Ivonne Vargas

Ivonne Vargas

Laberinto Laboral

La situación laboral ha sido el ámbito más afectado por el coronavirus Covid-19 y con los jóvenes hay un agravante especial, pues una de cada seis personas (17.4%) que tenían oportunidad de ser contratadas en su primer empleo, previo al confinamiento, no vieron cumplida esa promesa.

Y el dato aumenta en aquellos entre 18 a 24 años, pues 23.1 % de ellos vieron interrumpida su actividad laboral.

Si quisiéramos buscar culpables, la pandemia sería uno de los primeros, pero de fondo, la pregunta, es ¿cómo es el mercado laboral que recibe a los mexicanos?

Aquí van algunos datos para abrir sabor de boca: en el primer empleo la mayoría de los egresados obtienen un sueldo que va entre 3,000 y 8,000 pesos (46%); el 20% ganan entre 1,501 y 3,000 pesos, y el 10% gana 1,500 pesos, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Egresados 2020, realizada por la Universidad del Valle de México (UVM).

¿Cómo se define un buen empleo?

Quiero poner estas cifras en un marco donde llevamos 22 meses diciendo que el mercado de trabajo está mejorando. ¿De veras es esta población una prioridad de las autoridades?

Sin caer en un asunto partidista, solo vale recordar que generar un buen empleo, al menos en términos básicos, significa contar con prestaciones mínimas de ley y un salario que alcance a cubrir la canasta básica, cuyo costo hoy es de 1643.15 pesos.

Y le cuento otro detalle sobre el informe de la UVM, que contó con 10,036 participantes, de instituciones académicas privadas y públicas. Resulta que 22% de los hombres reporta ganar entre $8,001 y $15,000 pesos mensuales, en el caso de las mujeres con ingreso en este rango disminuye a 16%.

Así que no solo hay un primer salario castigado, para muchos (solo 4% gana 15,000 pesos) el problema es que la brecha de género no más no hay como detenerla.

¿A qué se debe la brecha salarial entre hombres y mujeres?

La diferencia empieza desde el primer salario y se agudiza durante el “desarrollo” laboral de la mujer. Y espere que aquí viene otra ‘joya’: el salario promedio de los egresados en el primer empleo y la percepción de facilidad o dificultad de conseguir trabajo están relacionados.

A quienes les resultó muy fácil obtener su primer empleo tuvieron un ingreso promedio de $6,626, para quienes percibieron dificultad, el ingreso fue de $5,149.

El resultado de estas cifras es que en México un problema social enquistado es la calidad de los empleos que se generan y de los salarios. Ni egresados ni experimentados escapan de ello, pero imagine lo que se compite para llegar a ese 4% de 15,000 pesos.

Valdría, a estas alturas y desde hace 22 meses, dejar de enfrascarse en echar la culpa al manejo económico de los antecesores, y en lugar de ello poner en marcha estrategias específicas de creación de empleo, algo que todavía no queda claro tras la pandemia.

Un primer paso, por ejemplo, es revisar la situación de experiencia laboral por género, desde las universidades, y responder a la pregunta ¿por qué los hombres registran porcentajes más altos de salarios en las distintas modalidades de empleo? y desde que salen de la escuela; esto es un análisis urgente que no ha sucedido, me cuenta Adriana Rico, Investigadora del Centro de Opinión Pública de UVM.

Los hombres registran porcentajes más altos en las distintas modalidades de empleo, esto significa que han adquirido más experiencia y han estado en mayor medida en el mercado laboral. En contraste, mayor porcentaje de mujeres nunca ha trabajado (23% versus 13% de hombres).

¿Cómo afecta la falta de empleo a los jóvenes?

La incapacidad de la economía mexicana para procurar un empleo a las franjas de población entre 18 y 24 años tiene consecuencias sociales muy graves que, no tengo la certeza, de que se están midiendo, mucho menos lo que sucede nivel de género.

Pero, lo que es un hecho es que esta situación amenaza con convertirse en endémica, porque impide que los jóvenes se independicen, frustra sus expectativas profesionales, los condena a un empleo formal y… ahí le dejo, no hablo de otros riesgos a los que se enfrentan los jóvenes.

¿Cómo se contratan los jóvenes en México? Estas cifras compartidas por la investigadora en el Centro de Opinión Pública dan escalofrío, porque hablan de la gran desigualdad que vive el país: en la región sur, 22% tarda en emplearse más de un año, en contraparte, quienes residen en el Centro -norte y Noroeste consiguen en menos de un mes un trabajo (28% y 26% respectivamente).

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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