- Una persona en México produce 7 toneladas de carbono (CO2) anuales, siendo que una tonelada es lo que genera un auto en 5,000 kilómetros recorridos.
- Ante las emisiones de CO2 y la importancia de cumplir con objetivos sostenibles, los bonos de carbono son una manera de financiar el cuidado del medio ambiente.
- Sin embargo, Santiago Espinosa de los Monteros, CEO de Toroto, asegura que uno de los mayores desafíos de la industria es la falta de información simplificada.
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De acuerdo con el Inventario de Emisiones del Instituto Nacional de Ecología y Cambio, una persona en México produce siete toneladas de carbono (CO2) anuales, siendo que una tonelada es lo que genera un auto en 5,000 kilómetros recorridos.
Ante las emisiones de CO2 y la importancia de cumplir con objetivos sostenibles, los bonos de carbono son una manera de financiar el cuidado del medio ambiente, ya sea a través de proyectos nuevos o existentes.
El mercado de bonos de carbono generó 852,000 millones de dólares (mdd) en 2021 a nivel global; cifra por encima de las generadas por las industrias de café y comida rápida.
Cualquier entidad gubernamental o privada puede emitir bonos verdes, siempre y cuando tenga calificación crediticia. Además la Asociación Internacional de Mercados de Capitales (ICMA, por sus siglas en inglés) establece los lineamientos.
Sin embargo, este esta es una industria relativamente poco conocida. Debido a ello, la startup mexicana Toroto —especializada en el mercado de bonos de carbono— propone crear un metaregistro que garantice su transparencia y facilite entender sus procesos.
La falta de información simplificada en el mercado de bonos de carbono
Santiago Espinosa de los Monteros, CEO y cofundador de Toroto, asegura que uno de los mayores desafíos de la industria es la falta de información simplificada sobre cómo funcionan los procesos.
El CEO asegura que la falta de información simple puede desincentivar a las empresas de invertir en bonos de carbono. «Yo tampoco le invertiría mi dinero a un PDF que me da un número que dice que secuestre carbono en un lugar y no lo veo», dice Espinosa.
Además, el cofundador atribuye el desafío a lo nuevo que es el mercado de bonos de carbono; aunque existen empresas que sí le están poniendo atención, al poner su intención en los bonos.
¿Cómo se hace la medición de un bono de carbono?
Espinosa explica que la tesis principal de este mercado es que un bono de carbono equivale a una tonelada de CO2 de manera permanente; cada empresa que emite bonos puede medir cuánto CO2 «secuestra» un proyecto de restauración ecológica.
«Lo que nos interesa es cuánto dióxido de carbono se descompuso en la atmósfera. Por cada tonelada que tienes en un bosque, eso representa la descomposición de 3.67 toneladas de CO2 de la atmófera», explica.
Para medir cuánto carbono puede capturar un árbol, se toma como base el principio que la mitad del peso seco de la madera es carbono. Debido a ello, al medir el diámetro y la altura de cada árbol se puede saber cuánto carbono tiene acumulado.
Por ejemplo, en una hectárea existirían entre cinco a 15 bonos de carbono por año, dependiendo del proceso que se haga para contenerlo —desde sembrar semillas hasta la reforestación.
La falta de distribución de dinero a las personas dueñas de la tierra es un reto relevante
Otro desafío, según Espinosa, es que solo 5% y 30% del dinero que una empresa invierte para compensar sus emisiones terminan en los bolsillos de las personas dueñas de la tierra.
«¿Cómo se pueden tener proyectos permanentes o con buena gobernanza, si las personas dueñas de la tierra —que están en posibilidades de hacer más acción climática— son los que menos se llevan?», cuestiona.
Además, 50% a 70% de los ingresos de los bonos de carbono que se emiten en la zona sur del mundo se quedan en las empresas consultoras o intermediarias del norte. «Creemos que está es una oportunidad pérdida», asegura.
«Si la menor cantidad de dinero no va al campo, no estamos secuestrando la mayor cantidad de carbono que quisiéramos, estamos teniendo bonos deficientes o no estamos fondeando a los mejores proyectos», agrega el CEO.
Santiago sostiene que para erradicar esta brecha, ofrecen proyectos donde las personas dueñas de la tierra pueden obtener hasta 82% de los bonos, además de subirlos para que haya una correcta distribución.
Un metaregistro como solución al mercado de bonos de carbono
Toroto propone la creación de un metaregistro para ambos desafíos dentro del mercado. En él se podrá tener un mejor acceso a los bonos para que estos sean visibles, transparentes, seguros y se puedan almacenar en un blockchain, siendo activos digitales.
«Lo que hace es conectar bosques y concretamente [conecta] el carbono almacenado en bosques y selvas, en suelos. Se conecta el carbono a un sistema de información gráfica, para que se pueda ver el espacio físico dónde está secuestrado el CO2, para que cualquier persona pueda verlo», dijo.
Actualmente México tiene la capacidad de emitir 6 millones de bonos de carbono al año, y la demanda será de entre 26 y 30 millones de bonos, siempre y cuando que el sistema de emisiones de bonos entre en vigor.
Hasta ahora la startup mexicana ha gestionado proyectos nacionales e internacionales de medición, reducción y neutralización de 520,000 toneladas de CO2 , además de manejar de manera sostenible más de 320,000 hectáreas.
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