- La nave espacial OSIRIS-REx de la NASA comenzó el lunes su viaje de regreso a la Tierra.
- OSIRIS-REx pasó cinco años en el espacio, dos de ellos estudiando al asteroide Bennu y recolectando muestras para traerlas de regreso a nuestro planeta.
- El viaje de regreso de esta nave espacial tomará dos años y medio, y se espera que llegue a la Tierra en septiembre de 2023.
Tras casi cinco años en el espacio, la nave espacial OSIRIS-REx de la NASA comenzó el lunes su viaje de regreso a la Tierra después de recolectar restos del asteroide Bennu, ubicado a unos 320 millones de kilómetros de nuestro planeta.
OSIRIS-REx llegó a Bennu, del tamaño de un rascacielos, en 2018. Durante dos años, la nave espacial estudió el asteroide, examinando su superficie y recolectando muestras para, eventualmente, traerlas de regreso a la Tierra.
«Los muchos logros de OSIRIS-REx demostraron la forma audaz e innovadora en la que se desarrolla la exploración en tiempo real», dijo Thomas Zurbuchen, administrador asociado de ciencia en la sede de la NASA. «El equipo aceptó el desafío, y ahora tenemos una pieza primordial de nuestro sistema solar que regresa a la Tierra, donde muchas generaciones de investigadores pueden descubrir sus secretos».
El viaje de regreso de OSIRIS-REx tomará dos años y medio, y la agencia espera que llegue a la Tierra en septiembre de 2023. La nave espacial luego expulsará una cápsula que contiene las muestras del asteroide, que la NASA dice aterrizará en una zona remota de Utah.
¿Qué logró la misión de la nave espacial OSIRIS-REx de la NASA en el asteroide Bennu?
La nave espacial OSIRIS-REx, de 800 millones de dólares y el tamaño de una minivan, construida por Lockheed Martin, se lanzó al espacio en 2016. Su objetivo era tomar y devolver la primera muestra estadounidense de materiales de asteroides prístinos. Japón es el único otro país que ha logrado una hazaña similar.
Su misión reveló muchos de los secretos del asteroide Bennu— que se formó en los primeros días de nuestro sistema solar— y entregó pistas sobre su consistencia similar a un montón de escombros y su terreno superficial, que resultó ser mucho más rocoso y accidentado de lo que inicialmente se esperaba a partir de las observaciones del telescopio terrestre.
La nave espacial encontró rastros de moléculas de hidrógeno y oxígeno -parte de la composición del agua y, por lo tanto, la posibilidad de vida- incrustadas en la superficie rocosa del asteroide, dijo Dante Lauretta, investigador principal de la misión OSIRIS-REx, en 2018.
La NASA indicó que las muestras se distribuirán a los laboratorios de investigación de todo el mundo; sin embargo, 75% de estas se conservarán en el Centro Espacial Johnson, en Houston. Esto con la finalidad de que las generaciones futuras las estudien con tecnologías aún no creadas.
Los asteroides se encuentran entre los restos de la formación del sistema solar hace unos 4,500 millones de años. Una muestra podría contener pistas sobre los orígenes de la vida en la Tierra, dicen los científicos.
Con información de Reuters.
