• Muchos hombres han desempeñado un rol falso, tóxico e incorrecto.
  • Aunque el término "nueva masculinidad” hace brincar a la mente y genera incomodidad, es esencial para la transformación del mundo actual.
  • En la opinión de Gizehlle García, estas son las claves para que el hombre regrese a su verdadera naturaleza.

“Nueva masculinidad”; un término que mueve, que hace brincar a la mente y que genera “incomodidad, sobre todo en los hombres, quienes a lo largo de su vida han ido desempeñando un rol falso, tóxico e incorrecto que los ha alejado de su verdadera naturaleza y que es urgente modificar; este es uno de los elementos clave para la transformación del mundo en que vivimos. Solo así será posible abatir la inequidad de género.

“Cuando escuchas el término nueva masculinidad, ¿qué pensamientos y/o emociones surgen?” Lancé esta pregunta en mis redes recientemente; las mujeres que respondieron coincidieron en una masculinidad sin machismo, aceptación de la vulnerabilidad, apertura a sanar heridas del pasado, reconocimiento y abrazo de la energía femenina presente en ellos.

En el caso de los hombres fue algo especial; por un lado, me llamó la atención que muy pocos respondieron de manera pública, muchos prefirieron enviarme mensaje en privado y las reacciones a la pregunta fueron diversas.

Recibí respuestas donde compartían que la nueva masculinidad se refería a la libertad para expresarse y hacer aquello que realmente desean sin el miedo a ser juzgados por salirse de lo que significa “ser hombre”, así como a la desprogramación de los roles de género dictados por la sociedad.

Por otro lado, algunas reacciones fueron desde esa “incomodidad” que comenté al inicio. Algunos hombres mostraron resistencia al término, comentando que, “lo queramos o no”, existen actividades, tareas y comportamientos particularmente “destinados” a los hombres y otros a las mujeres.

Este fue un ejercicio breve para observar la inconsciencia permeada en la percepción y las creencias.

Un mundo de creencias limitantes, tóxicas y obsoletas

Sin embargo, la gran evidencia latente de esta inconsciencia es la realidad que hoy vemos manifestarse en nuestra sociedad y en el mundo entero de desigualdad, inequidad, sufrimiento y dolor, sostenida, precisamente, por estas creencias limitantes, tóxicas y obsoletas y alejadas de la verdad.

En marzo del 2020, el mismo día en que se declaró como oficial la pandemia en México, tuve el gran honor de recibir un premio muy especial del Centro de Dignidad Humana del Tec de Monterrey: el premio Mujer Tec 2020. Es un reconocimiento a mi labor y a mi trayectoria en temas del balance vida y carrera y del empoderamiento de la mujer.

En la ceremonia de premiación di un discurso donde hablaba sobre el gran rezago que hay en México en materia de igualdad de género (70 años de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas) y en el cual también compartía que, como mujer, mamá de dos hijos varones, proveedora y líder de familia; así como, emprendedora, he observado y vivido los efectos del sistema patriarcal en el que hemos estado inmersas e inmersos.

He tenido grandes maestros de vida a través de relaciones que me han mostrado este sistema latente; machismo, hombres con miedo a ser ellos mismos y sentirse amenazados, en cierto momento, a perder su “poder” al ver en mi una mujer “diferente” que se ha salido del status quo, que cuestiona, que es portavoz de muchos temas que generan “incomodidad” y en algunos casos, sentirse en “competencia” conmigo.  Lo más sorprendente es que niegan la existencia de un sistema patriarcal que se refleja también en el micromachismo.

Ahora, con gratitud observo esto desde el amor y la compasión pues han sido grandes regalos para mí, al darme cuenta de mis propias programaciones, para sanarlas y trascenderlas, así como del largo camino por recorrer.

Hay mucho por hacer y justamente por eso estoy hoy aquí escribiendo sobre esto, pues como compartí también en mi discurso: Acortar esa brecha de desigualdad es responsabilidad de todas y todos trabajando en consciencia conjuntamente comenzando por nuestro propio trabajo personal.

El Covid-19, el “big bang” de las creencias en torno a qué es ser hombre

Con la llegada de la pandemia se abrió una caja de pandora. La energía de la destrucción llegó con gran fuerza colapsando las estructuras que sostenían la realidad en que vivimos hasta antes del 2020.

Como he compartido en otros foros, describo a la pandemia como un “big bang” que trajo un gran caos con el propósito de que comenzáramos a despertar para crear un nuevo orden, una nueva realidad, ahora sí, desde la consciencia. Es un gran momento para cuestionar todas aquellas creencias programadas por el sistema en relación a lo que es ser hombre.

“El mundo de la humanidad tiene dos alas: una es la mujer y la otra es el hombre. Hasta que ambas alas no se hayan desarrollado igualmente, el pájaro no podrá volar.” Abdu’l Bahá

La solución a los problemas derivados por la desigualdad y la inequidad de género, al fin del sufrimiento de la humanidad no está en el movimiento feminista. Pues como comenta Eckhart Tolle en su libro “El poder del ahora”, el que las mujeres se aferren a la identidad colectiva de víctimas —“Lo que los hombres les hicieron a las mujeres”— solamente da más fuerza a ese cuerpo de dolor colectivo, pues alimentan la condenación, la rabia y el resentimiento, así como el sentido de separación ante los hombre, fortaleciendo el ego. Mientras más fuerte sea este, más alejadas y alejados estaremos de nuestra verdadera naturaleza.  La energía de la resistencia solo crea mayor polaridad; es decir, mayor separación.

¿Por qué es necesario cuestionar la masculinidad para redefinirla?

Justin Baldoni, actor, director y cineasta estadounidense, recientemente lanzó su libro “Man enough” (Lo suficientemente hombre) en el cual amplía el mensaje que dio para su TED Talk en 2018 y que se hizo viral —ha tenido cerca de 3 millones de vistas— por atreverse a levantar la voz y expresar lo que muchos hombres alrededor del mundo y a través del tiempo han callado y que ha dado origen a más sufrimiento e infelicidad.

Justin Baldoni ha creado un movimiento que invita al diálogo entre los hombres para llevar la mirada a ellos mismos, cuestionar la masculinidad para redefinirla, para quitarle el trono al ego masculino, construido socioculturalmente por la creencia de la separación entre lo masculino y lo femenino, que busca controlar a una mujer pues explica que, sobre todo en países latinoamericanos, el machismo aparece como una dinámica del poder sobre la otra persona.

Esta necesidad de “poder” aparece por el miedo a no tener o a no ser suficiente.

Ya compartía Galeano, escritor, poeta y activista uruguayo este mensaje hace tiempo en relación al feminicidio:  “Hay criminales que proclaman tan campantes “la maté porque era mía”, así no más, como si fuera cosa de sentido común y justo de toda justicia y derecho de propiedad privada, que hace al hombre dueño de la mujer. Pero ninguno, ninguno, ni el más macho de los súper machos tiene la valentía de confesar “la maté por miedo”, porque al fin y al cabo el miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del miedo del hombre a la mujer sin miedo.”

En su raíz más profunda, el miedo siempre surge por una sola razón: la desconexión con nuestra verdadera naturaleza, el Ser.  

El miedo a perder la masculinidad, causa de enfermedades

¿Sabes cuál es la primera causa de mortalidad en hombres mexicanos? El cáncer de próstata. Esto no es coincidencia. Toda enfermedad tiene una raíz emocional. Gracias a la ciencia esto se va demostrando cada vez más. Grandes autoridades de la medicina alrededor del mundo como: Dr. Bernie Siegel, Dra. Christiane Northup, Dr. Bruce Lipton, Dra. Lissa Rankin, Dr. Deepak Chopra, Dr. Mark Hyman, Dr. Joe Dispenza, entre muchos otros han hecho grandes y sorprendentes contribuciones al tema de la conexión entre la mente (pensamiento y emoción) y el cuerpo físico.

Louise L. Hay —escritora, oradora y terapeuta estadounidense—, en su libro “Sana tu cuerpo” comparte un listado de las enfermedades y su conexión emocional. En esta lista, las enfermedades relacionadas con la próstata las describe así: “Miedos mentales que debilitan la masculinidad. Masculinidad menospreciada o desatendida. Renuncia, presión sexual y culpa. Alguien que ya no es apreciado por su pareja. O alguien que cree no poder conseguirla. Sensación de vejez.” Interesante, ¿no?

Esto empata con el sentir de Justin Baldoni cuando explica que es sumamente desgastante tener que probarse a sí mismo y a los demás que Sí se es suficientemente hombre. Es muy abrumador tener que estar “actuando” todo el tiempo un personaje de “hombre” que fue creado por el sistema. No por nada las adicciones se han incrementado: al alcohol, al sexo, a las drogas, al trabajo. Cualquier tipo de compulsividad aparece para apagar esas “incomodidades”.

La nueva masculinidad invita a regresar al Ser, a recordar quién realmente se es, sanando, reconciliándose con la energía femenina, soltando peso, aligerando el viaje.

“Aprender a usar mi corazón. Eso me hace ser más hombre que nada.”

Justin Baldoni.

P.D. No juzgues lo que se manifiesta a tu alrededor si no te has comenzado a hacer cargo de lo más importante, de ti mismo.

Gizehlle García es experta en Salud, Nutrición Integral y en Bienestar Corporativo. Conferencista y entrenadora física. Licenciada en Mercadotecnia por el Tec de Monterrey.

Dedicada a la educación y capacitación por más de 21 años y al bienestar integral desde hace 13. Fundadora de LA FELICIDAD ES RENTABLE, dirigido al bienestar integral y a la felicidad de los colaboradores en organizaciones como BMW Plant SLP, Goodyear, Cummins, Mabe Latinoamérica, entre muchas otras.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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