- La organización del Mundial de Qatar 2022 destapó numerosos abusos a derechos humanos en el país, especialmente hacia trabajadores migrantes.
- Ante las acusaciones, la FIFA facilitó una plataforma dedicada a denunciar abusos a los derechos humanos durante la Copa del Mundo en Qatar.
- Rumbo al Mundial 2026, la FIFA incluyó como criterio de selección que no existan consecuencias negativas en los derechos humanos del país anfitrión.
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El Mundial de Qatar 2022 ha sido acompañado de numerosas denuncias por violaciones a los derechos humanos, que van desde discriminación a minorías, hasta condiciones de trabajo precarias para quienes construyeron la infraestructura para la Copa del Mundo.
Qatar es uno de los 70 países en los que la homosexualidad es ilegal y las mujeres en ese país, como en otros donde el Islam es la religión oficial, se enfrentan a numerosas discriminaciones asentadas tanto en la ley como en la práctica, según Amnistía Internacional.
Pero los abusos no se limitan a los habitantes de ese país. Para cumplir las demandas de infraestructura que conllevan ser la sede mundialista, Qatar contrató a miles de trabajadores migrantes de países como India, Nepal y Bangladesh.
El medio The Guardian reporta más de 6,500 muertes de trabajadores migrantes entre 2010 y 2020; Amnistía Internacional reporta que esta cifra asciende las 15,000 personas. Las autoridades de Qatar registraron el 70% de ellas como muertes naturales, pero diversos organismos de derechos humanos las relacionan a las condiciones de trabajo a las que fueron expuestos.
Este Mundial ha llamado la atención sobre las prácticas laborales, no sólo en Qatar sino en el Golfo Pérsico en general. De acuerdo con Human Rights Watch, el sistema «kafala» es un modelo de trabajo aplicado en Medio Oriente equiparable con la esclavitud. Se trata de un “sistema de patrocinio” para las empresas en varios países de la península arábiga que hace que los trabajadores migrantes apenas tengan derechos, explica The Conversation.
Las visas de trabajo son garantizadas por un empleador que tiene el control total de los trabajadores y de su estatus migratorio. Esto da pie a numerosos abusos, incluyendo que el trabajador vea su pasaporte confiscado y no pueda salir del país ni cambiar de trabajo sin autorización de su empleador.
De acuerdo con un reportaje de Insider, Qatar dijo que dejó de usar el sistema kafala en 2016, pero grupos de derechos humanos afirman que en realidad nunca desapareció.
«Incluso después de que se introdujeran reformas en 2016, 2017 y 2018, se siguen documentando prácticas propias del sistema kafala, como la confiscación de pasaportes, fraude salarial y la represión de huelgas por falta de pagos de salarios o por las malas condiciones de trabajo», explicó a Insider Minky Worden, Directora de Iniciativas Globales de Human Rights Watch.
Rusia y Qatar, países autoritarios y sedes mundialistas
Un gráfico realizado por Statista ilustra que, de todos los países que han sido sede de la Copa del Mundo desde 1930, tres de ellos tenían un gobierno autoritario en el momento en el que fueron anfitriones:
- Argentina en 1978, bajo la dictadura de Jorge Rafael Videla.
- Rusia en 2018, con el gobierno encabezado por Vladimir Putin desde el año 2000.
- Qatar en 2022, considerado como “régimen autoritario” en el índice de democracia elaborado por The Economist.
Más infografías en StatistaPor dos mundiales consecutivos (2018 y 2022), la FIFA ha elegido como anfitrión a un país con gobierno autoritario, sin elecciones libres o con violaciones a los derechos humanos, de acuerdo con Freedom House.
¿Qué acciones va a tomar la FIFA?
En su página oficial, la FIFA abrió una plataforma dedicada a recibir quejas relacionadas con abusos y violaciones a los derechos humanos durante el Mundial de Qatar.
«La FIFA ha previsto el mecanismo de denuncias sobre derechos humanos para todas las personas que deseen informar de situaciones preocupantes en materia de derechos humanos relacionadas con la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022», se lee en la plataforma.
De acuerdo con la FIFA, toda queja será atendida e investigada por un equipo especializado derechos humanos con la ayuda de un asesor independiente, y resuelta un plazo no mayor a cinco días laborales, o 72 horas para casos urgentes.
«La solución podrá adoptar la forma de disculpa, reconocimiento, restitución, rehabilitación, indemnización económica o de otra índole, cambios en procedimientos y procesos, o remisión del caso a la justicia ordinaria», asegura.
Además, en la «Guía sobre la Selección del organizador de la Copa del Mundo 2026«, la FIFA establece como criterio de selección una «evaluación de los riesgos y beneficios que plantea cada candidatura, incluyendo posibles consecuencias negativas sobre los derechos humanos derivadas de la competición». Esta cláusula fue agregada en 2017, aplicable por primera vez para el proceso de selección del Mundial 2026.
«Las organizaciones de derechos humanos esperamos dar más de una lección. La idea es que ya no se celebren mundiales plagados de abusos contra los derechos humanos y que el bello juego del futbol no se asocie con la muerte de trabajadores migrantes», dijo Worden.
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