• Según los cálculos del Servicio de Estudios del Parlamento Europeo, en los océanos existen más de 150 millones de toneladas de plástico.
  • Este es un problema que afecta a la economía y al medio ambiente.
  • Un estudio reciente reveló que la luz solar es capaz de descomponer dichos plásticos, pero se desconocen las consecuencias químicas de este proceso.

El cuidado de los océanos es una de las claves fundamentales para luchar contra el cambio climático. Si la vida marina está en peligro, los ecosistemas del planeta también se encuentran amenazados.

Según el Servicio de Estudios del Parlamento Europeo, en los océanos se acumulan más de 150 millones de toneladas de plástico. Es decir, entre 4.8 y 12.7 millones de toneladas de este material terminan en las aguas de nuestro planeta.

Un problema cada vez mayor que no solo afecta al medio ambiente, sino también a la economía. Se estima que el costo de los vertidos de plástico a los océanos oscila entre 305 y 820 millones de dólares. Y afecta principalmente al turismo y al sector pesquero.

Las consecuencias para la salud del ser humano también son devastadoras, ya que los microplásticos ingeridos por los peces se transmiten mediante la cadena alimentaria, con el riesgo asociado a la ingesta de plástico.

Algunos de los productos más encontrados en los océanos son botellas, tapones y tapas; colillas de cigarro; cotonetes y envoltorios de dulces y frituras.

Ante este panorama, la ciencia sigue buscando soluciones a través del estudio de los plásticos. Ahora, una investigación publicada en Environmental Science & Technology reveló que la luz solar puede descomponer el plástico, aunque no de la manera deseada.

La industria tiene la oportunidad de producir plásticos más sostenibles

A pesar de ser un tema que ha tomado relevancia los últimos años, son pocos los estudios sobre la descomposición del plástico en los océanos. Este reciente estudio aborda ahora una cuestión que nunca antes se había tocado: cómo la luz solar facilita el proceso.

«Es asombroso pensar que la luz solar puede descomponer el plástico. Ya que es esencialmente un compuesto que generalmente tiene algunos aditivos mezclados, en decenas de miles de compuestos que se disuelven en agua», explica Collin Ward, científico asistente de Química Marina de Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI) y coautor del estudio.

Los científicos dejan claro que no se sabe aún qué impacto puede tener tal descomposición, solo tienen hipótesis sobre las bondades de la luz solar en el plástico.

Problemas derivados de la acumulación de plásticos en los océanos.
Servicio de Estudios del Parlamento Europeo

“Aún no sabemos realmente qué impacto podrían tener estos productos en los ecosistemas acuáticos o en los procesos biogeoquímicos como el ciclo del carbono», añade Ward. «Si bien que los plásticos se descompongan más rápido de lo esperado puede parecer algo bueno, no está claro cómo estos químicos pueden afectar el medio ambiente».

Ahora bien, los autores de la investigación recalcan que es un gran paso para los procesos industriales detrás de la fabricación de plásticos para botellas y demás productos.

“Simplemente modificando los ingredientes en sus recetas, la industria del plástico puede hacer que sus productos sean más susceptibles a la descomposición una vez que el producto alcanza su vida útil”, agrega Christopher Reddy, científico principal del Departamento de Química Marina y Geoquímica de WHOI.

Por ello, se abre un camino bastante claro para que tanto ciencia como economía vayan de la mano. Y el planeta no sufra las consecuencias de procesos industriales que no se ajusten a las evidencias científicas.

«Idealmente, podemos descubrir cómo se puede reformular el plástico para acelerar su degradación en productos que son benignos; o para minimizar la producción de compuestos que no lo son», concluye.

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