• Pedí consejos a personas expertas y amistades para cuidar mis ingresos durante este año.
  • Algunos de sus consejos no encajaban bien conmigo como autónoma y empresaria.
  • Si escuchas alguna de esas frases, no las tomes en cuenta.
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A principios de este año, cuando empecé a escuchar sobre una posible recesión económica, me sentí ansiosa y me puse a buscar en internet estrategias para cuidar mis finanzas.

Después de hablar con varias personas, desde expertas en la materia hasta amistades, empecé a darme cuenta de que algunos de los consejos que recibía no servían para todos los casos; en mi situación, podrían perjudicar mis ingresos más que protegerlos.

No eran malos tips para todo el mundo, pero sí para mí.

Estos son los tres peores que recibí para «blindar»mis finanzas ante una una recesión y lo que decidí hacer en su lugar.

1. Comprar una casa

Un asesor financiero analizó mi cartera de inversiones y se dio cuenta de que tenía mucho dinero en efectivo.

Me recomendó que utilizara 75% del dinero que tenía en mi cuenta de ahorros y en certificados de depósito (CD) a punto de vencer para comprar una casa y no tener que pagar renta todos los meses.

En su opinión, utilizar ese exceso de efectivo (que incluía mi fondo de emergencia y la mayor parte de mis ahorros) para invertir en bienes inmuebles era una manera de hacer crecer mis recursos durante los próximos 10 años.

Pero como empresaria y freelance con ingresos variables, tener mucho efectivo en una recesión me parece un método más seguro.

Si afecta al número de clientes con los que puedo trabajar cada mes, disponer de un fondo de emergencia para pagar las cuentas me permitiría evitar deudas.

Lo que haré en su lugar: Utilizar el dinero que tengo en efectivo y encontrar maneras de bajo riesgo de hacerlo crecer. A la par, lo mantengo en una situación de mayor liquidez que la que tendría en el sector inmobiliario. 

Por ejemplo, con el alza de las tasas de interés, pienso invertir una gran parte del dinero del que dispongo en certificados comprando a tres, seis, nueve y 12 meses. Por ejemplo, en México actualmente los Cetes pagan una tasa de 10%.

De ese modo, ese capital puede crecer en diferentes fechas de vencimiento, y estar a mi disposición por si necesitara pagar algo o ayuda en mis finanzas en caso de emergencia durante una recesión. 

También pienso mantener el dinero en una cuenta de ahorro de alto rendimiento en Estados Undios, donde actualmente gano en una tasa anual de 3%. 

Aunque una inversión a largo plazo en bienes raíces podría hacer que este efectivo creciera más, el riesgo asociado y la falta de acceso a los fondos me lleva a pensar que no es la mejor decisión para mí este año.

2. Dejar de aportar a tu Afore o plan de ahorro para el retiro

Después de pasar mis 20 años sin tener una cuenta o inversiones para mi futuro, me puse como objetivo pasar mis 30 años poniéndome al día y haciendo contribuciones mensuales regulares a mi Afore.

Por eso, cuando un amigo, que también es empresario, me cuenta que «frenará» todas las aportaciones para su jubilación este año, al igual que como lo hizo el pasado, para utilizar ese dinero en otras cosas. Por ejemplo, pagar deudas e invertir en instrumentos a corto plazo, supe que no tenía sentido que yo siguiera ese consejo.

Lo que haré en su lugar: En vez de aportar una cantidad fija cada mes, voy a aportar un porcentaje de mis ingresos de ese mes.

Si hay un mes en el que no tenga recursos, seguiré aportando una pequeña cantidad que sacaré de mi fondo de emergencia. De ese modo, puedo seguir invirtiendo en mi futuro y hacer que ese dinero se acumule con el tiempo.

3. Tener más tarjetas de crédito con 0% de tasa anual

Hace poco, un familiar compartió conmigo una lista de ofertas de tarjetas de crédito con 0% de tasa anual disponibles este mes.

Me explico que, ante una posible recesión en 2023, lo más inteligente es conservar el dinero en efectivo y cargar todas las compras y gastos a estas tarjetas de crédito

Su argumento era que podría necesitar el dinero en efectivo para hacer frente a emergencias; con esa tasa durante 12 o 18 meses, podría pagar cualquier compra con la tarjeta a largo plazo sin acumular intereses.

Este consejo me pareció un poco peligroso, sobre todo porque no quiero volver a tener deudas con las tarjetas de crédito.

Ni quiero tener la mentalidad de que puedo cargar todo a una sola y pagar la deuda más tarde, aunque sea a 0% de interés.

Lo que haré en su lugar: Quiero entrar en una posible recesión con la mentalidad de que tengo que ceñirme a un presupuesto estricto para mis finanzas; ahorrar más de lo que gasto y comprar solo los artículos esenciales.

Cualquier gasto extraordinario puedo sacarlo de mi fondo de emergencia. De este modo, no tengo que asumir ninguna potencial deuda para el futuro, aunque disponga de 12 o 18 meses para averiguar cómo pagarla.

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