• Muchos jefes son responsables de liderar conversaciones difíciles y resolver conflictos internos.
  • Coaches y profesores ahora están enseñando las habilidades necesarias para dar malas noticias.
  • Así es como los futuros gerentes deben prepararse para esos instantes.
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La resolución de conflictos y dar malas noticias es parte esencial de casi cualquier trabajo.

Ya sea que se trate de un desacuerdo con un compañero, sentir una presión infernal por parte del jefe o no obtener los resultados que deseas de tus empleados, es importante poder abordar estas situaciones, ya sea como empleado o líder.

Es por eso que Michael Yan, el fundador de la plataforma de búsqueda de empleo Simplify, contrató a un coach ejecutivo. Esperaba aprender a gestionar mejor el éxito y el fracaso empresarial y, de paso, su salud mental.

«El coaching ejecutivo me ha ayudado a manejar el estrés y el agotamiento», declaró Yan a Insider.

Juntos, dijo que él y el experto se enfocaron en preguntas como: «¿Cómo medias en las discusiones difíciles con tus jefes o cómo tratas con empleados difíciles?»

«Porque muchos de ellos son los que contribuyen a la dificultad en la salud mental de los fundadores o líderes», agregó.

Si bien los coaches ejecutivos son una manera de mejorar su estilo de gestión, las instituciones de educación superior como HarvardStanford y ahora la Universidad de California, Berkeley, también ofrecen cursos especializados sobre el tema. 

Impartida por Francesca LeBaron y Bree Jenkins, la clase «Conversaciones difíciles: Laboratorio de conflictos», de la Haas School of Business de Berkeley, se enfoca en brindar ayuda con el manejo de las malas noticias, comentarios difíciles y los conflictos laborales, informó The Wall Street Journal.

Esto es en lo que el coach de Yan, un participante de Berkeley y las personas expertas en liderazgo sugieren para que quienes ya tengan posiciones de liderazgo, o estén en vías de hacerlo, puedan balancear su trabajo.

1. Necesitas una buena mentalidad para ser un buen líder

Uno de los primeros temas que cubrieron Yan y su coach ejecutivo fue mejorar su salud mental y física.

«Como fundador y jefe, equilibrar la salud mental y el éxito de la empresa parece casi opuesto», puntualizó Yan. 

«Pero algo que hemos aprendido del coaching ejecutivo es que si no priorizas tu salud, es difícil priorizar el éxito de la empresa».

Trabajar en las mejores prácticas en esta materia muestra cómo maneja y responde a los conflictos de la empresa hoy.

«Los pequeños desencadenantes pueden afectar la salud mental», como cuando los líderes están enojados entre sí o cuando el personal tiene un bajo rendimiento, dio a conocer.

«Hay momentos en los que las discusiones me llevan a estar estresado durante mucho tiempo», agregó, «y pienso: ¿cómo abordo esas cosas?».

Desde que inició su trabajo con un coach, creó una mentalidad positiva, lo que le permite comunicarse mejor con su equipo.

2. A veces, las conversaciones difíciles y las malas noticias son necesarias

Al igual que Yan y su coach, la clase de Berkeley trabaja para abordar situaciones difíciles como revisiones de desempeño y despidos, informó The Wall Street Journal.  

De hecho, se requiere que los estudiantes hagan un juego de roles de ambos lados de la conversación para experimentar cómo se siente el conflicto desde cada perspectiva, donde uno emite las malas noticias y el otro las recibe, expuso el diario. 

Un ejercicio de juego de roles incluye dar y recibir retroalimentación negativa.

Desde la perspectiva del gerente, es crucial tener conversaciones con los empleados que no se están desempeñando bien, incluso si es difícil, escribió Brooke Vuckovic, profesora de liderazgo en la Kellogg School of Management, para Insider.

“Cuando no tratas directamente con empleados problemáticos, estás enviando un mensaje claro a los demás de que su trabajo no importa”, indicó.

Ella sugiere llevar la conversación de manera objetiva: describe lo que estás viendo como jefe, ten en cuenta la influencia que tiene el comportamiento, busca la perspectiva de la persona y llega a un acuerdo basado en esa charla.

3. Liderar con empatía para construir una relación positiva

La empatía es un rasgo requerido para los gerentes de hoy, especialmente cuando abordan conversaciones difíciles. 

Khalil Somani, un estudiante de Berkeley, usó esta herramienta cuando le dio la noticia de un «despido» a su compañero de clase.

«Todavía estás repasando la decisión, pero aún puedes ser genuino ante ello», comentó Somani a The Wall Street Journal después de su sesión.

Cuando los jefes se comunican explícitamente con los empleados sobre sus necesidades, también muestran empatía. 

Por ejemplo, pregúntales cómo es el equilibrio entre el trabajo y la vida para ellos, escribió Ed Zitron, director ejecutivo de EZPR, una agencia nacional de relaciones públicas de tecnología y negocios, para Insider.

«El trabajo de un líder debe ser sencillo: comprender la labor que realizan sus empleados y el tiempo que llevará completar sus tareas. Posteriormente, requiere empatizar con quienes las realizan», escribió Zitron.

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