• Algunos economistas advierten que se avecina una recesión en esta época.
  • Los estudios han encontrado que comenzar una carrera profesional en esa época perjudica tus perspectivas de ingresos a largo plazo.
  • La investigación también sugiere que puede hacerte más feliz y estas son las causas.
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Regresé a vivir con mis padres en agosto de 2011, antes de iniciar mi carrera profesional.

Recientemente había terminado un programa de maestría en literatura inglesa y estaba desempleada y cargada de deudas estudiantiles. 

Para pasar el tiempo, me senté con mi computadora portátil en el sótano; escribí artículos para una empresa emergente centrada en la salud y el bienestar que no podía pagarme.

Cuando la startup buscaba contratar a otro redactor de planta, conseguí el empleo. Quizás porque era la única persona razonablemente competente dispuesta a aceptar un salario nominal.

Durante dos años, viajaba a un tercer piso sin ascensor en Manhattan, donde un grupo de nosotros, quienes teníamos poco más de 20 años, compartimos comida y consejos sobre citas y tratamos de hacer despegar el sitio web.

Me quedé en esa startup principalmente porque mis colegas se habían convertido en mis mejores amigos; sentíamos que estábamos mejorando la vida diaria de las personas. 

Pero me pregunto si podría haber buscado en otra parte antes si me hubiera graduado en una economía más fuerte y sentí que podría encontrar otro trabajo fácilmente. 

Ayudó que mi familia estuviera cerca y pudiera permitirse que viviera con ellos en ese momento.

Una economía «tambaleante» y una carrera en ebullición

La economía en la que te gradúes puede dar forma al resto de tu carrera profesional, una idea que es importante ahora que algunos especialistas (aunque no todos) predicen que pronto se avecina una recesión.

Los estudios han encontrado que las personas que ingresan a la fuerza laboral en una época asi tienen bajas probabilidades de estar empleadas y ganar menos dinero , incluso una década o más después, que aquellas que comienzan sus carreras en mejores tiempos económicos. 

(Tal vez si hubiera podido conseguir un trabajo más lucrativo justo después de graduarme, estaría ganando el doble del salario que tengo ahora).

¿Cómo te sientes hoy?

Aunque tal vez sea más significativo, el mercado laboral al que te lanzan después de la escuela también puede determinar cómo te sientes con respecto a tu carrera profesional a largo plazo.

Una investigación publicada en 2013 por Emily Bianchi en la Escuela de Negocios Goizueta de la Universidad de Emory sugirió que las personas con títulos de licenciatura y maestría terminaron más felices en sus carreras si ingresaron a la fuerza laboral en una recesión.

En tres estudios que incluyeron un total de aproximadamente 3,500 personas, Bianchi analizó dos encuestas que el gobierno de Estados Unidos ha realizado desde la década de 1970. 

Los resultados mostraron que aquellos con títulos universitarios o de posgrado que ingresaron a la fuerza laboral en recesiones económicas estaban más satisfechos con sus trabajos. El efecto duró incluso décadas después.

Bianchi descubrió que esto se debía a que era menos probable que pensaran en todos los caminos profesionales que podrían haber tomado; estaban más agradecidos por las oportunidades que tenían. 

Tal vez, en un universo paralelo en el que se graduaran en una economía más fuerte, tendrían salarios más altos y títulos de trabajo «elegantes». Pero su capacidad para usar «lentes existenciales» significa que no se preocupan por si podrían haber logrado estas realidades alternativas y cómo.

Bianchi, por su parte, se graduó de la universidad en 2001, durante otra recesión en Estados Unidos y su carrera profesional inició con dificultades. 

Le tomó un año conseguir su primer empleo, en una organización sin fines de lucro que brinda servicios legales a personas sin hogar. 

En estos días, me dijo en una entrevista: «Tiendo a apreciar realmente las muchas cosas buenas de mi trabajo. En parte porque fue muy difícil para mí conseguir el primero».

Los inconvenientes

Sin embargo, si bien apreciar los aspectos positivos de su trabajo es generalmente algo bueno, Bianchi señaló que podría haber inconvenientes. 

Los graduados de la recesión podrían estar menos inclinados a dejar un trabajo mediocre «porque eres tan reacio al riesgo en el mercado laboral debido a tus primeras experiencias», puntualizó.

Y si eres renuente a solicitar un aumento de salario o un ascenso porque estás muy feliz de tener un trabajo pagado, comentó Bianchi, «es más probable que tu empleador se aproveche de ti».

A la mitad de mi mandato en la startup, el director ejecutivo me preguntó si quería un aumento y, aterrorizada de perder el empleo si me mostraba demasiado exigente, le dije que no. (Para crédito del CEO, me dio un aumento sustancial cuando la startup recaudó otra ronda de financiación).

En este punto, no está claro si vendrá una recesión y, si lo hace, cuánto afectará a los jóvenes profesionales de hoy. 

¿Qué pasará mañana?

Como informaron mis colegas de Insider, los expertos en carreras no están viendo una gran desaceleración en el reclutamiento de estudiantes universitarios. 

Los efectos profesionales a largo plazo de una recesión probablemente variarán según la demografía. 

Por ejemplo, las personas con títulos de posgrado podrían obtener mejores resultados que aquellos con menos educación. Y los trabajadores de entornos socioeconómicos más bajos podrían verse más afectados que otros trabajadores. 

(Bianchi dio a conocer que le gustaría realizar una investigación similar entre los graduados de secundaria).

Carreras cambiantes

También vale la pena señalar que las carreras han cambiado considerablemente desde 2013, cuando se publicó el artículo de Bianchi. 

Muchos trabajadores hoy tienen más flexibilidad y autonomía que antes de la pandemia. 

Pero Bianchi espera que sus hallazgos se sigan aplicando en la próxima recesión. 

Ha realizado una investigación utilizando datos más recientes que muestran que las personas informan una mayor satisfacción laboral durante los malos tiempos económicos. 

«Cuando aseguran ese primer trabajo es difícil», escribió en un correo electrónico a Insider, «la gente tiende a sentirse más agradecida por ese trabajo y lo considera de manera más positiva».

Quizás la conclusión más amplia de esta investigación es que nuestra experiencia laboral está determinada, al menos en parte, por cómo nos sentimos al respecto. Eso no es solo por la realidad objetiva de nuestro título de trabajo, salario y la cantidad de horas que registramos. 

Y en algunos casos, puede ser más fácil cambiar nuestra percepción de esas cosas que cambiarlas significativamente.

«Es asombroso lo que es posible cuando cambias tu forma de pensar», afirmó Christine Cruzvergara, directora de estrategia educativa de la red Handshake.

Específicamente, consideró que obtener claridad sobre lo que necesitas de tu trabajo y carrera puede ayudarte a sentir que tienes más control sobre tu experiencia laboral. Esto incluso si no cambias de empresa u oficio.

En mi caso, es difícil decir si graduarme en una recesión influyó en mi satisfacción laboral y carrera profesional más adelante. 

Disfruto mi trabajo, más que muchos de mis amigos; he tenido el mismo empleo durante siete años. Eso podría ser resultado de la casualidad o de mi personalidad. 

Pero si se debe, aunque sea en parte, al desafío de encontrar mi primer trabajo, entonces me inclino a decir que valió la pena.

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