• La salud y alimentación de ambos progenitores influye en la salud del bebé desde los 1,000 días en qué se piensa en un embarazo, explicó Carlos Angulo, jefe de Pediatría del Hospital Tlalpan, en la Ciudad de México.
  • La dieta, sentimientos, emociones, vivencias, tabaco, estímulos intelectuales e higiene pesan igual que la genética con la que se nace, agregó el experto durante un evento de la firma de producción de fórmula infantil, Sanulac.
  • Durante el embarazo lo mejor es enfocarse en comer alimentos realmente nutritivos, detalla Gizehlle García, experta en Salud, Nutrición Integral, Bienestar Corporativo.

Al escuchar “embarazo” usualmente se piensa en la salud de la madre y se deja de lado la del padre y cómo la alimentación y estilo de vida puede influir en la salud del feto, sobre todo en las enfermedades que pueda desarrollar.

“Desde el punto de vista médico no hablamos de los nueve meses de embarazo, sino a nosotros nos interesan los mil días que iniciaron más o menos desde que los papás están pensando ‘oye ¿y si nos embarazamos?’ y esto cubriría (…) hasta los 2 años” de edad, explicó Carlos Angulo, jefe de Pediatría del Hospital Tlalpan, en la Ciudad de México.

Una mala alimentación, el estado de salud y estilo de vida de cada padre, pueden llevar al bebé a sufrir obesidad, diabetes, problemas cardiovasculares, afectar el proceso de envejecimiento o generar alguna malformación, señaló Angulo, en el marco de la presentación del programa integral de bienestar bajo demanda, de Sanulac México, empresa productora de fórmulas infantiles.

El experto en pediatría destacó que es necesario cambiar de una medicina reactiva a una preventiva, ya que es el factor clave.

¿Cómo puede la alimentación de la pareja influir en enfermedades tras el embarazo?

La salud y alimentación de ambos progenitores influye en la salud del feto y posteriormente del bebé, porque los seres humanos somos una combinación de factores ambientales y una mezcla de código genético de nuestros padres.

Este código genético se ve afectado por la alimentación ya que si no hay un equilibrio puede desencadenar enfermedades que lo modifiquen.

En el caso del bebé, podría nacer prematuro y sufrir deficiencias incompensables con leche materna y que requerirán de fórmula y medicamentos.

Una alimentación saludable ayuda a minimizar la toxicidad crónica, la cual se ha descubierto está estrechamente relacionada a enfermedades crónico degenerativas.

«Debido a la toxicidad cerebral, en muchos casos derivada de pesticidas en alimentos, se han disparado los casos de autismo y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en niños ” detalla Gizehlle García, experta en Salud, Nutrición Integral, Bienestar Corporativo.

¿Qué impacto tienen el estilo y la calidad de vida sobre el embarazo?

El estilo y calidad de vida de los padres pueden propiciar cambios en la actividad de los genes e influir en los hijos; factores como la dieta, sentimientos, emociones, vivencias, tabaquismo, estímulos intelectuales o higiene pesan igual o más que la estructura genética con la que se nace.

Esto se conoce como epigenética, que según el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano (NHGRI por sus siglas en inglés), es el estudio de los cambios en la función de los genes que son hereditarias y que no se pueden atribuir a alteraciones de la secuencia de ADN, es decir, los procesos bioquímicos que regulan la actividad de los genes y responden al medioambiente.

Estas etiquetas químicas, eliminadas o agregadas en nuestro ADN (Ácido desoxirribonucleico), que contienen instrucciones genéticas responsables del desarrollo y funcionamiento de los organismos vivos, influyen en el origen y evolución de enfermedades.

La buena alimentación debe mantenerse a lo largo del embarazo

Durante el embarazo, las necesidades de energía de la mujer aumentan solo 10% frente a la ingesta previa a la gestación y dicho aporte debe obtenerse de alimentos ricos en proteínas, vitaminas y minerales, detalla el experto en pediatría.

“Para determinar la ingesta calórica adecuada habría que considerar varios parámetros como la edad, la estatura, la composición corporal, la actividad física y las semanas de gestación” mencionó Gizehlle García, en entrevista con Business Insider México.

Por su parte, Angulo menciona que en México 60% de mujeres en edad reproductiva tienen sobrepeso, lo cual incrementa el riesgo de diabetes y eclampsia, enfermedad caracterizada por la aparición de una o más convulsiones durante el embarazo.

¿Qué es una buena alimentación durante esta etapa?

En un estudio de 2018, la prevalencia de obesidad en mujeres de 20 a 29 años fue de 26%y subió a 46% en el grupo de 30 a 59 años, frente a la de los hombres en los que se observa un alza menos pronunciada al pasar del 24% al 35%, en los mismos grupos de edad, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Más que contar calorías, lo mejor es enfocarse en comer alimentos realmente nutritivos, sobre todo durante el embarazo, como son los famosos «superalimentos».

Algunos de estos “superalimentos” son la avena, rica en fibra y ácido fólico; aguacate, rico en omega 3 y vitamina B; plátano, rico en potasio para prevenir calambres; frutos rojos, ricos en vitamina C y promueven la salud de vías urinarias, entre otros, añadió García.

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