Los trabajadores necesitan buenas organizaciones donde trabajar y las organizaciones buenos trabajadores. Pero, lo diré mejor desde la perspectiva del bienestar que pregono: Las organizaciones necesitan trabajadores felices; y los trabajadores necesitan organizaciones que se preocupen por brindarles las condiciones para hacer realidad su felicidad. Así, ambas partes construyen organizaciones felices que comparten experiencias y riqueza.
¿Qué significa esto? Que el encuentro es necesario.
Son el binomio perfecto, el complemento que sueña cualquier líder de una organización o el que anhela quien busca un proyecto donde ofrecer sus habilidades.
Los trabajadores felices saben distinguir oportunidades en medio de la adversidad
Lo he venido diciendo en las últimas entregas, los colaboradores felices son personas que saben distinguir oportunidades en medio de las adversidades; no se paralizan ante las dificultades, aportan ideas sin pichicaterías y entregan su esfuerzo y talentos.
Las organizaciones de bienestar disponen para sus colaboradores las condiciones para que sus equipos trabajen a gusto y cubran sus necesidades personales de bienestar; aprovechen sus habilidades naturales, vivan experiencias laborales positivas y comprendan que lo que hacen juntos tiene trascendencia. Esto no solo para el binomio que han formado, sino para la sociedad entera.
La noticia que hoy quiero darles es que estamos buscando organizaciones felices, nos gustaría identificarlas, reconocerlas, mostrarlas, aprender de ellas y también intercambiar experiencias.
¿Cómo medir las cualidades de organizaciones positivas?
En el Instituto de Ciencias del Bienestar y la Felicidad (ICBF) de la Universidad Tecmilenio hemos desarrollado un modelo para medir sus cualidades como organizaciones positivas.
Lo llamamos Modelo BEAT; utiliza las metodologías científicas desarrolladas en los últimos años para medir y desarrollar el ambiente de bienestar en las personas y en las organizacione. Lo hace a través de la psicología positiva, liderazgo positivo y otras ciencias y disciplinas médicas, de gestión empresarial o económicas.
Consideramos que una organización con enfoque de bienestar tiene como primer paso el procurar el bienestar físico de sus colaboradores; esto es algo que incluye un pago justo por su trabajo, pero que va más allá de ello. Implica un compromiso por brindar las condiciones óptimas para su salud física y espiritual dentro y fuera del trabajo.
También se ha demostrado que una organización genera bienestar cuando se enfoca en fomentar el uso de las fortalezas intrínsecas de sus colaboradores; de esta manera ellos se sienten seguros aprovechando lo que dominan y florecen con mayor facilidad.
Ambientes laborales positivos
Aquí se incrusta algo fundamental para que, a la par, también florezca la organización: se deben permitir ambientes laborales positivos. Hablo desde simples espacios o momentos de recreo, hasta la libertad de expresar ideas, gustos o preferencias en las reuniones de trabajo. ¿Cuántos de los colaboradores prefieren no compartir sus proyectos, no señalar los errores que detectan, ni las oportunidades que miran, porque no generamos esos ambientes positivos donde puedan expresarse con confianza? Al final, son millones de pérdidas.
Por último, lo más indispensable, una organización de bienestar tiene, muestra y comparte un propósito trascendental que hace el trabajo significativo. Cuántas veces no sentimos lo ingrato que significa acudir al centro laboral a apretar el mismo tornillo, pero nadie nos ha dicho que con ello llegaremos a Marte o perforaremos un pozo para dar agua a poblaciones pobres que no la tienen. Eso cambia la perspectiva de todo.
Decía pues, que en el ICBF estamos buscando a las organizaciones que hacen todo esto o que tienen la intención de hacerlo.
Juntos podemos aprender, pero también soñar que podemos generar la mayor de las riquezas: colaboradores y organizaciones positivas que por contagio hagan de este mundo un mundo feliz.
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