• Ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) descubrieron un mecanismo totalmente nuevo para generar electricidad.
  • Tras varios años de investigaciones, los especialistas detallan que esta electricidad no dependerá de cables.
  • Esta energía, que en parte se extrae del medioambiente, podría usarse para la alimentación de robots.

La humanidad ha utilizado diferentes formas de generar electricidad a lo largo de la historia, algunas más contaminantes que otras. Sin embargo, ¿qué ocurriría si los investigadores hubieran dado con una manera para extraerla directamente del medio ambiente y sin necesidad de cables?

Desde 2005, Michael Strano, profesor de ingeniería química en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), realiza estudios sobre los nanotubos de carbono y su capacidad de generar ondas termoeléctricas, mediante el recubrimiento con combustible, pulsos de calor o el viaje de ondas de este tipo a través de ellos. En 2010, consiguió demostrarlo finalmente y publicó los resultados en Science.

Ahora, el equipo investigador de Strano dio un paso más y consiguió generar electricidad mediante el uso de pequeñas partículas de carbono. Estas interactúan con un líquido —un disolvente orgánico conocido como acetonitrilo— que se encarga de extraer electrones de estas partículas.

“Esta forma de generar energía es completamente nueva”, explicó Strano. «Esta tecnología es intrigante porque todo lo que tiene que hacer es hacer fluir un disolvente a través de un lecho de estas partículas; esto te permite hacer electroquímica, pero sin cables».

Esta corriente generada, según explicaron los investigadores en Nature, se podría utilizar para alimentar robots a micro y nanoescala. Esa es una aplicación de vital importancia para la industria, sin necesidad incluso de instalar almacenamientos de energía.

Cómo alimentar de energía a los robots

En este estudio más reciente, el equipo de Strano fue capaz de demostrar que eran capaces de impulsar una reacción conocida como oxidación del alcohol, orgánica. Lo curioso de este tipo de oxidación es que se recolecta directamente del medio ambiente. Es algo totalmente novedoso y que, en un futuro, podría usarse en robots a escalas micro y nano, para usarlos como sensores ambientales o de diagnóstico.

«Significa que no es necesario instalar el almacenamiento de energía», dijo el investigador. «Lo que nos gusta de este mecanismo es que puede tomar la energía, al menos en parte, del medioambiente».

En este sentido, el método que siguieron los ingenieros del MIT fue recubrir los nanotubos de carbono con un material muy parecido al teflón de los sartenes. Este mecanismo causó que los electrones fluyeran desde la parte recubierta hasta aquella que no lo estaba. Así, consiguieron generar corriente eléctrica: 0.7 voltios de electricidad por cada partícula, en un solo tubo de ensayo.

Más adelante, los electrones se pueden extraer mediante la inmersión de estas partículas en el líquido mencionado. Es decir, que solo serían necesarios para generar electricidad estos nanotubos más dicho líquido. 

«El disolvente quita electrones y el sistema intenta equilibrarse moviendo electrones», ha asegurado Strano. «No hay una química de batería sofisticada en el interior. Es solo una partícula, la pones en solvente y comienza a generar un campo eléctrico«.

Uno de los coautores, Ge Zhang, estudiante de posgrado del MIT, garantiza, además, un hecho realmente vanguardista: «Las partículas pueden hacerse muy pequeñas y no requieren cables externos para impulsar la reacción electroquímica». Su aplicación en la rama industrial llegará en los próximos años, probablemente, revolucionando este campo.

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