- Un solo problema puede cambiar nuestra vida para siempre.
- Pero si aprendemos a visualizarlo de una mejor manera, tendremos la oportunidad de crear o hacer algo diferente por nosotros y para nuestro entorno.
- Arturo Salazar, director general y cofundador de Brieffy, cuenta su perspectiva al respecto.
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A lo largo de la vida, un problema (o varios) en nuestra vida personal y profesional puede afectar nuestro desempeño, comportamiento y hasta hábitos. En el momento en el que aparece un problema, tu percepción se «nubla» y, si esta situación continúa o empeora, te acarreará consecuencias en tu oficina, con tus seres queridos y en tu salud mental.
Si bien hay situaciones que no quedan en nuestras manos, resolver un problema y tomar ventaja de él sí es posible.
Arturo Salazar, director general y cofundador de Brieffy, explicó el tema en la charla «¿Cómo convertir un secuestro (o cualquier problema) en un proyecto de alto impacto?», que forma parte del evento Beyond Work Forum.
¿Qué hago con ese problema?
Salazar fue secuestrado hace cinco años en una visita que hizo a Puebla. A partir de ese instante, su vida cambió radicalmente.
«Sea cual sea la experiencia, siempre hay un proceso de duelo. Al final del día, tienes que pasar por cada una de las etapas para encontrar (qué lección te deja). Después de mucha terapia, y tras muchas sesiones, entendí que la vida es un aprendizaje», comentó.
En la plática, señaló que, poco a poco, fue comprendiendo cómo tomar ese problema como el impulso para cambiar su entorno.
A través de reuniones con su hermano Fabián, cofundador de Brieffy, y tomando en cuenta el concepto de «El círculo dorado», difundido por el escritor Simon Sinek, delimitaron tres pasos para salir de un inconveniente y plantear nuevas ideas. En su caso, fue la creación de la plataforma.
1. ¿Por qué llevo a cabo estas acciones?
El director general de Brieffy indicó que esto no necesariamente debe ser de dominio público, pero es trascendental que comprendas por qué realizas una acción o tienes ese comportamiento.
«Te dará identidad y la fuerza para las siguientes etapas, con el fin de crear o hacer algo», puntualizó.
2. ¿Cómo lo soluciono?
Ya que fuiste honesto y comprendiste la raíz de lo que ocurre, debes plantarte para buscar soluciones al problema.
Este es el paso más difícil porque, según el experto, parte de las personas desisten porque no tiene suficiente motivación o no puede dejar de laborar (en caso de que el proyecto sea un emprendimiento, por ejemplo).
En esta última situación, Salazar señaló que una manera sencilla de hacerlo es fomentando la cultura de la experimentación.
«La empresa debe estar desde arriba hacia abajo (dispuesta) a equivocarse», señaló. En ello, se debe impulsar a que las personas sean creativas y se tomen en cuenta sus iniciativas.
3. ¿Qué estoy haciendo?
Para el último paso, Salazar declaró que es el momento decisivo sobre cómo iniciarás ese proyecto o comenzarás tu acción.
«¿Cuál es la presentación final de lo que has decidido? A veces, desde el inicio está definido, pero en otras, decides que sea A, B o C», detalló.
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