- En París, Pazzi se promueve como el primer restaurante de pizzas atendido solo por robots.
- James Ware hizo su pedido y luego observó cómo los brazos robóticos realizaban y entregaban su pedido.
- Un brazo roció los ingredientes antes de que otro colocara suavemente la masa pastosa en el horno.
Pazzi es el primer restaurante de pizza hecha por un robot. Puede parecer una nueva fase de automatización poco probable, pero su director ejecutivo, Philippe Goldman, cree que «en 10 años, no habrá demasiados humanos trabajando en restaurantes de comida rápida».
Él considera a la industria de comida rápida como «tóxica y mal pagada».
El restaurante abrió este verano en el céntrico distrito parisino de Beaubourg, y yo pasé por ahí un sábado a eso de las 5 de la tarde.
Esta es la segunda sucursal, la primera abrió poco antes de que empezaran los cierres por la cuarentena, a una hora fuera de la ciudad. Cuando fui vi al único empleado humano que los clientes pueden ver cuando llegan, él estaba parado en la puerta asegurándose de que todo estuviera bien.
Hice mi pedido en una pantalla táctil, algo familiar para cualquiera que haya pedido en una cadena de comida rápida. Personalicé mi elección: una pizza Garden Pazzi de 9.50 euros (10.7 dólares).
Hasta ahora, todo era comida rápida “normal”.
Así es como este robot prepara una pizza
Pero justo en el momento en que recogí el recibo, el espectáculo comenzó en la cocina.
Visibles detrás de un grueso vidrio había tres brazos alrededor de la cocina, cada uno montado en un pilar estático.
Una bola de masa fresca salió de una escotilla y uno de los brazos la recogió de inmediato. Dejó la masa sobre lo que parecía una cama de clavos en el mostrador en la parte trasera de la cocina.
La columna sobre ella luego se aplastó hacia abajo, a medida que esta plataforma descendía, para comprimir la masa en la cantidad justa.
Mientras tanto, otro de los brazos del robot equipado con una reluciente taza plateada con puré de tomate depositó su contenido en el centro de la pizza, extendiéndolo con varios golpes vigorosos en el sentido de las agujas del reloj.
Una vez terminado, para realizar una limpieza rápida sumergió la taza en un agujero en el mostrador.
Observé el giro del brazo del robot, mientras esparcía ingredientes antes de que el primer brazo pusiera suavemente su masa pastosa en el horno.
Había algo surrealista en que yo estaba tan absorto en esta escena mientras la otra pareja de clientes masticaban su comida, imperturbables a lo que estaba ocurriendo.
Mi pizza comenzó a girar en el horno, mientras los brazos volvían a ponerse en marcha y daban la vuelta a la pizza cada 45 segundos.
Mientras los brazos metían al horno la pizza del siguiente cliente, la mía fue recogida del horno después de 4 minutos y medio, y se llevó con cuidado al mostrador frente a mí, donde se deslizó dentro de una caja de cartón abierta.
Allí, el tercer brazo comenzó a cortar la pizza desde diferentes ángulos. Una vez que la cortó en seis rodajas, el brazo cerró la caja y la empujó hacia un nicho donde se ponían las pizzas que ya estaban listas.
La pantalla sobre las cajas de recolección me informó que mi pizza estaba lista en la ranura uno.
Después de escanear el código QR en mi recibo, la puerta se deslizó para dar paso a la caja que contenía mi pizza. Después del proceso que acababa de ver, sentía que era como un artefacto alienígena.
Los brazos del robot hicieron movimientos como si celebraran la entrega y luego volvieron al trabajo.
Después de sentarme en una mesa, hice lo único que me dejó el robot: rociar un poco de aceite y picante.
Al primer bocado, me llamó la atención la riqueza de los sabores y la definición de la masa.
Puede que no compita con una pizza producida por el tres veces campeón mundial de pizza Thierry Graffagnino, cuya receta los robots acababan de ejecutar y quien fungió como consultor para programar el proceso… pero la pizza resultó bastante buena para ser una comida rápida.
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