• Quedarse en casa para siempre puede parecer un sueño hecho realidad para los introvertidos, pero puede tener graves consecuencias.
  • Mientras más tiempo estés adentro, más puedes afectar tu salud física y mental.
  • No estar expuesto a la luz solar puede hacer que baje tu estado de ánimo y, eventualmente, incluso ablandar tus huesos, entre otras cosas.
  • Si te encuentras encerrado en el interior durante un período prolongado, busca la manera de mantenerte conectado con el mundo exterior.

En promedio, los estadounidenses pasan 87% de su tiempo en interiores. Pero, ¿qué pasaría si se abandonará el porcentaje restante y se renunciara al aire libre para siempre?

Lo más probable es que te hayas quedado sin salir de casa antes, tal vez por el mal tiempo. Quizá haya una pandemia y estés en cuarentena. Probablemente no notarías una gran diferencia al principio, aparte de un poco de síndrome de la cabaña.

No obstante, tras una semana y media, las cosas pueden comenzar a cambiar. Irónicamente, después de pasar todo ese tiempo encerrado, puedes comenzar a sentirte cansado, sin importar cuánto duermas.

Salir de casa para tomar el sol es importante para tu cerebro

Verás, estar atrapado dentro de un lugar limita la cantidad de luz solar que obtienes. Normalmente, cuando ésta llega a tus ojos, le indica a tu cerebro que deje de producir una hormona llamada melatonina, la cual afecta tu ritmo circadiano, encargado de regular el sueño.

Sin una fuente confiable de luz solar, tu cuerpo seguirá produciendo melatonina y podrías comenzar a sentirse cansado todo el tiempo.

La luz solar también desencadena que tu cuerpo produzca serotonina, también conocida como la hormona de la felicidad. Ésta es la que ayuda a regular tu estado de ánimo, entre otras cosas.

Entonces, sin suficiente luz solar, después de unos meses sin salir de casa tus niveles de melatonina aumentarán, pero ¿qué pasará con tus niveles de serotonina?

Estos pueden caer, junto con tu estado de ánimo. Esta combinación en la disminución de luz solar y serotonina es la que se acredita como una de las principales causas del Trastorno Afectivo Estacional, conocido como TAE (SAD en inglés).

Éste es un tipo de depresión que es más frecuente durante los meses largos y oscuros. El TAE es relativamente poco común, pero puede aumentar si todos permanecemos encerrados en nuestros hogares.

Puedes pensar que una solución a esto es una fuente de luz solar artificial, como una caja de luz. Bueno, se ha demostrado que esto reduce los efectos del TAE, pero no lo cura.

Además, dejarías de recibir aire libre, que tu cerebro también necesita. El simple hecho de estar afuera se ha relacionado con niveles más bajos de estrés. Entonces, di adiós a mantener la calma y hola a la presión arterial alta.

Además, el aire interior es más dañino. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos determinó que está hasta cinco veces más contaminado que el aire exterior. Esas no son buenas noticias para tus pulmones. Con el tiempo, respirar ese aire reciclado podría aumentar el riesgo de padecer enfermedades relacionadas con la contaminación.

Sin salir de casa, tu cuerpo perderá vitaminas y fuerza

Por otro lado, en un periodo entre cuatro meses y un año, tu cuerpo comenzará a perder algo vital para tu salud: la vitamina D.

Esta es esencial para una salud óptima, la fuerza ósea y la regulación muscular. Para activar la vitamina D, necesita luz solar. La artificial no te la proporcionará. Cuando los rayos ultravioleta B golpean el colesterol en la piel, se libera energía y eso alimenta la producción de vitamina D.

Sin embargo, sin esa producción, tus niveles de vitamina D comenzarán a disminuir. Si no hace nada para contrarrestar esta disminución, es posible que pierdas fuerza o te deprimas, mientras que tus huesos se debilitarán gradualmente.

La vitamina D también es importante para regular tu sistema inmunológico, por lo que también podrías tener un mayor riesgo de contraer enfermedades.

Lo siguiente que podría pasar es un poco difícil de predecir, ya que los niveles de vitamina D varían de persona a persona. Aunque podrías comenzar a experimentar algunos problemas muy serios en algunos años.

Los niveles más bajos de vitamina D podrían aumentar tu riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares; además de un mayor riesgo de padecer cáncer, fracturas de huesos y graves caries dentales.

Años después, podrías sentir algunos dolores, específicamente en los huesos y las caderas. Incluso podrías tener dificultades para caminar, por lo que terminarías tambaleándote o balanceándote precariamente.

Ahora, los suplementos de vitamina D pueden o no ayudar a reponer dicha pérdida, pero, incluso con esa ayuda, es posible que tengas problemas por la falta de estimulación mental. En otras palabras, estarías aburrido.

Sin salir a ejercitarte, te podría dar depresión por estar en casa

La monotonía de la vida cotidiana en el mismo lugar y haciendo las mismas cosas una y otra vez, sin salir al aire libre … eso puede comenzar a pasarte factura.

Si no tiene que salir, es probable que te vuelvas más sedentario, lo que significa que harás menos ejercicio. Investigaciones han demostrado que incluso una caminata corta de 12 minutos puede reducir los síntomas de depresión y ayudarte a sobrellevar el estrés.

Esto podría ser peor si vives solo. El aislamiento social y la soledad se han relacionado con afecciones como presión arterial alta, enfermedades cardíacas, ansiedad y depresión.

Y si estás en cuarentena, podrías estar lidiando con una variedad de factores de estrés psicológicos, lo que resulta en síntomas indeseables como bajo estado de ánimo e irritabilidad, junto con insomnio y depresión, todo empeorado por el hecho de que estarás encerrado, día tras día, haciendo lo mismo.

Entonces, si puedes, sal a dar un paseo. Si no es una opción, intenta mantenerte activo. Abre una ventana para dejar entrar aire fresco. Encuentra maneras de traer más luz solar a tu hogar para que no arruine tu horario de sueño.

Tampoco estaría de más formar un sistema de soporte para mantenerte conectado con el mundo exterior. Programa videollamadas o llama a tu familia y amigos.

Otros podrían estar pasando por una experiencia similar y la vinculación sobre ella podría darte validación y justo lo que necesitas para vencer esta situación.

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