• El sheriff de esta ciudad de Florida fue contundente: "Alguien ha intentado envenenar a los vecinos de Oldsmar con un ciberataque a la planta de aguas".
  • Los ciberdelincuentes lograron acceder en remoto a la planta y alterar los niveles químicos del agua.

Las autoridades estadounidenses investigan un siniestro ciberataque a una planta de agua de Oldsmar, una ciudad de Florida.

El ataque sucedió el pasado viernes y, según recoge Tampa Bay Times, nadie estuvo realmente en peligro porque el incidente se detectó a tiempo.

El ciberataque se ejecutó de forma remota contra la planta depuradora de agua, y los ciberdelincuentes, que todavía no han sido identificados, lograron alterar los niveles de los compuestos químicos que se emplean en la planta para suministrar el agua corriente a los hogares de la urbe.

En concreto, aumentaron hasta en 100 veces la presencia de la sosa cáustica en las aguas de la central, por lo que el recurso podría resultar tóxico para quien lo ingiriese directamente desde el grifo de casa.

La sosa cáustica está presente en plantas de tratamientos de agua precisamente para regular la acidez del suministro.

«Alguien ha intentado envenenar a los vecinos de Oldsmar con un ciberataque a la planta de agua», resumió Bob Gualtieri, sheriff del condado de Pinellas, en Florida.

Gualtieri dio detalles del suceso este lunes, y también explicó que nadie se había visto en peligro gracias a que un trabajador de la planta estaba vigilando los niveles de agua desde casa y pudo revertir los cambios en seguida.

De momento no hay detenidos, aunque la investigación ya tiene indicios.

Los niveles de sosa cáustica aumentaron hasta 11,100 por millón, cuando lo normal es de 100 por millón

En concreto, el trabajador que impidió el envenenamiento de la población detectó cómo alguien accedía a la red de la planta de agua en remoto. En un principio esto no es extraordinario, ya que sus supervisores acceden regularmente con este método.

La casualidad quiso que el operario permaneciese atento a su pantalla y viese, con asombro, cómo los piratas informáticos utilizaron un programa para aumentar exponencialmente la presencia de sosa cáustica en el agua.

En concreto, si los niveles de sosa cáustica en el suministro de Oldsmar es de 100 a un millón, la concentración del químico se elevó hasta 11,100 por un millón.

En la investigación se han involucrado agentes del FBI y de los servicios secretos norteamericanos, después de que el propio alcalde de la ciudad afectada, Eric Seidel, advirtiese de la importancia de dar la voz de alerta. 

«Hay un agente enemigo ahí fuera».

Se advirtió a las ciudades vecinas de Oldsmar del incidente, aunque el regidor, Seidel, también se congratuló de que los protocolos de vigilancia hayan demostrado su eficacia en esta ocasión.

Este, que puede ser un incidente aislado, sirve de recordatorio de las dimensiones que pueden adquirir las amenazas digitales en un momento en el que tanto la industria como los hogares están en línea.

El primer ciberataque fue a una planta de uranio en Irán

Uno de los primeros ciberataques al mundo físico se registró hace más de 10 años.

Las centrifugadoras de una planta de uranio en Irán comenzaron a fallar. Fue entonces cuando se descubrió un gusano llamado Stuxnet.

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