- La oferta hostil de Elon Musk para comprar Twitter refleja su descarado estilo de liderazgo, afirman personas expertas.
- Es un estilo que directoras y directores ejecutivos pueden presentar como un caso de estudio.
- Los líderes deben tomar apuntes sobre las lecciones de liderazgo, pero evitar el enfoque abrasivo de Musk hacia la gestión.
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Elon Musk ofreció comprar Twitter por 43,000 millones de dólares, lo último en dos semanas llenas de acontecimientos de ida y vuelta, donde su liderazgo y el de la gente de esta red social nos han dejado lecciones.
Durante el fin de semana, tuiteó una posible referencia a su propuesta para comprar la plataforma; la posibilidad de un movimiento hostil en el que pasaría por alto al directorio de la firma y presentaría la oferta directamente frente a sus accionistas.
Comentó: «Sería totalmente indefendible no someter esta oferta al voto de los accionistas».
Movimientos poco ortodoxos
La oferta (y su último tuit) fue inesperado, poco convencional y típica del estilo de liderazgo de Elon Musk, quien da lecciones (para bien y para mal) a los jefes de compañías.
«Es a la vez impactante y clásico de Elon», dijo David Yoffie, profesor de liderazgo en la Escuela de Negocios de Harvard que ha publicado investigaciones sobre Musk.
«Refleja su extrema confianza en sí mismo de que puede hacer que los negocios funcionen donde otros fallan».
La oferta de Twitter del CEO de Tesla y SpaceX es su último movimiento poco ortodoxo.
Desde reinventar la industria automotriz y tratar de colonizar Marte hasta burlarse de las leyes gubernamentales y tuitear lo que sea que tenga en mente a pesar de la reacción negativa del mercado, el empresario muestra un total desdén por las convenciones en sus interacciones personales y comerciales.
Su desafío al status quo, junto con otros atributos clave, como su capacidad para vender su visión y resolver problemas de manera innovadora, brinda enseñanzas para otras y otros directores ejecutivos, dijeron personas expertas en liderazgo.
Al mismo tiempo, la franqueza de Musk y su forma abrasiva de tratar a las personas son advertencias sobre lo que no se debe hacer.
«Ya sea que lo ames o lo odies, no pierdas la oportunidad de sentarte y verlo», animó Anna Crowley Redding, autora de «Elon Musk: una misión para salvar el mundo». «Lo que está haciendo y cómo lo está haciendo es fascinante».
1. Apóyate en tu visión de las cosas
Musk, de 50 años, tiene una extraña habilidad para hacer que las personas consumidoras, inversoras y empleadas respalden su misión, afirmaron tres fuentes.
Su secreto es que aprovecha el anhelo de inspiración de la gente. Es algo que el público en general busca cada vez más en sus líderes empresariales.
Anexo A: pudo asegurar continuamente miles de millones en fondos a pesar de que Tesla no reportó su primera ganancia anual hasta 2021, después de 18 años en el negocio. Anexo B: continúa obteniendo apoyo global para SpaceX a pesar de numerosas explosiones.
No solo vende empresas, vende respuestas a grandes problemas que pesan sobre el futuro de la humanidad, comentó Crowley Redding.
Tesla fue su respuesta para alejar al mundo de la gasolina y combinó el transporte ecológico con el lujo.
SpaceX tiene como objetivo asegurar el futuro de la humanidad a través de la colonización espacial, tomando algo que normalmente se considera una tarea lejana y exclusiva del gobierno y convirtiéndolo en una empresa privada, acelerando la misión en el proceso.
Ahora promete una nueva era para la libertad de expresión y la conectividad. “Twitter tiene un potencial extraordinario”, mencionó Musk en una carta a los líderes de la empresa.
«Es un experto en definir la misión, comunicarla y lograr que su plantilla laboral la acepte», explicó Crowley Redding; ha investigado a Musk durante cuatro años.
«No vas a trabajar para una empresa de Elon Musk y sentarte, entrar y firmar tu entrada y salida sin llevarte lecciones sobre su liderazgo. Vas a laborar más duro que en toda tu vida porque hay mucho en juego».
La lección para los directores ejecutivos y quienes aspiran a ello es aprovechar la visión, el propósito y ser claro para todas las partes interesadas al respecto, aseguró Vitaliy Katsenelson, director ejecutivo de la firma de inversión IMA con sede en Denver y autor del libro de liderazgo «Alma en el juego».
«Musk tiene el alma en el juego», agregó Katsenelson, quien también escribió «Tesla, Elon Musk y la revolución EV«.
«Puedes verlo y sentirlo. Él pone todo en lo que está trabajando», mencionó. Poner todo en su trabajo es algo que los líderes deberían copiar de Musk, agregó Katsenelson.
El visionario de la tecnología también convence a las personas para que apuesten a largo plazo por él, expuso Yoffie de Harvard, autor del libro de liderazgo» Reglas de estrategia«.
«Él es el CEO más visionario del planeta en la actualidad», indicó Yoffie. «Ha inspirado la confianza suficiente para que, en última instancia, pueda hacer estas cosas increíbles. Eso es lo que le da a los mercados de capitales el permiso para perseguir estos objetivos a largo plazo».
2. Mirar las cosas desde otra perspectiva
En ingeniería y física, existe un modo de pensar llamado «pensamiento de primeros principios». Elon Musk lo ha atribuido a su éxito en liderazgo y es una de sus lecciones más valiosas.
El pensamiento de principios es esencialmente una consideración de cómo resolverías un problema si fueras un extraterrestre que nunca antes había visto u oído hablar del problema.
No prestes atención a cómo se han hecho las cosas en el pasado y rechaza todas las suposiciones anteriores para que puedas comenzar de nuevo.
Adoptar esta mentalidad ha impulsado las decisiones de contratación de Musk y lo que exige de sus personas trabajadoras.
Imagina por ejemplo, diseñar manijas de puertas de autos de una manera durante toda tu carrera y luego que te pidan que hagas algo completamente diferente.
Más tarde, al sentirte satisfecha o satisfecho con tu nuevo diseño, se te indica que lo deseches y crees uno completamente nuevo para el próximo modelo. Así es la vida bajo el mayor visionario del mundo.
«Quería que la gente dijera: ‘Bueno, siempre hemos hecho las cosas de esta manera por la razón X, pero tal vez podríamos hacerlo de otra manera si ignoramos Y'», consideró Tim Higgins, autor de «Power Play: Tesla, Elon Musk y la apuesta del siglo”. «Era una especie de mentalidad de inicio».
3. Ten autenticidad… pero con moderación
Musk ha hecho cosas por las que la mayoría de los líderes empresariales serían despedidos, algunas más serias que otras.
Fumó hierba mientras grababa un podcast con Joe Rogan. Ese mismo año llamó «pedo» (insulto para un pedófilo) a un buzo de la misión de rescate de cuevas tailandesas de 2018. Más tarde se disculpó.
También inició una batalla legal con la Comisión de Bolsa de Valores (SEC, por sus siglas en inglés) después de tuitear que tenía «fondos asegurados» para privatizar Tesla a 420 dólares por acción; Musk señaló en un momento que era una broma sobre el cannabis.
En 2017, SpaceX publicó un video recopilatorio burlándose de sus muchas explosiones y fallas de cohetes.
«Claramente hay cosas que él está haciendo que la mayoría de la gente no podrá salirse con la suya en sus carreras normales del día a día», consideró Higgins.
Lo que hace que Elon Musk sea tan atractivo es su autenticidad en el liderazgo y las lecciones que da, aseveró Crowley Redding.
El empresario se ha ganado la reputación de ser él mismo sin pedir disculpas, algo que pocas personas en puestos ejecutivos pueden lograr. Por ejemplo, las respuestas de Musk en las entrevistas no parecen estar escritas previamente.
Higgins también declaró que los directores ejecutivos no deberían replicar algunas de las cosas más «salvajes» que Musk ha dicho y hecho. Pero no le haría daño a la mayoría de los ejecutivos ser un poco más «creativos» para parecer identificables.
«Los directores ejecutivos a menudo se enfocan en proyectar confianza, perfección y equilibrio a expensas de identificar el problema que están tratando de resolver y trabajar en ello», consideró Crowley Redding.
«A Elon no le preocupa que la gente piense que es perfecto».
4. Aprende cómo y cuándo romper las reglas
Musk está desesperado por encontrar respuestas a los grandes problemas, por lo que busca las soluciones más innovadoras.
Muchas veces, eso significa que rompe las reglas o se desvía de las convenciones, para bien o para mal, expuso Crowley Redding.
Si bien ese aspecto impulsa la innovación en sus empresas, también llevó a Musk a verse atrapado en una serie de batallas legales públicas y «desordenadas»
El empresario actualmente enfrenta problemas con la SEC por posibles violaciones de la ley de valores. Ello por presentar un aviso de su participación de propiedad en Twitter más tarde de lo requerido.
En 2017, la Junta Nacional de Relaciones Laborales de Estados Unidos lo declaró culpable de infringir las leyes. Esto en referencia a sus tuits en los que amenazaba a la plantilla laboral por los esfuerzos de sindicalización.
«Tiene una tendencia a ser imprudente», afirmó Yoffie, de la Escuela de Negocios de Harvard.
Musk también rompe algunas de las reglas sobre cómo los líderes deben tratar a la gente.
«Tiene muy buen ojo para contratar talento. El problema con el tiempo ha sido que no siempre escucha a ese talento y lo cansa muy rápido», apuntó Higgins. «Se van porque se dieron por vencidos con él, se cansaron de él o él se hartó de ellos».
Ha habido múltiples informes de lesiones provocadas por el estrés y el agotamiento en Tesla, así un cansancio generalizado.
«La peor parte es la toxicidad que crea Elon: objetivos ambiciosos poco realistas sin un plan realista para lograrlos», señaló anteriormente a Insider un exjefe que trabajó directamente con Musk.
«Es una cultura en la que, si no tienes una solución a un problema y no los tienes resuelto en unos pocos días, una semana o dos, te vas».
Yoffie comparó el estilo de liderazgo de Musk con el del fundador y director ejecutivo de Apple, Steve Jobs, de quien se decía que había sido poco amable con las personas en múltiples ocasiones.
«Sin duda, podría ser más empático», agregó Yoffie sobre Musk. «Al igual que Jobs, Musk ha hecho cosas que son características de un mal liderazgo, específicamente tratando muy mal a las personas».
Higgins, el autor y reportero del Wall Street Journal, estuvo de acuerdo. «Creo que la pregunta es: ‘¿Cuánto tiempo puede Elon salirse con la suya con algunas de estas cosas?'».
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