Laura Jiménez

Laura Jiménez

Extreme Makeover

Para algunos, hacer el ridículo no es un problema y toman las situaciones embarazosa como una oportunidad para reírse de ellos mismos. Sin embargo, es importante cuidar los protocolos y las normas en eventos formales o situaciones especiales en las que necesitas cuidar tu imagen.

Si has notado que las personas te observan con incredulidad, se ríen o reaccionan de manera inesperada, aquí te digo algunas cosas que debes conocer para evitar hacer el ridículo y que tu imagen se vea afectada.

Vestir de blanco en una boda no es opción para las mujeres

Hace tiempo fui a una boda en jardín en Cuernavaca. En la invitación, el dress code solo indicaba que la fiesta se llevaría a cabo en un jardín y que el clima por la noche estaría un poco fresco. En el caso de las mujeres se les decía que consideraran el tipo de estileto que llevarían ya que el tipo de suelo haría incómodo el caminar.

Aunque no lo indicaba, es muy conocido que, en el caso de las mujeres, el protocolo para una boda es vestir de cualquier color menos de blanco —en gran parte, porque le quitas protagonismo a la novia—; por supuesto, existen excepciones.

Es posible que el dress code indique que se elija un atuendo de color blanco o cuando la boda es en una playa. Sin embargo, ni en estas ocasiones se utiliza un blanco puro; lo correcto es que las prendas sean de un color 2 o 3 tonos más oscuros, nuevamente, para no opacar a la novia. También recuerda que puedes llevar toques de color blanco en tu vestimenta, siempre y cuando la mayor parte del motivo de la tela tenga otro color.

¿Qué pasa cuando llevas un vestido blanco? Primero, podrías pasar una gran vergüenza,  y, en el peor de los escenario, harías enojar a la novia.

No importa si se trata de una boda muy casual en un jardín o si anteriormente acudiste a una boda vestida de blanco porque así lo pidió la novia, antes de elegir tu ropa, confirma el dress code para evitar disgustos o quedar en ridículo.

El uso de cubiertos en una cena formal

Si extendemos el tema de las bodas o eventos que implican un protocolo en vestimenta y comida, nunca sobra hablar los cubiertos.

Seguramente te ha llegado a pasar que cuando vas a una boda, XV años, graduación —o cualquier otro evento en el que haya un banquete—, terminas con el tenedor que le corresponde al invitado sentado a tu costado o alguien en la mesa se queda sin cubierto.

Para evitar quedar en ridículo con tu acompañante toma en cuenta lo siguiente cuando estés en un mesa formal:

  1. Los tenedores van del lado izquierdo del plato, mientras que del lado derecho van el cuchillo y la cuchara.
  2. En la parte superior se encuentran los cubiertos para el postre.
  3. Cuando utilices tus cubiertos siempre comienza de afuera hacia dentro (del cubierto más alejado de tu plato, al más cercano).
  4. Normalmente el primer tenedor que encontrarás es más pequeño o tiene menos dientes, esto es porque está destinado para una ensalada o para el segundo tiempo platillo fuerte.

Siguiendo estos pasos, puedes asegurarte que tú no cometiste ningún error, en caso que falte un tenedor o una cuchara en la mesa.

Decir «buen provecho» es de mala educación

Es muy común escuchar en una fonda, restaurante o en las comidas en casa que cuando alguien termina de comer y se levanta de la mesa dice «provecho», «provechito» o «provechín».

En nuestra cultura pensamos que es la manera más educada de desearle a la gente que su comida esté rica, pero en realidad es de mala educación.

Históricamente decir «provecho» hace referencia al eructo de los bebés cuando terminan de amamantarse. El eructo es algo que en algunas culturas se ha vinculado con el hecho de que disfrutaste la comida, pero en México es de mala educación.

Los libros de protocolo indican que lo ideal es que antes de comenzar a comer digas  «disfruten la comida» o «buen apetito». Eso sí, debe ser antes de que inicie la comida, nunca al final, porque provocas que los comensales contesten con la boca llena, lo que es de mala educación.

En México es de mal gusto no dejar propina

El tema de dejar propina o no puede ser un poco confuso: si no dejas, eres tacaño; pero si dejas demasiada, puedes ofender. Lo ideal es adaptarse a las costumbres de cada país. 

La propina en México es una forma de reconocer el buen servicio brindado por el personal y el establecimiento. La propina no es obligatoria en nuestro país; si no te agradó el servicio puedes omitirla, como lo avala la Ley Federal de Protección al Consumidor. Sin embargo, se puede considerar de muy mal gusto no dejar propina, ya que en México considera un complemento de los bajos sueldos en el sector.

Para evitar confusiones y no quedar en ridículo, te dejo está lista de las constumbres en otros países.

Países donde no se deja propina: Japón, China, Paraguay, Singapur.

Países donde no la esperan y es opcional: Grecia (5%-10%), Australia (10%), Nueva Zelanda (5%-10%), Islandia (5%-10%), Dinamarca (5%-10%), Finlandia (5%-10%) y Noruega (10%).

Países donde no es obligatoria pero la esperan:

  • 5 – 10% – Alemania (debes dársela al camarero), Rusia y Ucrania
  • 10% – Francia, Brasil, Argentina,Chile y Uruguay, Rumania, Austria, Polonia y Suecia; mientras que en Tailandia y Filipinas solo dan propina los turistas.
  • 10 -15% – Hungría (debes dársela al camarero), Egipto, Marruecos, Sudáfrica y Túnez; mientras que en Turquía, si es un lugar de lujo debe ser de 20% y en la mano.
  • 15% – Holanda, Italia y Portugal

Países donde no es obligatoria pero es de mal gusto no dejar: Reino Unido, México (10%-15%) y Cuba (10%)

Países donde es casi-obligatoria para completar sueldos: Estados Unidos (15%-20%), Canadá (10%-15%), India (10%) y República Checa (5%-15%)

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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