- La libertad es lo que guía a Talhía a tomar su motocicleta, un Indian Scout edición de aniversario, a rodar.
- En dos años Talhía lleva más de 25,000 kilómetros recorridos a lo largo del país junto con su grupo de mujeres motociclistas o sola.
- "Ya somos pilotos y es muy bonito tener esa libertad y ese control absoluto de lo que te está pasando cuando ruedas", dijo Talhía.
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La libertad es lo que guía a Talhía a tomar su motocicleta, una Indian Scout, a rodar. En dos años ha manejado más de 25,000 kilómetros a lo largo del país junto con su grupo de mujeres motociclistas o sola, de norte a sur, y del Pacífico al Golfo de México.
Su más reciente recorrido fue desde Baja California, pasando por Mazatlán, Sinaloa; Tequila, Jalisco y hasta llegar a Ciudad de México, todo sobre su moto que la hace sentirse libre.
La también abogada y escritora es integrante de un grupo de mujeres motociclistas, llamadas Las Patronas, donde el objetivo es la pasión por las motos sin ningún liderazgo.
La sororidad entre motociclistas mujeres más allá del código biker
Talhía cuenta que este grupo, creado en plena pandemia en 2021, le ha brindado sororidad y hermandad con sus 21 compañeras.
«Este es un grupo de amigas; no es un motoclub, no hay reglas específicas, no hay una lidereza específica y nos rolamos las tareas dentro del grupo. Lo que realmente nos une es la pasión por las motos. Hay una diversidad: arquitectas, paramédicos, abogadas, madres y lo que nos une es la pasión por el viento, por rodar», dijo.
El «código biker» , asegura Talhía es tan solo una de las pruebas de la hermandad dentro de la comunidad de motociclistas. «Este es un ejercicio constante de hermandad, un ejercicio constante de aprender a ser amiga y ser mejor hermana en este tema»
«Una solidaridad con las mujeres mismas que va más allá de solo ser amigas, esto es un código muy bonito biker que las mujeres nacemos con ello y ahora lo estamos practicando más», agregó.
Dejar de ser las copilotos y convertirse en mujeres motociclistas
Su pasión por las motos nació de su padre, quien manejó una moto toda la vida, y ella era la copiloto. Con su esposo realizó viajes en carretera por Estados Unidos y México, pero ahora Talhía asegura que el manejar le da libertad.
«Mi padre toda la vida anduvo en motos, después mi esposo anda en moto y justo fue en un viaje a Estados Unidos, que fui de copiloto y dije ‘¿por qué no?’. Y siempre me ha gustado sobresalir en lo que hago y tomar el control de las cosas, eso es bien bonito», agregó.
Con respecto a si han sido discriminadas por su género, Talhía sostiene que no, pero asegura que antes se consideraba a las mujeres dentro del mundo biker como el adorno de los hombres y se tenía una imagen sexualizada.
Sin embargo, ahora existe una apertura mental creada de las mujeres motociclistas para ellas, para poder tomar el control: «Ya somos pilotos y es muy bonito tener esa libertad y ese control absoluto de lo que te está pasando cuando ruedas».
Las motos pueden dar esa valentía
Tras dejar de ser las copilotos de los hombres, las mujeres bikers ahora se perciben valientes y empoderadas en el momento de rodar a través del país junto con amigas y sus motocicletas.
«Cada cosa en la que somos valientes es un paso para nosotras en el ámbito que quieras; para mí, como abogada, motociclista, escritora o deportista, como mujer. Ese impulso divino a ser valiente, las motos te lo obsequian».
No obstante, en su experiencia no ha faltado el hombre «macho» que le cuestiona su saber de las motocicletas, «No falta el macho el discriminador, ‘¿manejas moto y cuánto tiempo llevas?’, pero en mi experiencia han sido los menos», dijo.
¿La vida del motociclismo es cara?
«Puede ser una vida loca carisima, mas no tiene que serlo», dijo Talhía. Lo importante es la seguridad ante todo, debido a que se debe tener un casco certificado, una chamarra con protecciones adecuadas, guantes y calzado.
«Ya no es tema de verse bonita, es rodar seguras y es lo más importante», dijo.
«Sí puede variar, sí adquieres un estatus con la moto; sí es caro, dependiendo de lo que quieras hacer y dónde quieres ir a rodar y utilizas tu moto. Además hay segmento para toda la comunidad», agregó.
Talhía recomienda a las mujeres que quieran rodar más adelante que lo hagan, «descarten los prejuicios, el qué dirán y lo experimenten. No hay cosa más bonita que rodar, que tener el viento en la cara y sentir la libertad y control de ti misma».
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