- El precio del maíz alcanzó 5.68 dólares por bushel, este es su máximo nivel desde 2013.
- Este aumento afecta al precio de la tortilla que subió a un ritmo tres veces superior a la inflación mensual en marzo.
- Se espera un impacto en otros productos, especialmente en la ganadería, debido al uso de maíz forraje.
El maíz se ubicó en 5.68 dólares por bushel —unidad de volumen equivalente a poco más de 30 kilos. Este es el precio más alto que se ha observado desde julio de 2013. Representa un aumento de 74% con respecto a los 3.26 dólares de hace un año, justo después de haber iniciado el confinamiento sanitario por el Covid-19.
Desde que se intentó reactivar la economía en junio pasado, el precio de este alimento esencial para consumo humano y ganado, ha remontado constantemente. La pandemia afectó la oferta de este cultivo, mientras que China aumentó su consumo considerablemente, al ser uno de los países que se recuperó de la pandemia de Covid-19.
La tortilla de maíz fue el cuarto producto que más pegó a la inflación en marzo. Este alimento subió de precio 3% con respecto al mes anterior, lo que casi triplicó la inflación promedio mensual que se ubicó en 0.83% para el tercer mes del año. Actualmente, el precio promedio de la tortilla se encuentra por encima de los 16 pesos, de acuerdo con el Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIM).
«El maíz es el petróleo de varias naciones por su importancia. No solo para el consumo humano. El maíz amarillo se utiliza para consumo de ganado. Hay que ver al maíz como un alimento integral», señaló en entrevista Manuel Valencia, director de programas académicos de negocios internacionales en ITESM Santa Fe.
Llama la atención el impacto que puede tener el aumento de precio del maíz forrajero para la ganadería. Este podría tener un impacto en la cadena productiva para alimentos como la carne de res, cerdo y pollo que utilizan el maíz amarillo, según el académico.
Asimismo, a la par del aumento en el gas LP, se ha observado un aumento sostenido en la canasta de consumo básico. Este indicador aumentó a un ritmo de 5.6% anual, un porcentaje por encima de la inflación promedio de 4.7%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Estancamiento productivo y restricciones al comercio
Manuel Valencia señaló que además del impacto de una mayor demanda en China y el impacto de la pandemia en la producción, México tiene un problema de productividad que no ha resuelto y una política de autosuficiencia que podría agravar las condiciones de mercado
«El gobierno ha implementado modelos económicos obsoletos, tratando de remediar problemas económicos del siglo 21. Es un discurso populista cuando se habla de lograr una independencia agroalimentaria», explicó.
El académico refirió que esta política de autosuficiencia busca depender menos de las importaciones. Esto podría tener repercusiones en los precios, al disminuir la oferta en el mercado mexicano.
«Los modelos que estamos observando en el mundo es que los países busquen eficiencias. Invertir en mayor tecnología para aumentar su producción, especializándose en ciertos cultivos para comerciar en un mundo globalizado», añadió Valencia.
Valencia también señaló que el impacto en los precios se verá reflejado justamente de marzo a mayo por la estación de maíz amarillo. Mientras que la temporada de maíz blanco para consumo humano será de junio a agosto, por lo que se sentirá su impacto a lo largo de 2021.
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