• A menudo se pasa por alto el papel del lenguaje corporal como una herramienta útil para la persuasión.
  • La simpatía es la clave de la persuasión según un estudio.
  • Este demostró que los jurados le creen más a la gente que demuestra simpatía.
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Cuando se trata de persuadir a alguien, la simpatía es la clave y el lenguaje corporal puede ayudar con ello.

En 2021, Mariam Younan y Kristy Martire realizaron dos estudios para examinar si alguien genuinamente y especialmente simpático tenía efectos positivos en las opiniones de los jurados en juicios civiles y penales. Los resultados fueron concluyentes: quienes eran menos simpáticos eran considerablemente menos persuasivos que los expertos en ser más agradables.

El lenguaje corporal es una parte importante y a menudo inconsciente de la simpatía y la persuasión. Esto puede ser una buena noticia para aquellos que tienen problemas para socializar y quieren mejorar sus habilidades comunicativas.

Si eres parte de ese grupo, hay consejos sencillos del lenguaje corporal que se pueden usar para ser más simpáticos. 

1. Inclina la cabeza

Cuando te sientes seguro, inclinas la cabeza hacia un lado de manera natural. La próxima vez que estés con familiares cercanos o un ser querido, observa cuántas veces inclina la cabeza esa persona sin darse cuenta.

Este comportamiento es parte de la respuesta que da el sistema límbico de nuestro cerebro que regula las emociones. La inclinación de la cabeza expone el cuello y, por tanto, la yugular. De alguna manera, esto nos coloca en una posición vulnerable que se convierte en una señal subconsciente de respeto y confianza. 

Mostramos esta vulnerabilidad a nuestros seres queridos para transmitirles confianza y consuelo.

Cuando intentas persuadir a alguien, es más probable que esté predispuesto a entender tu punto de vista si se siente seguro. Inclinar la cabeza es una forma sencilla de demostrar tu atención y cuidado. Este sencillo gesto comunica a otras personas que estás escuchando en lugar de estar pensando en otras cosas.

La isopraxis, o la técnica para seducir, es un fenómeno donde la gente replica el lenguaje corporal de otra persona. Si notas que varias personas tienen la cabeza inclinada en una conversación, lo más probable es que estén escuchando atentamente y la conversación dure más de lo habitual.

2. Parado casual con las piernas cruzadas

Si te sientes incómodo o inestable, normalmente te pones en una posición en la que los pies estén fijos para mantener el equilibrio. Este mismo deseo de mantener los pies en el suelo es un reflejo que ocurre de naturalmente, por ejemplo, cuando se está al de borde de un edificio alto o en una situación social incómoda. ¿Por qué?

Ambas situaciones suponen una amenaza que activa el sentido de supervivencia, de lucha o huida. Te darás cuenta de que poner los pies firmes es una de las maneras en que las que el cuerpo reacciona para protegerse a sí mismo.

Así mismo, cuando te sientes totalmente cómodo, tu cuerpo reacciona cruzando las piernas. La inestabilidad al estar de pie solo es posible si te sientes totalmente seguro. En consecuencia, cruzar las piernas es otra manera sencilla de indicar a los demás que no te sientes amenazado.

La isopraxis también llevará a la persona con la que estás hablando a imitarte. Al cruzar sus propias piernas, su posición de defensa se suavizará. 

Al igual que con la inclinación de la cabeza, esta acción ayudará a que la conversación dure más tiempo. Una plática más larga significa más tiempo de comunicación directa, lo que es útil para crear cercanía en los negocios y en las relaciones personales.

3. Simplemente, sonríe

Sonreír es una de las armas más poderosas y que generan más carisma. 

Te des cuenta o no, tus emociones son contagiosas, incluyendo la felicidad, que a menudo se transmite a través de una sonrisa. 

Cuando alguien sonríe, se liberan los neurotransmisores que hacen disminuir la ansiedad y que aumente la felicidad. Por lo tanto, sonreír a alguien durante una interacción mejora tu propio estado de ánimo, aumentando tu carisma, y transmitiendo a la otra persona emociones positivas.

Cuando compartes experiencias o conversaciones positivas, aumentan la simpatía y la confianza que las personas tienen en ti, y eso hará que quieran pasar más tiempo contigo y escucharte de verdad. Estos atributos te convierten en una persona más persuasiva para todas tus relaciones.

En otras palabras, no subestimes el poder de una sonrisa.

4. Dirige la punta de tus pies a la otra persona

A menudo, la dirección de la punta de los pies de una persona indica dónde está concentrada su mente. 

Si los pies de una persona apuntan hacia ti, es una buena señal de que está interesada en lo que dices. Sin embargo, si apuntan a otro lado, probablemente esté a punto de abandonar la conversación o el grupo.

Al igual que los gestos de lenguaje corporal anteriores, apuntar con los pies hacia la persona con la que estás interactuando también la animará a seguir hablando. Es otra manera eficaz de dar a entender tu interés por la conversación.

Intenta fijarte en estos comportamientos que se hacen de naturalmente en ti mismo y en los demás. Puedes aprovechar estas oportunidades para aprender más sobre las personas con las que interactúas y sobre cómo te presentas. Cuanto más simpático seas, más persuasivo serás.

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