- Este año, Apple y Google se enfrentarán a sus primeras pruebas reales en mucho tiempo según este análisis.
- Apple podría abrir por fin su jardín amurallado, lo que podría desbaratar al gigante de la App Store.
- El auge de ChatGPT amenaza el dominio de Google sobre las búsquedas y su negocio publicitario.
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En los últimos años, a menudo muchos hemos tenido la sensación de que la industria tecnológica avanza lento. Cada innovación —pantallas plegables, 5G, incluso el blockchain y las criptomonedas— se sintió como pasos naturales del camino tecnológico en lugar de un gran salto exponencial al futuro.
Google lleva más de una década protegiendo su negocio publicitario; Apple construyó tanto como le ha sido posible alrededor de su negocio del iPhone. Se enriqueció mediante las cuotas de la App Store y las suscripciones a Apple Music.
Sin embargo, ambos negocios están a punto de enfrentarse a las que posiblemente sean sus amenazas más fuertes hasta la fecha. Y, aunque es demasiado pronto para elogiar a las dos empresas, veremos cómo Apple y Google se ponen rápidamente a la defensiva. Esto, de una manera que ninguna de las dos había hecho.
En el caso de Apple, la presión regulatoria mundial parece haber roto por fin su infame jardín amurallado: las nuevas normas amenazan con socavar su hegemonía en la App Store. El momento es especialmente interesante, ya que se dice que Apple está preparando el lanzamiento de un nuevo conjunto de lentes de realidad mixta.
De hecho, se espera que amplien el control de la App Store sobre consumidores y desarrolladores por igual para una nueva generación de informática.
Por otro lado, en Google, el auge de chatbots impulsados por IA como ChatGPT representa un peligro claro para su motor de publicidad digital. Si se puede obtener una respuesta clara y concisa a una pregunta escrita de la misma manera que se le preguntaría algo a un amigo inteligente, ¿quién necesita un motor de búsqueda?
Microsoft parece estar de acuerdo, ya que se dice que está trabajando para integrar ChatGPT en su propio motor de búsqueda Bing.
Veamos cómo este es finalmente el año en que Apple y Google se enfrentarán a su competencia más significativa hasta la fecha.
Los muros caen para Apple
Tras años de escrutinio político, investigaciones internacionales y una batalla judicial con Epic Games, los reguladores por fin consiguieron lo que querían.
Al parecer, Apple está preparando una actualización del sistema operativo iOS para este año. Por primera vez, permitiría a terceros ofrecer sus propias tiendas de aplicaciones para iPhone y iPad.
Apple sostiene desde hace tiempo que el modelo de la App Store que examina todas las aplicaciones previo a su lanzamiento es la clave de su atractivo.
La razón, es que garantiza que dichas apps cumplan determinadas normas de seguridad y contenido antes de que aparezcan en la App Store.
Apple dice que su recorte del 30% en la mayoría de las transacciones de la App Store es un precio justo para proteger a los usuarios de estafas, malware y aplicaciones de mala calidad. Y, la empresa llevará la App Store a sus próximas gafas de realidad aumentada; según Bloomberg, podrían presentarse finalmente en la primera mitad de este año.
Los críticos —entre los que se incluyen reguladores, legisladores, desarrolladores de juegos, competidores, startups, Elon Musk, Mark Zuckerberg y prácticamente todo el mundo que no es Apple— afirmaron que el enfoque de la App Store es fundamentalmente anticompetitivo, ya que los usuarios de iPhone no tienen literalmente ninguna alternativa para instalar software.
Sin embargo, estamos a punto de tener nuestra primera prueba en el mundo real de si Apple tenía razón en que una grieta en su jardín amurallado haría que todo se viniera abajo. Si la App Store se abre y el iPhone no se convierte en un infierno tóxico, quizá Apple reconsidere su enfoque. O puede que abra las compuertas y el ecosistema iOS se convierta en un páramo sin ley. En cualquier caso, al menos lo sabremos.
A Google le sale competencia de verdad
La amenaza para Google es un poco más directa. ChatGPT, el popular chatbot creado por OpenAI, ya se ha ganado el aplauso de destacadas figuras de Silicon Valley. El inversionista Chamath Palihapitiya lo ha aclamado como la primera gran innovación en búsquedas en internet en mucho tiempo.
Está claro que Google se está tomando en serio la amenaza: La dirección de la empresa declaró un «código rojo» ante el revuelo de ChatGPT. Inversionistas y analistas elogian a Microsoft por su estrategia de integrar la tecnología en el motor de búsqueda Bing y el paquete de productividad Office. También se dice que Microsoft planea una inversión de 10,000 millones de dólares (mdd) en la propia OpenAI.
ChatGPT es muy versátil. Puede responder a consultas sencillas como la población de París o la definición de «parlamentario». Pero también puedes pedirle que escriba un soneto al estilo de William Shakespeare sobre el menú de Burger King o un fragmento de código listo para añadir a tu aplicación en curso.
Aunque no siempre es perfecto, es absolutamente mejor utilizar un sistema que encontrará lo que buscas si existe, o creará algo para ti en el acto si no existe.
Se trata de un punto débil de Google.
En los últimos años, los críticos se han quejado de que Google da demasiada prioridad a los anuncios y a los resultados patrocinados, enterrando la información real que necesitas bajo un montón de enlaces inútiles (pero lucrativos). ¿Por qué lidiar con todo eso cuando ChatGPT puede darte una respuesta rápida, útil y, con suerte, correcta a la pregunta concreta que le hiciste?
Esto pone a Google en un aprieto. Si ChatGPT y sus similares despegan, más gente lo utilizará para buscar en Internet, lo que significa que los usuarios verán menos de los importantísimos anuncios de búsqueda de Google. Por otro lado, si Google trata de imitar el concepto, para lo que sin duda cuenta con la inteligencia y el talento necesarios, alteraría su propio modelo de negocio y reduciría el alcance de esos mismos anuncios de búsqueda.
No está claro cuándo, o incluso si, la nueva oleada de IA empezará a hacer incursiones significativas en el dominio de las búsquedas de Google. Como señalaba el analista Ben Thompson en una edición de su boletín Stratechery de esta semana, suele ser una locura subestimar lo profundamente arraigado que está Google en el ecosistema tecnológico más amplio, desde los navegadores hasta los smartphones. Y ChatGPT es increíblemente caro y limitado en sus capacidades, al menos por el momento.
Sea como sea, probablemente sea bueno para el sector en general que ChatGPT ponga al titán tecnológico en la rara situación de jugar a la defensiva. La competencia en el mercado ayuda a todos. Y al menos no será aburrida.
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