Rosalinda Ballesteros

Rosalinda Ballesteros

La Ciencia de la Felicidad

Estudios recientes han confirmado cómo la experiencia de ver imágenes de la naturaleza puede modificar la química corporal de las personas con resultados poderosos para nuestra salud mental. 

Basta que hagas la prueba, contempla obras que contegan un bosque, el mar, selvas o desiertos, y observa cómo te sientes luego. Tu ritmo cardiaco debe disminuir y tus pensamientos podrían distraerse de las preocupaciones que arrastras.

En lo personal, una de mis obras favoritas es el cuadro de George Seurat, Domingo por la tarde en la isla de la Gran Jette; su tema es la naturaleza y la manera como las personas convivimos con ella. 

Un dato curioso es que, desde la década de 1950, la producción artística y cultural hace menos referencias a lo natural; el arte nos ha desconectado de aquello que nos genera bienestar.

Estamos arrasando con la naturaleza

Pese a ello, sucede que contemplar directamente la naturaleza tiene mejores resultados que sólo ver imágenes. Parecería que no hemos perdido del todo ese vínculo con nuestro origen. Sin embargo, resulta que tenemos un problema peor que con el arte: cada día tenemos menos áreas naturales que contemplar.

Según el Sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) el calentamiento global ya no tiene marcha atrás. Los habitantes del planeta, sus gobiernos, no tomamos las medidas necesarias con la determinación y la firmeza que requiere la situación global. 

Los bosques están siendo arrasados por los incendios que provocan las olas de calor, y los hielos de los polos siguen derritiéndose. 

Según los pronósticos de este Informe, publicado la semana pasada, mil millones de personas podrían ver en peligro su vida por el alza de la temperatura y cientos de millones enfrentarán problemas graves por la falta de agua.

El reporte del IPCC nos hace la «última llamada» para entender de manera directa el efecto que tenemos los seres humanos en nuestro medio ambiente. 

Contemplar la naturaleza ayuda a nuestra salud mental

Desde la óptica de la psicología positiva, la conexión del ser humano con la naturaleza nos deja grandes beneficios para nuestra vida en el largo plazo. 

Ella regula nuestros ciclos biológicos diarios, el día y la noche, nuestro descanso, nuestro trabajo. Vivir cerca de la naturaleza y verla por la ventana nos brinda esa sensación de bienestar que hoy tanta falta nos hace a muchos, nos lleva a emociones de asombro y gratitud. 

Pero el informe del IPCC nos hace ver que, sin lugar a dudas, somos los responsables del calentamiento global y los fenómenos climáticos extremos que estamos experimentando. Demuestra que nuestras acciones son incongruentes, pues deterioramos el medio ambiente cuando es un elemento que necesitamos para nuestro bienestar y felicidad.

Los seres humanos debemos reconectar con la naturaleza y revalorar nuestra relación con el planeta antes de que sea demasiado tarde. Estamos en riesgo de perder nuestra forma cómoda de vida y nuestra salud física y mental, pues hasta ahora, al menos emocionalmente, no estamos listos para vivir sin ella.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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