• La década de 1960 cambió gran parte del rumbo que tenía el mundo.
  • La música, la política y hasta el consumo de sustancia fueron algunos de los temas en los que existieron mayores modificaciones.
  • Margarita Dalton habla sobre ello en su novela, que es reeditada más de 50 años después de su aparición.
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La década de 1960 fue un parteaguas para la humanidad en todos los ámbitos, entre ellos, la música, las relaciones interpersonales y el uso de sustancias, que son solo algunos de los temas que la escritora Margarita Dalton aborda en su libro «Larga sinfonía en D y había una vez…».

Este texto, que es reeditado por Lumen, es uno de los pilares de la contracultura en México; fue rescatado más de 50 años después de su publicación.

En la novela, la también catedrática se enfoca en las reflexiones obtenidas con el consumo de ácido lisérgico (LSD) en esa época.

¿Cuáles son sus visiones después de tantos años? ¿Qué queda pendiente de los ideales de una de las décadas más «efervescentes» de la historia? En entrevista para Business Insider México, Margarita Dalton habla sobre ello.

Una mirada a la década de 1960

A través de las 174 páginas de la novela, la autora nos muestra la odisea de Ana Fisherova, Martin Carven y Roberto Dávila, tres jóvenes que residen en Londres y consumen LSD.

Los tres, quienes son originarios de diversos países, entre ellos México, viven 10 horas bajo ese estado, lo que les lleva a realizar una introspección y a analizar desde diversas aristas cómo es su contexto, su relación entre ellos mismos y con el resto, entre otros factores.

Esta historia se basa en una experiencia de la autora, quien tenía 23 años cuando decidió experimentar con esa sustancia.

Esto queda plasmado en la formación de párrafos con figuras geométricas, el «juego» de letras mayúsculas mezcladas entre las minúsculas, entre otros rubros. Además, es visible en las referencias que hace a teóricos como Marshall McLuhan o músicos como The Beatles.

«Después de esa experiencia, quedé bastante impactada y lo que quise hacer era mostrar en literatura, rompiendo algunas estructuras y formas preconcebidas de lo que debe ser tanto en el comportamiento humano como (en esta arte) cuando nos referimos a los lectores. El reto que me puse era cómo transmitir una (vivencia) que me cimbró profundamente y que me hizo ver el mundo que me rodeaba de una manera distinta. No fue fácil; le di muchas vueltas (…). Traté de darle coherencia y, posteriormente, traté de trastocarla para que fuera más la expresión de lo que ha sido el viaje», narra.

Un «tesoro» de la contracultura

«Larga sinfonía en D y había una vez…» se publicó por primera vez en 1968, cuando la literatura de la onda y otros movimientos contraculturales estaban en auge.

El texto de Margarita Dalton fue uno de los que conformó la terna participante en el certamen literario Seis primeras novelas en competencia de jóvenes escritores mexicanos.

En ella, también estaban «Pasto verde», de Parménides García Saldaña, y «En caso de duda», de Orlando Ortiz, quien se llevó el primer lugar.

En ese tiempo «hubo críticas positivas. Recuerdo una de Miguel Donoso Pareja, que trabajaba en El Día (…). Esa es la que me acuerdo; varias personas lo han mencionado en diferentes textos de investigación sobre la contracultura mexicana», rememora.

No obstante, la obra de la catedrática circuló durante décadas «de mano en mano», ya fuera por fotocopias o por alguno de los ejemplares del tiraje original. Algunas personas llegaron a él por textos de investigación. El impacto, pese a la gran calidad de la novela, fue menor en aquél tiempo frente a las creaciones del mismo Saldaña o de José Agustín.

«Creo que, en una sociedad patriarcal es obviamente que los hombres tienen una predominancia en todos los campos. Pero, para mí, me sorprendió que me buscaran para reeditar la novela (…). Esto ha ocasionado durante estos años, mi vida siguió; he seguido escribiendo, tengo novelas que no han sido publicadas, pero que tampoco he promocionado (…)», expone.

El LSD

El LSD, que fue descubierto por Albert Hofmann, se convirtió en una de las sustancias favoritas de los jóvenes en la década de 1960 y es un «integrante» de la novela de la académica. Aunque sigue en el mercado, ahora existen más estupefacientes. ¿Qué ha pasado desde entonces?

Al ser cuestionada sobre la evolución del empleo de estos químicos, Dalton hace hincapié en la diferencia que existen entre ellos.

«No asumo las drogas, la drogadicción y el narcotráfico de lo que puede ser una experiencia alternativa con plantas medicinales o con ácido lisérgico. Son cosas diferentes (…). No concibo esta experiencia como una de drogadicción; de ninguna manera (…). No me gusta estigmatizar los productos naturales que existen para crear estados alternativos de consciencia con lo que vive México en este momento», ahonda.

La búsqueda de la libertad

El consumo de diversas plantas y drogas, especialmente el LSD, era utilizado para diversos fines, cuenta Margarita Dalton, entre ellos reflexionar sobre cada aspecto de la vida.

«Es interesante esa época. No solamente a mí, sino a mucha gente, nos tocó para estos viajes internos (…). (The Beatles) trataron de poner su mente en blanco, de meditar. Parte de lo que fue el resultado de esta droga para (parte de la población) fue entrar en situaciones para encontrar el yo profundo, de saber qué estamos haciendo en este planeta, para qué servimos, para qué somos útiles. Estábamos cuestionando, desde el punto de vista de la filosofía, nuestro ser y conciencia social», comenta.

Entre los temas que analizaban estaban pensar en el futuro del planeta, la contaminación en el medioambiente y más.

«Si lees la novela con cuidado, hay muchas referencias a la biología, a los cinco sentidos (…) y a la percepción que tenemos de ellos respecto al mundo», agrega.

En el caso de los personajes de «Larga sinfonía en D y había una vez…», la autora apunta a que ellos iban más allá.

«Los personajes de la novela están buscando romper sus esquemas mentales. (Deseaban) encontrar la libertad», afirma.

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