• Thais Gudino llegó a México desde Venezuela, con el fin de acompañar a sus hijas a su nueva universidad.
  • Sin embargo, se quedó en el país e inició un negocio como jefa de flotilla de autos de aplicación.
  • De empezar con tres autos ahora Thais cuenta con 15 autos y logró sacar adelante su negocio, al aprender de todo desde cero.

Thais Gudino acompañó a sus hijas de Venezuela a Ciudad de México en 2015. Ella solo venía para saber dónde estudiarían sus hijas la universidad; sin embargo decidió quedarse y empezar un negocio. 

Supo que ejercer su profesión en México le tomaría tiempo, por lo que descartó la posibilidad y decidió empezar con un trabajo liderando una flotilla de taxis por aplicación. 

Gudino probó con diferentes aplicaciones, hasta que en noviembre de 2018 decidió quedarse en Didi como jefa de flotilla e inició un nuevo negocio. 

Thais convirtió los obstáculos en herramientas

La emprendedora confiesa que al principio no sabía de mecánica de autos, de compra venta, y no tenía la sensibilidad para la contratación de los conductores, por lo que esto representó un obstáculo para ella. 

“Me chocaron un carro, me robaron otro y otro fue una mala compra que hice. Sin embargo, estos obstáculos generaron herramientas para saber cómo voy prevenir el robo, cómo voy a prevenir los choques, cómo voy a prevenir las fallas técnicas”, dijo. 

Tras afinar esos detalles con los primeros tres autos, Thais creció su flotilla de 3 a 5 coches seminuevos y empezó a aprender de mecánica.

Con estos ajustes, el negocios “iba viento en popa” y ya no había dificultades para los autos, la demanda era más grande y la utilidad representaba el 6%.  

“En una ciudad tan grande como la Ciudad de México, un negocio así es muy rentable”, dijo Thais. 

Las conductoras de Didi lograron incrementar 45% sus ganancias

Para volver a invertir en autos, Thais se apoyó en su trabajo alterno de asesoría de inmuebles y con 120,000 pesos puso en marcha otra nueva unidad.

Su precio base de renta del auto es desde 2,300 a 2,500 por semana, por lo que los conductores deben facturar alrededor de 8,000 a 10,000 pesos semanalmente.

Según datos de la empresa durante 2021, las conductoras lograron incrementar 45% sus ganancias, las cuales en promedio alcanzan los 25,000 pesos mensuales y tienen recompensas especiales

Thais asegura que también la clave es mantener los gastos controlados, por ejemplo, con su mecánico de confianza que le cobra a un precio justo y no mantiene a los autos sin circular más de 24 horas. 

«Muchos esperaban ver un hombre detrás del negocio»

No solo las cuestiones de los autos fueron un obstáculo, Thais asegura que muchas veces al ser jefa de flotilla, las personas esperan ver a un hombre detrás del negocio, “me costaba para que cumplieran órdenes mías, para que hicieran (los conductores) lo que yo decía”.

Guadino asegura que estos problemas se presentaban específicamente en la cuestión mecánica, debido a que cuando ella los mandaba a su local de confianza, los conductores no hacían caso. 

“Pero todo esto cambió, porque me ven hablando con tanta seguridad y al tener tantos años en la flotilla con tantos autos, esto significa que he aprendido mucho de esto. Ahora ya no me discuten aunque sean nuevos los conductores”, dijo.

Thais asegura que su temor es cuándo debe acudir a algún percance con los autos durante la madrugada. 

“Cuando te hablan a las 3 de la mañana, te dicen que pasó algo es lo más difícil y lo que más miedo me da”, agregó. 

En 2021 creció 103% el registro de conductoras

Dentro de la flotilla de Thais, también ha habido mujeres conductoras y ella les da prioridad para contratarlas, además con el apoyo de bonos de 1,000 pesos al recomendar una mujer, la líder señala que le encantaría tener paridad en la flotilla. 

Este 2021, Didi reportó un incremento de 42% en conductoras conectadas y 103% en el registro. 

“Yo estoy enamorada de mi trabajo de flotilla, es un trabajo donde aprendí hacer todo desde cero, y ha sido como una carrera. Aprendí de legal, administración, mecánica y el negocio me abrió las puertas”, contó. 

Ahora, gracias a su trabajo como jefa de flotilla, sus hijas se graduaron de la universidad.

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