- Elon Musk, Jeff Bezos o Bill Gates suelen aparecer cada año en la lista de las personas más ricas del mundo, según el índice de millonarios de Bloomberg.
- Sin embargo, el rey africano Musa Keita, del siglo XIV, es considerado por muchas fuentes como la persona más rica de la historia.
- Los expertos aseguran que su patrimonio es incalculable y no se puede comparar a ninguna otra fortuna.
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Se cree que Musa Keita I, el décimo mansa de África —traducido como «rey de reyes»— es la persona más rica de todos los tiempos; incluso «más de lo que cualquiera podría describir», según Time.
Se dice que su fortuna era inimaginable, «realmente no hay manera de poner una cifra exacta a su riqueza», escribe Jacob Davidson en Time.
¿Quién era Mansa Musa?
Gobernó el Imperio de Malí en el siglo XIV y su tierra estaba cargada de lucrativos recursos naturales, sobre todo de oro.
«Su enorme riqueza fue solo una parte de su rico legado», informa Jessica Smith en una intervención de TED-Ed.
Musa Keita I llegó al poder en 1312. Cuando fue coronado, se le dio el nombre de Mansa. En aquella época, gran parte de Europa estaba hambrienta y en medio de guerras civiles, pero muchos reinos africanos prosperaban.
Mientras estuvo en el poder, Mansa Musa amplió enormemente las fronteras de su imperio. Anexionó la ciudad de Tombuctú y restableció el poder sobre Gao. En total, su imperio se extendía unos 3,000 kilómetros.
Mansa Musa tenía a su cargo muchas tierras. Para ponerlo en perspectiva, gobernó toda (o parte) de la actual Mauritania, Senegal, Gambia, Guinea, Burkina Faso, Malí, Níger, Nigeria y Chad.
Mansa musa ayudó a quien pudo durante una larga peregrinación
El resto del mundo se enteró de su gran fortuna en 1324, cuando realizó una peregrinación de casi 6,000 kilómetros a La Meca. Y dese luego, no lo escatimó en costos.
«No era de los que viajaban con poco dinero, sino que traía una caravana que se extendía hasta donde alcanzaba la vista», explicó Smith. «Los cronistas describen un séquito de decenas de miles de soldados, civiles y esclavos, 500 heraldos que llevaban báculos de oro y vestían finas sedas, y muchos camellos y caballos que llevaban abundantes lingotes de oro».
En su parada en El Cairo, gastó tanto oro y donó tanto dinero a los pobres que provocó una inflación masiva. La ciudad tardaría años en recuperarse totalmente de la crisis monetaria.
El extravagante viaje puso a Mansa Musa en el mapa, literalmente.
Se incluyó en el Atlas Catalán de 1375 (imagen superior), uno de los mapamundis más importantes de la Europa medieval.
«Las riquezas materiales no eran la única preocupación del rey«, explica Smith. «Como musulmán devoto, se interesó especialmente por Tombuctú». Urbanizó la ciudad construyendo escuelas, mezquitas y una importante universidad.
También construyó la legendaria mezquita de Djinguereber en Tombuctú que sigue en pie y se muestra en la foto de abajo.
Tras 25 años de reinado, Mansa Musa murió en 1337. Le sucedió su hijo, Maghan I. «El rico legado del rey perduró durante generaciones y, a día de hoy, hay mausoleos, bibliotecas y mezquitas que son testimonio de esta época dorada de la historia de Malí», detalló Smith.
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