• Dos meses después de padecer Covid-19, comencé a oler una mezcla de basura y cebollas a dondequiera que iba.
  • Sufro de parosmia, una distorsión parcial del olfato, que suele ser desagradable.
  • Un experto dijo que me podría tomar hasta tres años recuperar mi capacidad para oler nuevamente.

Lo primero que noté en marzo de 2020 fue cuando perdí por completo mi sentido del gusto y el olfato.

Fue una experiencia completamente surrealista sobre todo porque la pérdida del sentido del olfato, o anosmia, aún no se reconocía oficialmente como un síntoma del Covid-19.

Entonces, cuando mi nariz comenzó a captar algunos aromas tres meses después, estaba entusiasmada. Solo que ahora no era lo mismo y no lo ha sido desde entonces.

Desde hace más de un año, mi nariz ha estado plagada de lo que yo llamo «olor de Covid».

Este no se parece en nada a lo que he olido antes, pero cuando trato de describírselo a mis amigos, lo explico como hedor a basura, cebollas crudas y axilas sudorosas.

El término científico para este problema es parosmia: «alteración del sentido del olfato que suele ser desagradable y es causada por daños en las neuronas olfatorias del centro neurálgico», según Health.com.

Vivir con esta afección es increíblemente frustrante y tiene un impacto enorme en mi vida diaria.

Toma, por ejemplo, cebollas y ajos. Estos dos ingredientes, al freirlos en aceite de oliva, alguna vez fueron mis olores favoritos para impregnar la cocina. ¿Pero ahora? Son solo olor de Covid.

El aroma reconfortante de una taza de café humeante por la mañana. ¿Suena bien? Olor de Covid.

El olor de mi pareja cuando me abraza, lo mismo.

Sí, el olor de Covid alteró mi vida y, aunque estoy agradecida de no tener síntomas del virus a largo plazo y más severos no es fácil.

Más de 2 millones de adultos en Inglaterra todavía tienen problemas respiratorios o síntomas relacionados con la fatiga hasta 12 semanas después de contraer coronavirus.

Pero encuentro consuelo al saber que no estoy sola.

La parosmia no es poca cosa

Muchos otros pacientes compartieron sus experiencias difíciles con la parosmia causada por el virus.

Una mujer dijo al New York Times que asistía a terapia después de que su parosmia le hiciera insoportable besar a su esposo. Otra dijo que ya no podía cocinar sin querer vomitar, de acuerdo con la BBC.

Se desconoce el número exacto de pacientes que padecen parosmia, pero un estudio publicado en julio de 2020 determinó que 89% de las personas que sufren pérdida de olfato por el Covid-19 se recuperan en cuatro semanas.

El 11% restante todavía reporta pérdida de olfato o parosmia persistente.

Otra reseña de febrero de 2021 concluyó que, de 47% de los pacientes con Covid-19 que tenían cambios en el olfato y el gusto, aproximadamente la mitad informó haber desarrollado parosmia.

«Cuando la gente siente repulsión por la comida, eso puede convertirse en un gran problema», me dijo Carl Philpott, científico de la Facultad de Medicina en la Universidad de East Anglia.

«No solo desde el punto de vista nutricional, ya que algunas personas definitivamente pierden peso como consecuencia de esto, sino también puede conducir a una sensación de depresión y aislamiento».

Philpott estableció la Smell and Taste Clinic (Clínica del Gusto y el Olfato) en Inglaterra, una unidad pionera del Servicio Nacional de Salud (NHS por sus siglas en inglés).

Allí, ayuda a las personas que viven con anosmia o parosmia. Él forma parte de un grupo de científicos que están estudiando ese síntoma de la Covid-19.

Hay razones para tener esperanzas. Un estudio publicado el mes pasado descubrió que la pérdida del olfato debido al virus tarde o temprano regresará.

Philpott dice que, si bien 90% de las personas recuperan el olfato un par de semanas después de la infección, otras pueden tardar hasta tres años.

«Para las personas que están teniendo distorsiones tan duraderas, existe la teoría de que algunas de ellas están padeciendo una invasión más profunda del virus en el cerebro», me dijo Philpott.

Esta teoría se basa en gran medida en estudios post mórtem e investigaciones previas sobre el virus del SARS.

El entrenamiento del olfato puede ayudar con la recuperación

Aunque actualmente no existen tratamientos para la parosmia, una forma de acelerar la recuperación es comenzar a entrenar el olfato, dijo.

Si bien no es una cura, la terapia del olfato es una forma de fisioterapia para la nariz. Requiere que trabajes con diferentes aromas para estimular y amplificar los nervios que son responsables del olfato.

Estudios originales muestran una clara conexión entre la terapia del olfato y la recuperación del mismo, que incluyen olores como trébol, eucalipto, limón y rosas.

«La historia natural muestra que, muy probablemente, el olfato mejorará con el tiempo», me aseguró Philpott.

Ha pasado casi un año desde que tengo el sentido del olfato distorsionado y, aunque no estoy segura de cuánto durará, espero con ansias esa mañana en la que pueda tomar mi taza de café sin contener la respiración.

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