• Italia suma más de 23,000 muerto por el coronavirus, pero está saliendo de la fase crítica de la epidemia tras permanecer en confinamiento desde el pasado 9 de marzo. 
  • Un estudio publicado por Confindustria afirma que 97.2% de las empresas italianas ha sufrido efectos por la pandemia; mientras que 23 millones de trabajadores autónomos necesitarán ayuda del Estado. 
  • La recuperación de Italia ha provocado diferencias entre el norte y el sur, quienes tienen diferentes estructuras económicas y de salud, así como cantidad de casos confirmados de coronavirus. 

Con su economía paralizada y sus ciudadanos recluidos en casa, en Italia sólo se habla de levantar el confinamiento, entre la impaciencia por recuperarse y el temor a una segunda ola de la pandemia del coronavirus.

Italia suma más de 23,000 muertos por el Covid-19, pero está saliendo de la fase crítica de la epidemia tras varias semanas de confinamiento, el cual inició el pasado 9 de marzo.

Día tras día, los medios de comunicación mencionan que levantar el aislamiento podría ser lo primero que se autorice. Las especulaciones obligaron al gobierno a recordar durante este fin de semana que “no se prevén modificaciones”, por lo que éste seguirá hasta el 3 de mayo.

Sin embargo, son los propios ministros del gobierno los que evocan el tema.

“Debemos brindar a los ciudadanos una mayor libertad de circulación”, declaró el viceministro de Salud, Pierpaolo Sileri.

Elena Bonnetti, ministra italiana de la familia, también dejó ver una posible reapertura parcial de los espacios de juego: “¡Algo tiene que cambiar en las próximas semanas para nuestros niños! ¡Ellos tienen el derecho a jugar!”.

La castigada economía italiana

Hay una fuerte presión para reemprender a la tercera economía europea, la cual resultó muy castigada por la crisis del Covid-19.

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REUTERS/Alberto Lingria/File Photo

Un estudio publicado por Confindustria, la primera organización patronal, afirma que 97.2% de las empresas italianas ha sufrido efectos de la pandemia, la mitad de una manera “muy grave”; disminuyendo su facturación hasta casi un tercio respecto a marzo de 2019 (32.6%).

Según el diario La Repubblica, la mitad de los 23 millones de empleados y trabajadores autónomos necesitará la ayuda del Estado, proporción que podría aumentar.

“En un absoluto respeto a los protocolos sanitarios (…), ahora hay que mirar hacia adelante. La consigna es recuperarse”, declaró Marco Marsilio, gobernador de la región de los Abruzos.

Contrario al confinamiento desde un comienzo, el ex primer ministro Matteo Renzi incluso instó a reabrir las escuelas, a su parecer, una condición esencial para la recuperación económica. En tanto, el gobierno podría hacerlo hasta el próximo septiembre.

En su cuenta de Facebook, el jefe del gobierno, Giuseppe Conte, ha insistido sobre la importancia de un programa “bien articulado, que concilie la protección de la salud y las exigencias de la producción” para una recuperación “que mantenga bajo control a la curva epidemiológica y la capacidad de reacción de la mayor parte de las estructuras hospitalarias”.

Si bien lo peor de esta ola epidémica parece haber ya pasado, “la cuestión clave es respecto al (posible) regreso del virus en el otoño”, advierte Luca Zaia, gobernador del Véneto.

“Convivir con el virus significa repensar cada día. No en las horas punta de todas las fases del cotidiano”, advirtió Silvio Brusaferro, director del Instituto Superior de Salud. “Hay que olvidarse de las calles y el transporte público abarrotados”.

Las diferencias entre el norte y el sur de Italia

El ritmo de recuperación en Italia provoca diferencias entre el norte, el motor económico del país, y el sur, pobre y poco afectado por la epidemia, pero con un sistema sanitario parece estar mal equipado para enfrentar un eventual rebrote.

“Quizás ellos sean más optimistas que nosotros. Aquí se harán las cosas por etapas, no podemos asumir riesgos”, advierte la presidenta de Calabria, Jole Santelli, sobre que regiones del norte, como Lombardía y Véneto, busquen una reanudación rápida.

Su homólogo de Campania — región donde se encuentra Nápoles, Vincenzo de Luca — aspira a que una vez que el confinamiento sea levantado, se mantenga la prohibición de los desplazamientos de una región a otra.

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REUTERS/Ciro De Luca

Además, espera que los visitantes del norte puedan ser puestos bajo cuarentena.

En su estrategia para prevenir cualquier rebrote pandémico, Italia ha aumentado el ritmo de pruebas de saliva (entre 50,000 y 60,000 diarias); mientras que Lombardía prevé está semana comenzar con pruebas serológicas al personal médico en las ciudades más afectadas.

El sistema de trazabilidad Immuni será probado en algunas regiones, pero recién se aplicará en todo el país a partir de la segunda quincena de mayo, según las autoridades.

Con información de AFP.

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