• En 1970, el físico teórico británico Stephen Hawking realizó una afirmación dolorosa para la comunidad científica, que existía algo equivocado en la relatividad general y la mecánica cuántica, lo que se conoció como la paradoja de Hawking.
  • Sin embargo, un nuevo estudio asegura que no son incompatibles, sino que los agujeros negros tienen una especie de cabellera cuántica mediante la cual se explicaría su gravedad y la transmisión de información.
  • El estudio ha conseguido demostrar que los componentes de una estrella dejan una huella en el campo gravitatorio de un agujero negro.
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Stephen Hawking, el físico teórico británico, fue una de las mentes más brillantes en cuanto a los agujeros negros se refiere. En 1970, realizó una afirmación que sorprendió a la comunidad científica: la paradoja de Hawking.

Según el físico, había algo erróneo o equivocado en la teoría de la relatividad general y en la mecánica cuántica. Esta paradoja ha sido estudiada a lo largo del tiempo por diferentes físicos, aunque llegando a conclusiones menos convincentes.

Así, en los años 60, John Archibald Wheeler, profesor de la Universidad de Princeton, Estados Unidos, aseguró que nada podía escapar de los agujeros negros.

Wheeler afirmó que «los agujeros negros no tienen pelo». Se refería a su calvicie por ser negros y oscuros.

Más adelante, en 1975, Hawking probó teóricamente que sí había una cosa que podía escapar de los agujeros negros, la radiación, dando lugar a la conocida como Radiación de Hawking.

Esta, por cierto, casi demostrada en la práctica por la Universidad de Hiroshima, Japón.

Ya en sus últimos años, Hawking también publicó un artículo junto a Malcolm Perry y Andrew Strominger en el que ampliaba sus ideas sobre la desaparición de información en los agujeros negros.

Así, en enero de 2016, apareció en Phys.org la teoría de los pelos cuánticos. Según esta, en contraposición a la calvicie de los agujeros negros, existen diferentes excitaciones cuánticas alrededor, formando algo parecido al pelo cuántico –de ahí su nombre–.

Hicieron modificaciones en la base matemática, aunque no fueron capaces de explicar qué pasaba cuando la información entraba al agujero negro desde el pelo cuántico

Ahora, un equipo de científicos dice haber resuelto la paradoja de Hawking.

Los agujeros negros ya no son calvos, tienen pelo cuántico

Un nuevo estudio publicado en Physical Review Letters asegura haber resuelto la paradoja de Hawking, también mediante la teoría de los pelos cuánticos –o cabellera cuántica, según la traducción–.

Xavier Calmet, uno de los autores del estudio y profesor de la Universidad de Sussex, Reino Unido, ha comentado a la BBC en una entrevista que todo ha sido gracias al desarrollo de las técnicas matemáticas necesarias para su resolución.

En este sentido, también han querido reemplazar a la toería de Wheeler sobre la calvicie de los agujeros negros. Según Calmet, han conseguido demostrar que los componentes de una estrella dejan una huella en el campo gravitatorio de un agujero negro.

Así, de ser aceptada por la comunidad científica, la paradoja de Hawking se vendría abajo y ni la mecánica cuántica ni la relatividad general estarían desacertadas, un elemento bastante tranquilizador para la física, ya que mediante estas se explica la composición del mundo.

«Una de las consecuencias de la paradoja de Hawking fue que la relatividad general y la mecánica cuántica eran incompatibles. Lo que estamos descubriendo es que son muy compatibles», ha sentenciado Calmet.

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