Vanessa Fig

Vanessa Fig

#BetterYou

Este regreso a la escuela es tan distinto que jamás se había visto esto. El retomar las actividades, la educación a distancia, por medio de una pantalla para los niños es algo que como papás nos enfrenta a muchas cosas, a dedicarles tiempo, atención y ponernos en sus zapatos.

Es todo un gran tema, ya que nos hace responsables de que vaya “funcionando” como se requiere, pero qué pasa cuando nuestros hijos y también nosotros no estamos acostumbrados a este tipo de “educación virtual”.

Hay dos caminos, te relajas y dejas que ellos resuelvan todo, al nivel que pueden o estás atrás de ellos desgastando una relación importantísima.

¿Cómo aprende el ser humano?

El ser humano y los niños aprenden por la imitación, imitan a quien quieren, a quien admiran por eso es vital la relación con maestros y con los papás.

Por imitación es como los niños aprenden a hablar, a comer, a relacionarse, los niños son unos espejos de los papás, en toda su forma de ser. Así también aprenden en la escuela, ya que crean con la maestra un vinculo de confianza y cariño, todos tenemos buenos recuerdos de alguna maestra que quisimos mucho.

¿Qué pasa con los niños expuestos tantas horas a las pantallas?

Las pantallas tienen luz azul, la cual al estar expuestos tantas horas tiene daños al cuerpo muy evidentes, tales como insomnio, dolor de cabeza, cansancio de ojos, fatiga mental. A nosotros como adultos nos cuesta trabajo estar atrás de una computadora tanto tiempo, nos agota y al final del día acabamos muy muy cansados, entonces qué pasa con los niños.

El desarrollo del cerebro en el ser humano termina a los 21 años, a esa edad terminan de hacerse todas las conexiones neuronales, antes las conexiones no están hechas al 100%, todas las vivencias externas afectan estas conexiones, crean creencias y así es como el adulto tiene prejuicios de las cosas.

Lo que pasa al tener a un niño expuesto tanto tiempo frente a una pantalla es que se desconecta, no crea conexiones nuevas ya que para hacerlas necesita, movimiento, acompañamiento físico, socialización, afecto, interacción y por mucho que queramos una pantalla no va a suplir al ser humano, no suple una mano, una mirada, una caricia.

¿Realmente estarán aprendiendo de forma virtual?

¿Realmente están aprendiendo los niños? ¿Vale la pena pelear o tener discusiones con ellos por que no hagan caso a una pantalla, si su cuerpo les pide descanso? ¿Qué recuerdo es el que quieres que tengan tus hijos de esta época? Unos papás comprensivos y presentes o un recuerdo de unos papás regañones e impositivos, recuerda que lo que le enseñes va a repetir y se va a quedar grabado de por vida.

La creatividad en estos tiempos está al tope y si hay muchas cosas que se pueden hacer, como burbujas sociales de 4 a 6 niños en casa, con alguna maestra que lleve la currícula de la escuela en la que van, que experimentes el homeschool, que aprendan cosas de la casa, tomar cursos de lo que más les apasiona con maestras de otras materias, buscar alguna de metodología diferente a la tuya y experimentar qué pasa si lo cambias.

Cada familia tiene sus creencias y experiencias pero en toda esta locura nadie se ha puesto a pensar en la salud mental de los niños y de cómo lo están viviendo ellos, pongámonos en sus zapatos y seamos empáticos con las necesidades de ellos y velemos por que estén en calma, hay que darles una contención desde el cariño más preciado para que esta época la recuerden como la mejor, porque sus papás siempre estuvieron presentes.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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