• Martha Méndez tuvo un aborto espontáneo sin saber que estaba embarazada y fue acusada de intentar terminar con su embarazo de manera ilegal.
  • Según datos del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), 172 personas en México fueron encarceladas por aborto ilegal en 10 años.
  • La despenalización del aborto ofrece una mayor seguridad a los colectivos feministas que ayudan a las mujeres a interrumpir sus embarazos.

Cuando una enfermera llegó a la cabecera de la cama de Martha Méndez con un feto y le dijo que pidiera perdón a su hijo no nacido, ella solamente se resignó a le tocaría pagar sentencia en prisión.

Era marzo de 2015, y horas antes, Méndez había llegado a un hospital en Veracruz con dolores y calambres estomacales.

Ella no sabía que estaba embarazada ya que se lo habían diagnosticado como gastritis. Tampoco sabía que el medicamento que le recetaron meses antes, podía provocar un aborto espontáneo, explicó.

Después, tanto el personal médico como la autoridad local la acusaron de autoinducirse su propio aborto. Esto desató una batalla legal que llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

El tribunal se negó a pronunciarse sobre la situación de Méndez, que logró evitar la cárcel mediante amparos legales y archivaran su caso. Mientras que Martha vio conmocionada cómo la Corte de Veracruz declaraba la despenalización del aborto.

«Me dio muchísima alegría», dijo a Reuters por teléfono. «Es una parte de sentirse libre después de todo lo que me pasó», agregó.

Según el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), 172 personas en México fueron encarceladas por aborto ilegal desde enero de 2010 hasta enero de 2020. Y otras 3,500 mujeres, fueron acusadas ​​del crimen.

A excepción de Oaxaca, Veracruz, Hidalgo y Ciudad de México, los demás estados prohíben la interrupción del embarazo, a menos que sea un caso de violación.

El fallo unánime del martes no anuló esas prohibiciones, pero si sentó un precedente para que los jueces no puedan condenar a las personas por tener abortos ilegales o ayudar en ellos.

Los defensores del aborto afirman que eliminar la amenaza de prisión para quienes buscan someterse a este procedimiento, es la parte más importante de la despenalización del aborto.

«Ahora todas las mujeres saben que si deciden abortar no serán criminalizadas, no serán perseguidas», dijo Verónica Cruz, cofundadora del grupo de defensa Las Libres con sede en Guanajuato.

No más cárcel para mujeres y acompañantes

Reuters no pudo determinar cuántas personas en México están actualmente encarceladas por abortos ilegales. Tampoco fue posible contactar a ninguna de inmediato.

Arturo Zaldívar, presidente de la SCJN, indicó en una conferencia de prensa el miércoles que no sabía el número de gente encarcelada; pero que la criminalización del aborto ha afectado principalmente a las mujeres más pobres.

«Las niñas ricas siempre han abortado pero nunca han caído en prisión», señaló.

El Gobierno Federal no publica datos sobre cuántas personas han sido encarceladas por tener o ayudar en abortos ilegales; pero los datos delictivos disponibles públicamente muestran que se abrieron 432 investigaciones en lo que va de 2021.

Durante años, los defensores de los derechos reproductivos en México han buscado rastrear estos casos y brindar apoyo legal a las acusadas. Algunas de ellas aseguran que fueron criminalizadas después de abortos espontáneos.

Esto también significa mayor protección para las activistas que ofrecen acompañamiento

La decisión de la corte se produjo en respuesta a una ley de 2017 en Coahuila, que estableció una sentencia máxima de tres años de cárcel por tener un aborto o asistir en uno.

La despenalización del aborto invalida la ley de Coahuila y facilita que los defensores reten las restricciones a la interrupción del embarazo en todo el país.

La resolución también ofrece una mayor seguridad a los miembros de las decenas de colectivos feministas que durante años han ayudado a las mujeres a interrumpir sus embarazos, con medicamentos como el misoprostol.

Las Libres, fue uno de los primeros grupos en México en comenzar a brindar ese «acompañamiento» a las mujeres. Les ofrecen apoyo emocional e información práctica basada en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Desde principios de los 2000, han ayudado a miles de mujeres a acceder a un aborto autoinducido, revela Cruz.

Entre las que se sumaron a este esfuerzo está Méndez. Ahora vive en Guanajuato con su hijo, de 9 meses. Ayuda a mujeres en el proceso de tomar las pastillas en casa para abortar.

«Ahora me siento más segura de poder auxiliar a las otras mujeres», señaló.

Con información de Reuters.

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