- México cuenta con todo el potencial para ser uno de los principales productores de biodiésel en el mundo.
- SOLBEN es un ejemplo de una empresa altamente competitiva que ya produce biodiésel en México.
- Hace falta una alianza entre el sector privado y el gobierno federal para potenciar la producción de este biocombustible.
En la lucha contra el cambio climático y el calentamiento global, México puede ser un líder mundial en la producción de biocombustibles como el biodiésel.
¿Qué se requiere? Una alianza entre el sector privado y el gobierno, aseguró Daniel Gómez Íñiguez, un joven empresario mexicano que fundó SOLBEN (Soluciones en Bioenergía).
Actualmente, SOLBEN es reconocida como la mayor productora de biodiésel en México, y ocho de cada 10 plantas del biocombustible en el país son suyas.
Los biocombustibles son derivados de fuentes renovables que se utilizan para los medios de transporte.
El biodiésel es un combustible alternativo de origen natural, renovable y mucho más limpio que el diésel tradicional y por ende, contamina menos.
Daniel Gómez logró que en 2011, SOLBEN fuera reconocida por la Bolsa de Valores de Nueva York por su modelo innovación disruptiva, así que sabe muy bien de lo que habla.
En entrevista con Business Insider, Daniel Gómez destacó que el biodiésel tiene un proceso de elaboración sencillo que deja una menor huella de carbono que los combustibles convencionales.
“El biodiésel tiene ciertas características que lo posicionan como una industria interesante en términos económicos, como el crecimiento de su mercado y la incertidumbre frente a la escasez de petróleo”, dijo el joven mexicano.
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El reto de producir biodiésel en México
El problema es que la producción de biodiésel en México implica un costo más elevado que la del diésel tradicional.
«En SOLBEN somos conscientes de que si no se detona una alianza del gobierno federal con el sector privado, no se podrá potenciar esta industria», comentó el empresario.
Daniel Gómez dijo que actualmente el costo de las materias primas y de distribución hace que el negocio del biodiésel sea «en centavos».
«En el momento en el que la regulación de energía diga que la producción de biodiésel no paga el IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios) e inclusive tengamos un incentivo fiscal, seremos muy competitivos», dijo el joven empresario.
Los casos de éxito
Pese a todos los retos que implica la generación de biocombustibles en México, SOLBEN logró convenios con la industria hotelera para comercializar el biocombustible.
«Una de nuestras plantas en Cancún logró que todo el aceite de cocina que se utiliza en los hoteles de la zona sea recolectado y se reutilice para las instalaciones del lugar”, dijo Daniel Gómez.
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