUTERS/Enrique Marcarian

La creciente violencia política en Latinoamérica también fue uno de los motivos que hizo que Quino archivara a Mafalda.

Luego del “golpe (de Estado) de Chile la situación latinoamericana se puso muy sangrienta (…) Si la seguía dibujando me pegaban uno o cuatro tiros”, explicó en una entrevista a 20 minutos, semanas después de recibir la medalla de la Legión de Honor de Francia.

En marzo de 1976, cuando comenzó la última dictadura militar en Argentina, Quino abandonó el país para vivir en Italia.

Cuatro meses después de su partida, miembros de las fuerzas armadas asesinaron a cuatro sacerdotes, a quienes señalaron como miembros de una corriente revolucionaria de la Iglesia católica.

Junto a sus cuerpos, los ejecutores dejaron uno de los dibujos de Mafalda, en el que la niña señala el bastón en la cintura de un policía y dice: “¿Ven? Este es el palito de abollar ideologías”.

Tras el retorno de la democracia a Argentina, Quino alternó su residencia entre Milán, Madrid y Buenos Aires, donde continuó trabajando hasta 2006, año en el que publicó su última pieza de humor gráfico por las dificultades generadas por un glaucoma.

En 2004, cuando la edición mexicana de Playboy le preguntó si su vida había sido buena, con su característica acritud Quino contestó: “¿Ha sido buena? ¡Hombre! Comparada con tanta gente que no puede vivir de lo que le gusta, entonces ha sido buena”.

Con información de Reuters.

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