Mientras el mundo veía la 92ª entrega de los premios Oscar, la NASA y la Agencia Espacial Europea enviaron al espacio una sonda que estudiará los polos del Sol.
Se espera que la sonda Solar Orbiter revele imágenes sobre los polos norte y sur de la estrella, que den pistas a los científicos sobre cómo afecta la energía solar a la Tierra y a los seres humanos. Además, la misión podría resolver algunas preguntas referentes a los efectos del campo magnético solar en los planetas que orbitan a su alrededor, dijo la NASA en un comunicado.
«Estas preguntas no son nuevas», dijo Yannis Zouganelis, encargada del proyecto en la Agencia Espacial Europea, en el comunicado de la agencia espacial estadounidense. «Todavía no entendemos cosas fundamentales sobre nuestra estrella».
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Un largo viaje
Sin embargo, las respuestas que buscan la NASA y la ESA no llegarán pronto.
El Solar Orbiter debe emprender un viaje de 10 años antes de acercarse lo suficiente al sol. Para lograrlo, la sonda debe utilizar la influencia gravitacional de la Tierra y Venus para acercarse a 42 millones de kilómetros de la estrella.
Una vez ahí, la sonda mapeará los polos solares, lo que podría permitir a los científicos de la NASA y la ESA por primera vez observar la fuente concentrada de viento solar que impregna nuestro sistema.
El viento solar es una masa de partículas cargadas que está altamente concentrada en los polos y se irradian a través de nuestro Sistema Solar, afectando a los satélites y dispositivos electrónicos en la Tierra.
El Solar Orbiter lleva 10 instrumentos instalados tras un gigantesco escudo térmico de 147 kilos, tres de los cuales tomarán imágenes a través de pequeñas ventanas y vigilarán al Sol para observar cómo cambia su superficie con el tiempo.
Con información de Reuters.
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