- En México 29% de las mujeres con 15 años o más no tienen un ingreso propio, en contraste con 8% de los hombres, según la Cepal.
- Además, la participación laboral de mujeres está por debajo del promedio mundial y de la región.
- Sobre Nosotras: dos historias de dos mujeres que encontraron la independencia económica, a través de su labor como conductoras.
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Adriana se divorció hace dos años y su primera preocupación era cómo lograr su independencia económica, debido a que durante su matrimonio se dedicó a las tareas de cuidado en su hogar.
Al salirse de su casa, de su «jaula de oro» —como ella lo llama—, Adriana tuvo que empezar su independencia económica, un reto para las mujeres mexicanas, donde 29% de ellas con 15 años o más no tienen un ingreso propio, en contraste con 8% de los hombres, según la Cepal.
«Fue complicado, estuve buscando de una u otra forma, vendí cosas y metía mis CV para las escuelas de educación especial, pero por mi edad y la pandemia fue complicado», dijo.
El camino no fue fácil, especialmente enfrentó sus inseguridades
Entonces, Adriana optó por ser conductora de la plataforma Didi, una experiencia que le ha otorgado lo que ella buscaba, su libertad económica.
La proporción de mujeres sin ingresos propios aumentó 15% entre 2018 y 2020. Mientras que México es el octavo país de América Latina con mayor porcentaje de mujeres sin ingresos.
Su camino no fue fácil, más cuando le invadían esos pensamientos de voces externas que por mucho tiempo juzgador su forma de utilizar la aplicación de navegación.
Adriana contó que muchas veces, al inicio, le surgía un temor a equivocarse, «pensaba que se iban a enojar (los usuarios), pero tenía que motivarme porque era lo único que me estaba ayudando a salir adelante»,dijo.
«Tenemos que quitarnos esas basuras de la cabeza de: ‘no puedes’, ‘eres mujer’, ‘te vas a equivocar’, ‘y si piensan esto de mí’. Todo ello hay que vencerlo», sostuvo.
La independencia económica le dio Adriana la libertad que buscaba
Con la independencia económica, también Adriana tuvo que aprender a organizar su tiempo y sus finanzas personales.
«Depender económicamente 100% de mí sí fue complicado, pero la paz que te deja es invaluable y he podido empezar desde cero, desde casi nada. Me ha dado mucha seguridad y desapego de las personas», dijo.
Para Adriana la clave para salir adelante fue que empezó a creer en ella, a pesar de las inseguridades y el contexto que tenía, sabía que el cambio iba provenir de ella, «no importa si tienes una pareja, si alguien te motiva, si tus hijos te dan su aprobación, todo depende de ti, debe venir de ti».
Angélica ahora es dueña de su propio tiempo
Una historia similar es la de Angélica Arévalo, otra conductora de Didi, que ingresó a la plataforma para poder sustentarse económicamente en medio la pandemia, debido a la reducción de salario de su antiguo trabajo.
Como madre soltera de dos hijos, Angélica debía encontrar el sustento que le permitiera tener la tarea de cuidados en su hogar y tener los ingresos suficientes.
En México, la participación laboral de mujeres está por debajo del promedio mundial y de la región, debido a la distribución poco equitativa de las tareas de cuidado y del hogar, según el IMCO.
Incluso antes de quedarse sin empleo, para Angélica tener un auto era un sueño, que pudo cumplir y ahora uno de los retos era poder sostener los gatos que incluían la mensualidad de su nueva fuente de trabajo.
«Más que verlo como un empleo, lo veo como un negocio, porque yo soy dueña de mi tiempo, de mi espacio y esto me permite estar más tiempo con mis hijos», dijo.
Un motivo de orgullo es proporcionar la seguridad que buscan las usuarias
En su primer viaje, Angélica cuenta que se encontraba nerviosa, debido a que era la primera vez que utilizaba la plataforma y también la aplicación de navegación.
«Cuando empecé no sabía manejar nada de la aplicación, ni Waze, nada. En mi primer viaje iba muy nerviosa porque tengo la responsabilidad de alguien, que llegue esa persona sana y salva a su destino», agregó.
Para Angélica es un orgullo que las personas que suben a su auto se sientan seguras y que reconozcan su labor como conductora, más a las usuarias.
«Las usuarias siempre dicen que como mujer les doy más seguridad y yo le contestó que no somos muchas, pero las que somos aquí andamos», sostuvo.
También se ha enfrentado a diferentes anécdotas con los usuarios, una de ellas cuando la quisieron asaltar en Ecatepec, «se dañó bastante mi coche y fue una experiencia bastante fea».
«Sí se pudo, que al final el nervio y el miedo se van»
Por otro lado, ha tenido la satisfacción de ayudar a personas. La conductora cuenta que trasladó a una persona que viajaba junto a su padre enfermó, «el usuario me pidió que fuera rápido, yo ayudé a que el señor llegara lo más rápido para que lo atendieran».
Mirando hacia atrás, Angélica se diría una sola frase «sí se pudo, que al final el nervio y el miedo se van». Ahora su plan es terminar de pagar su auto para poder comprar una más e iniciar una flotilla con Didi.
Este texto pertenece al especial Sobre Nosotras, historias que reflejan la vida de cientos de mujeres.
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