La realidad que estamos viviendo nos está marcando en todas las áreas de nuestra vida. Sí, definitivamente tenemos que reinventar cómo vivimos, trabajamos, comemos y nos comunicamos.
Pero también con este reacomodo, viene un tema muy fuerte, el juzgar, veo en redes sociales que muchas personas (me incluyo) realizamos juicios sobre cómo viven los demás, cómo actúan, las decisiones que toman, la mayoría de las veces sin saber qué hay detrás, y todo bajo la justificación de que “nos afectan” como comunidad.
Hay una frase popular que dice que “lo que te choca te checa”, es decir, nuestros juicios son negativos contra lo que nos molesta o no aceptamos de otras personas, porque inconscientemente, quizá, no lo aceptemos en nosotros mismos. ¿Cuántas veces nuestros juicios saldrán de esta parte?
Si bien es cierto que tenemos que convivir en un estado de conciencia colectiva más responsable, esto tiene que venir acompañado de una empatía hacia los demás, mucho se habla que estamos cambiando de “era”, pero veo en redes sociales como nos estamos poniendo el traje de jueces y desde ese lugar solo nos movemos hacia la ecpatía.
¿Qué significa juzgar?
Un juicio es la forma en que calificamos a personas, acciones y situaciones desde nuestros pensamientos y observaciones. Ya tenemos una idea preconcebida de cómo deben ser las cosas, los comportamientos y las acciones.
Las redes sociales se llenan de comentarios negativos cada vez que sale una nota que no coincide con tu forma de pensar, que abren una tienda, que la gente sale a la calle; sin ponerse a pensar por lo que esta pasando la otra persona, si tiene una emergencia, si tiene una depresión tremenda, si tiene una enfermedad. No nos ponemos en los zapatos del otro y nos está faltando mucha empatía.
Hablamos y escribimos de cómo hemos reflexionado en todo este tiempo y que nos hacía falta un poco ver con ojos más amorosos a nuestras familias, valorar el tiempo con cada persona querida que tenemos, pero a la hora que vemos que alguien hace algo que nosotros denominamos como “malo”, juzgamos y hacemos comentarios muy hirientes como:
“van a comprar ropa para su funeral”.
¿En qué momento hemos perdido la empatía y nos hemos vuelto jueces de los actos ajenos? Todos hemos sido juzgados alguna vez y sabemos lo que duele.
Juzgamos a las personas sin conocer
Nadie sabe cual es el proceso que ha llevado a otra persona a tomar determinadas decisiones en estos tiempos de pandemia por el Covid-19; hay casos de todo, desde los que tienen que salir diario a la calle para tener recursos para necesidades básicas, como comer, hasta los que salen de compras a la primera oportunidad, porque ya estaban en una crisis de depresión y ansiedad máxima.
En estos tiempos las crisis emocionales están a la orden del día, no hay persona con la que hable y esté en perfecto estado, sin algún tipo de “crisis” ya sea por la familia, por el trabajo, por autoestima, por relaciones interpersonales de todo tipo: pareja, familia, amigos, lo que sea.
Estamos pasando por momentos de fuertes cambios y lo que necesitamos es un mayor sentido de humanidad y empatía, ponernos en el lugar del otro antes de emitir juicios y lo ideal sería no hacerlos, ya que nunca sabemos al 100% lo que otra persona experimenta, siente y cómo lo procesa.
Con esta “nueva normalidad” que se quiere implementar yo propongo también una “nueva normalidad” en las relaciones interpersonales, donde los lineamientos sean mayor paciencia, comprensión, compasión y menos juicios y críticas a los demás.
Necesitamos limpiar nuestros pensamientos para enfocarnos internamente y utilizar toda esta energía que desperdiciamos en emitir juicios sin fundamentos para incrementar nuestro bienestar emocional, estar en paz, tranquilos y en armonía con nuestro entorno.
Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.