• La asignación social de actividades o labores a la mujer, como el trabajo en el hogar o de la familia, genera que solo 4 de cada 10 mujeres puedan tener acceso al mercado laboral en México.
  • Estos trabajos feminizados propician a que la mujer se quede en el ámbito de lo privado y ocasionan una dependencia económica en la mujer.
  • Las mujeres que lograr superar los obstáculos también deben enfrentar la brecha salarial, la cual es de 1,162 pesos mensuales, según el INEGI.

La asignación social de actividades o labores a la mujer, como el trabajo en el hogar o de la familia, genera que solo 4 de cada 10 mujeres puedan tener acceso al mercado laboral en México.

Según el reporte sobre exclusión económica y precaridad laboral de las mujeres en México de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, 26 millones de mujeres no cuentan con un ingreso propio en el país.

Estos trabajos feminizados propician a que la mujer se quede en el ámbito de lo privado realizando el trabajo de cuidados, mismos que no están remunerados y ocasionan una dependencia económica.

De acuerdo con Indra Rubio, coordinadora del programa de Género y Derechos Económicos Sociales Culturales y Ambientales del ILSB, las mujeres dedican 25 horas a las actividades domésticas en una semana; es decir, un día y una hora.

Además, la sociedad ha asumido que las mujeres «por naturaleza deben hacer esos labores», dijo Indra. Por cada hombre en el trabajo de cuidados hay 11 mujeres.

7 de cada 10 mujeres no pueden comprar una canasta básica

Las mujeres que llegan al mundo laboral deben enfrentar condiciones precarias por su labor, siendo que el 72% se enfrenta a bajos salarios; el 62% falta de seguridad social y el resto no cuenta con contratos estables u horarios fijos.

No obstante, incluso las mexicanas que logran superar los obstáculos de un techo de cristal o del piso pegajoso, también deben enfrentar la brecha salarial. De acuerdo con el reporte, solo 6% de las mexicanas ganan más de 12,000 pesos mensuales.

En promedio una mujer gana 668 pesos menos que un hombre en una jornada completa. Por ello, las mexicanas tendrían que trabajar 34 días para obtener el mismo ingreso que los hombres en un mes.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la brecha salarial entre hombres y mujeres es de 1,162 pesos mensuales, lo que genera un impedimento para una autonomía económica.

Mientras que, el Instituto Mexicano del Seguro Social reporta que el salario promedio de hombres es de 416.4 pesos frente a los 363.5 pesos de las mujeres, siendo una diferencia de 14.6%.

Avances en políticas públicas para reducción de brecha salarial

El pasado 18 de noviembre, las comisiones de Trabajo y Previsión Social; Para la Igualdad de Género; y de Estudios Legislativos, hicieron modificaciones a 14 leyes para hacer frente a la brecha salarial.

La iniciativa impulsada por la senadora Claudia Ruiz Massieu propone cuatro puntos:

  • Establecer una herramienta de denuncia para actos de discriminación salarial.
  • Inspectores de Trabajo deben monitorear que no se realicen actos de discriminación contra las mujeres.
  • Crear un Sistema Público de Monitoreo de Prácticas Salariales y Normas del Trabajo, el cual permitirá identificar a empleadores que discriminan a mujeres
  • Establecer en la Ley Federal del Trabajo que los salarios deben fijarse en criterios objetivos que tomen en cuenta calificaciones laborales

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