- Human Rights Watch denunció a los patrocinadores de Beijing 2022 por ignorar los “delitos de lesa humanidad” del gobierno de China.
- Expertos en derechos de la ONU dijeron que al menos un millón de musulmanes fueron enviados a campamentos de trabajo en Xinjiang desde 2017.
- Los patrocinadores de los Juegos Olímpicos de invierno incluyen a Coca-Cola, Intel y AirBnB.
Human Rights Watch denunció este viernes a las grandes corporaciones que patrocinan los Juegos Olímpicos de invierno de Beijing 2022. La organización activista asegura que ignoran “delitos de lesa humanidad” cometidos contra las minorías étnicas en la región occidental de China.
El grupo con sede en Nueva York dijo en conferencia de prensa que los principales patrocinadores del evento —que se celebrará del 4 al 20 de febrero— deberían presionar al gobierno de China y al Comité Olímpico Internacional (COI) sobre las violaciones de derechos humanos cometidas en el país.
“El tiempo de la diplomacia silenciosa ha terminado”, dijo Minky Worden, directora de Iniciativas Globales de Human Rights Watch.
Multinacionales estadounidenses —incluyendo Coca-Cola, Intel y AirBnB—se encuentran entre los 13 “socios olímpicos”; este es el nivel más alto de patrocinio, que pagan en conjunto cientos de millones de dólares.
Las tres firmas no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios de Reuters fuera del horario comercial de Estados Unidos.
Grupos de derechos humanos y legisladores estadounidenses han pedido al COI que posponga los Juegos Olímpicos de Beijing 2022. También se solicitó que reubique el evento; ello a menos que China detenga lo que Estados Unidos considera un genocidio contra miembros de la etnia uigur y de otros grupos minoritarios musulmanes.
Expertos en derechos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dijeron que al menos un millón de musulmanes fueron enviados a campamentos de trabajo en Xinjiang desde 2017.
China niega las acusaciones de Human Rights Watch
China niega todas las acusaciones de abuso de los uigures y describe los campamentos como instalaciones de formación profesional para combatir el extremismo religioso.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China tampoco respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre las declaraciones de Human Rights Watch.
En julio, un panel del Congreso de Estados Unidos denunció a los patrocinadores estadounidenses de Beijing 2022, acusándolos de anteponer sus ganancias a los derechos humanos.
Cuando se les preguntó si los Juegos Olímpicos de invierno deberían reubicarse o posponerse, los patrocinadores se negaron a referirse directamente al tema o dijeron que no tenían ninguna responsabilidad sobre la selección del país anfitrión.
China, la segunda economía más grande del mundo, se ha vuelto cada vez más desafiante para las empresas globales atrapadas entre la oportunidad del mercado y la presión por los antecedentes de derechos humanos.
Con información de Reuters.
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