• La creadora de TikTok y fundadora de una startup, Marisa Jo Mayes, se ha hecho viral por hacer los "lunes mínimos" en el trabajo.
  • Dice que le ayuda a evitar el pavor y la presión que mucha gente siente al volver al trabajo los lunes.
  • "Es una forma de empezar la semana dando prioridad a uno mismo como persona antes que como empleado", afirma.
  • ¿Ya conoces nuestra cuenta de Instagram? Síguenos.

Este ensayo se basa en una conversación con Marisa Jo Mayes, creadora de TikTok y fundadora de una startup que se hizo viral por hacer lo que ella llama «lunes de hacer lo mínimo» en el trabajo. Se ha editado para mayor extensión y claridad.

En 2020, trabajaba en ventas de dispositivos médicos. Me sentía completamente miserable y con burnout. Pensé que el problema era mi jefe o la cultura de trabajo en la Norteamérica corporativa, así que lo dejé y le di una oportunidad al autoempleo.

Pronto me di cuenta de que la dificultad era mayor. Tenía un problema de «cultura de la prisa» y de perfeccionismo. Seguía enfocando el trabajo de la misma manera que en mi empleo corporativo. Era como un ciclo de estrés y burnout. Me sentía mal porque estaba tan agotada que no podía hacer nada. Así que hacía una lista larguísima de tareas para los lunes con la esperanza de volver a sentirme bien conmigo misma y con lo mucho que estaba haciendo.

Cada semana, los «domingos de bajón» como se les conoce en redes sociales me asaltaban, y cada lunes me acostaba hasta el último segundo porque sabía que la lista me estaba esperando. La presión a la que me sometía me paralizaba y me di cuenta de que algo tenía que cambiar.

Pero en marzo, me di permiso para hacer lo estrictamente necesario en el trabajo y fue como si me invadiera un hechizo mágico. Me sentí mejor. No estaba agobiada y, de hecho, hice más de lo que esperaba.

Desde entonces, todas las semanas, los lunes solo hago lo mínimo necesario.

Gestionar las expectativas fue muy importante. Aprendí a prescindir de las tareas «irrealizables» y a centrarme en dos o tres cosas importantes que me hicieran avanzar, y me emociono cuando las termino.

Los «lunes de hacer lo mínimo» no agendo reuniones y me tomo las dos primeras horas con calma. Leo un poco, escribo un diario, quizá hago algo en casa. Son dos horas sin tecnología, sin consultar el correo electrónico, simplemente haciendo lo que necesito para empezar bien el día.

Alrededor de las 10:00 horas, me permito hacer lo que me apetezca desde el punto de vista creativo. Puede ser grabar contenidos o crear imágenes para mi marca; es algo relacionado con el trabajo, pero me aseguro de que sea algo creativo que me guste.

Hago una hora de eso antes de parar para comer o dar un paseo. Luego hago mis tareas principales durante dos horas. No realizo varias cosas a la vez, no me distraigo, no hablo por teléfono. Si no he terminado, continúo otra hora, pero no suele ser más.

Mi jornada de los lunes es más corta, pero como es un trabajo muy concentrado, hago lo mismo que antes en 8 horas.

La mayoría de los comentarios que he recibido sobre el «lunes de hacer lo mínimo» son: «Estás viviendo mi sueño» o «Menuda millennial con derechos que no conoce el valor del trabajo duro». En algún momento de mi carrera profesional, yo también habría puesto los ojos en blanco. Pero después de sufrir burnout, lo entiendo.

Soy neurodivergente, y creo que las personas como yo a menudo hacemos un esfuerzo mental adicional que las personas neurotípicas no hacen para disfrazarlo o encajar. Como estamos sobrecompensando, podemos ser más propensos al burnout. Liberarme de un montón de expectativas tácitas y reglas que realmente no importaban fue muy liberador.

Entiendo que el «lunes de hacer lo mínimo» no es realista para todo el mundo. Soy freelance, trabajo desde casa y no soy madre. Pero para cualquiera que esté interesado en probarlo, presta atención a dónde estás poniendo presión innecesaria sobre ti mismo o estableciendo expectativas poco realistas. Si sabes que no vas a tener tiempo para algo, no lo pongas en tu lista.

Además, no es un truco de productividad. Consigo hacer más cosas cuando aligero la presión, pero nunca he pretendido que sea una forma de hacer más trabajo. En realidad, es una forma de empezar la semana dando prioridad a uno mismo como persona frente a uno mismo como empleado. Ha cambiado radicalmente mi vida, no por la productividad, sino por la autocompasión.

AHORA LEE: Todos deberíamos tener una semana laboral de 4 días, demuestra este experimento

TAMBIÉN LEE: 6 lecciones que puedes aplicar para tener una semana laboral de 4 días en tu empresa

Descubre más historias en Business Insider México

Síguenos en FacebookInstagramLinkedInTwitterTikTok y YouTube

AHORA VE: