- Se dice que Tinkoff, fundada por un millonario ruso, creció en popularidad en medio de la invasión de Ucrania.
- Ahora, las empresas tecnológicas occidentales lo utilizan para pagar a los trabajadores rusos.
- El banco Tinkoff es como una "popotito de café que permite el paso de dólares occidentales a Rusia", dijo una fuente.
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Rusia y sus ciudadanos sienten el efecto de las fuertes sanciones financieras de Occidente por la invasión de Ucrania; con empresas internacionales y banca de consumo cortando sus operaciones en el país. Sin embargo, Tinkoff Bank, un neobanco ruso, sigue en funcionamiento. Y de repente se convirtió en el método de acceso a pagos de muchos trabajadores tecnológicos del país que laboran en empresas occidentales.
«Es el popote delgadito del café que permite el paso de dólares occidentales a Rusia», dijo a Insider una persona de la industria tecnológica con conocimiento del banco. Pero habló bajo condición de anonimato debido a la confidencialidad de la información. Insider conoce la identidad de esta persona.
Como otros neobancos, Tinkoff no tiene sucursales físicas, pero parece ser el único banco operado por Rusia capaz de recibir transferencias de bancos occidentales. Sin él, se habrían cortado los lazos con el país.
De hecho, publica en Twitter y Telegram los pasos sobre cómo cambiar dólares para maximizar el valor de los rublos; actualiza a los clientes sobre cuánta moneda se puede cambiar a la vez y cómo sacar dinero de los bancos rusos sancionados y ponerlo en sus cuentas Tinkoff.
Hasta ahora, Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea han cortado lazos con todas las principales instituciones bancarias de Rusia; y se centran en los activos y el poder financiero de algunas de las familias rusas más ricas.
Incluso el fundador de Tinkoff, Oleg Tinkov —un rico ruso— afirma que la invasión le quitó su condición de multimillonario, fue sancionado personalmente por el Reino Unido la semana pasada. Sin embargo, Tinkoff se libra de todas esas acciones; lo que resulta en un aumento en la popularidad del banco, dijo la fuente.
Trabajadores de empresas de tecnología reciben sus pagos a través del neobanco Tikoff
Ahora es una práctica habitual que los trabajadores de tecnología rusos fuera del país estén «requeridos para abrir» una cuenta Tinkoff para recibir el pago, dijo la fuente. La mayoría de estas empresas no sabían nada de Tinkoff antes de la invasión y gravitaron hacia él por necesidad; es uno de los pocos bancos rusos que aún puede aceptar transferencias de empresas fuera de Rusia.
Incluso los trabajadores que ahora deben usar el banco nunca habían oído hablar de él. «No está del todo claro por qué se le permite operar a este banco ruso», agregó la fuente.
Un reclutador de tecnología nacido en Rusia —a quien se le otorgó el anonimato para hablar sobre las acciones por y contra el país— dijo que Tinkoff no ha sido sancionado porque «no se le ve como un banco controlado por el estado».
Fundado en 2006 en Moscú, Tinkoff ya estaba creciendo en popularidad entre los trabajadores de tecnología, dijo el reclutador. El año pasado, el banco tenía poco más de 20 millones de clientes, frente a los 13 millones de 2020.
«Pero ahora, por supuesto, la cantidad de personas que comienzan a usar el banco ha aumentado ya que no está bajo sanciones», agregó el reclutador que pidió a Insider el anonimato.
Un representante del Departamento del Tesoro de Estados Unidos se negó a comentar sobre Tinkoff y dijo que la agencia no habló sobre sanciones o deliberaciones. También, un representante de la oficina de asuntos exteriores y política de seguridad de la Unión Europea se negó a comentar, citando la confidencialidad. Pero agregó que «nada está fuera de la mesa» cuando se trata de nuevas sanciones dirigidas a Rusia.
En tanto, la Oficina de Relaciones Exteriores, Commonwealth y Desarrollo del Reino Unido se negó a comentar. Las principales empresas de tecnología con trabajadores en Rusia, como Apple, Google y EPAM Systems, no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Un portavoz de Tinkoff, que opera en un dominio web ruso, cotiza en la Bolsa de Valores de Londres y opera desde Chipre, según comunicados de prensa oficiales, dijo que el banco estaba «operando en estricto cumplimiento de todas las leyes y regulaciones aplicables».
Las sanciones occidentales contra Rusia afectan a todo tipo de ciudadanos trabajadores
Por su parte, Tinkoff aseguró a los clientes en Twitter hace dos semanas que tenía suficiente plástico para emitir tarjetas de débito; ante los temores de que se agotaran. Recientemente, cuando los usuarios tuvieron problemas para iniciar sesión en sus cuentas, la empresa volvió a tranquilizarlos; los retrasos se deben a la cantidad de usuarios de la aplicación y no a las sanciones.
Si bien opera para los rusos en el país y los muchos que huyeron al extranjero (el Instituto de Finanzas Internacionales estimó que al menos 200,000 rusos —en su mayoría los bien educados y con recursos— abandonaron el país en el último mes), Tinkoff todavía lidia con algunos problemas relacionados con la invasión.
De hecho, las quejas de los clientes sobre la fluctuación de la moneda, las regulaciones de retiro y las acciones de las empresas tecnológicas individuales aumentan en Twitter y Telegram. Una nueva ley rusa exige que todos los ciudadanos mantengan sus tenencias bancarias en al menos 80% de rublos.
Un usuario ruso de Tinkoff que se mudó a Armenia debido a la invasión —y pidió permanecer en el anonimato— dijo a Insider que cuando intentaron cambiar rublos por drams armenios, Tinkoff simplemente bloqueó su tarjeta sin explicación.
Otro trabajador tecnológico ruso, que se fue del país a Turquía en medio de la invasión, dijo que su tarjeta Tinkoff también fue bloqueada. Tuvo problemas para que una empresa europea le pagara por su trabajo y pidió a un colega en Chile que aceptara el pago en su nombre a través de PayPal.
“Los trabajadores tecnológicos aquí están en una situación muy difícil en este momento”, dijo. «Tenemos que inventar diferentes formas de recibir pagos».
Si bien acababa de recibir una tarjeta bancaria turca, las transferencias directas aún funcionaban a través de su tarjeta Tinkoff, y esa era la única opción que tenía para transferir dinero a amigos y familiares que aún estaban en Rusia, dijo.
“Este tipo de sanciones están afectando a la parte más liberal de la sociedad rusa: personas que no están de acuerdo con Putin y se ven obligadas a abandonar Rusia”, agregó.
El neobanco Tinkoff no funciona con la flexibilidad que necesitan los rusos
Mientras, Tinkoff intenta ingresar al sistema operativo de tarjetas UnionPay de China, pero no ha podido hacerlo.
Cuando Apple y Google rompieron lazos el viernes con el sistema ruso de pagos con tarjeta Mir, eliminando lo que hasta entonces se había descrito como una «laguna legal» para los rusos que utilizan Apple Pay y Google Pay, Tinkoff publicó un emoji de cara triste en su canal de Telegram en idioma ruso.
«No olviden traer plástico o retirar efectivo», escribió a los clientes. También, el banco aclaró rápidamente a los clientes que las nuevas sanciones del Reino Unido contra Tinkov no afectaron a la empresa de ninguna manera. Dijo que Tinkov ya no tenía una participación mayoritaria en el holding que fundó para operar el banco, TCS Group Holding.
El dueño del neobanco, Tinkov, dijo en Instagram que ahora era solo un «pequeño accionista» y un «jubilado» que no tuvo un puesto formal en la empresa desde finales de 2020.
“Rezo para que estos tiempos locos terminen pronto”, escribió. «¡Es una pena para las personas, TODAS las personas y de todos lados! ¡La vida humana no tiene precio!» Tinkov, quien ha estado luchando contra la leucemia durante varios años, dijo.
Este es el empresario que creó el único neobanco que aún hace operaciones fuera de Rusia
Tinkov fue una vez ciudadano estadounidense. Se naturalizó en 1996, según los registros del Departamento de Justicia. Esto fue más o menos cuando estaba tomando clases de marketing en la Universidad de California, Berkeley, le dijo a The New York Times en 2004 para una historia sobre el éxito de su cadena de microcervecerías en Rusia y una compañía de cerveza premium.
Antes de eso, había fundado una empresa de alimentos envasados, que luego vendió a Roman Abramovich, ahora uno de los rusos más ricos. También, Abramovich recibió sanciones personales desde que comenzó la invasión. Anteriormente, Tinkov incursionó en la electrónica al por mayor. Pero es el banco el que parece haber sumado más a su gran fortuna.
Habiendo crecido bajo el dominio soviético, Tinkov estaba feliz de tener una forma de capitalismo en Rusia, le dijo al Times. Y le gustaba empujar los límites culturales más conservadores de su país, transmitiendo comerciales sexualmente sugerentes para su cerveza. Pero también le dijo a The Times que ya había «malas señales» sobre lo que los políticos rusos estaban dispuestos a tolerar, como el arresto y el exilio de líderes empresariales después de hablar en contra de las acciones del gobierno.
«Pero el capitalismo sigue siendo mejor que el comunismo», dijo Tinkov. «Eso fue horrible.»
Vendió el negocio de la cerveza al año siguiente por 200 millones de dólares. Casi de inmediato fundó el banco, nuevamente dentro de Rusia, como Tinkoff Credit Services y rápidamente recibió alrededor de 40 millones de dólares (mdd) en respaldo de Goldman Sachs.
En 2013, la empresa se hizo pública y recaudó 1100 mdd, lo que aumentó significativamente la riqueza de Tinkov. Unos días después de hacer pública su empresa, Tinkov fue a Moscú para renunciar a su ciudadanía estadounidense. El Departamento de Justicia hizo referencia a este cronograma al condenarlo por evasión de impuestos el año pasado. Se le exigió que pagara 500 mdd en impuestos atrasados, intereses y multas, dijo el departamento.
Si bien afirma que ya no es multimillonario, y se opone al término oligarca, Tinkov parece tener un estilo de vida excepcionalmente lujoso para un jubilado.
Al parece está en México, según varias publicaciones de él y su familia en las redes sociales; en el país tiene una villa que también ofrece en alquiler, según el Daily Mail. Su yate, La Datcha, ha estado en la zona desde principios de marzo, según el rastreador de Marine Traffic. Además, Tinkov posee varias grandes propiedades y villas en Francia, Italia y Rusia.
«Quedarse en Cabo siempre es la mejor manera de comenzar el año», escribió la hija de Tinkov, Daria, en Instagram unas dos semanas antes de la invasión. Desde entonces no ha hecho publicaciones.
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