• El volumen de los desechos plásticos producidos por el ser humano alcanza cada año nuevos récords terroríficos.
  • Es por ello que la comunidad científica insiste en buscar nuevas modalidades de reciclaje.
  • La última procede de la École polytechnique fédérale de Lausanne (EPFL) en Suiza. Se inspiraron en la naturaleza para abordar el reciclaje del plástico.

El plástico ahoga al planeta de manera literal, solo en el fondo del océano hay más de 14 millones de toneladas. Y cada año se arrojan al mar 8 millones de toneladas que impactan seriamente en los ecosistemas marinos e impactan en los terrestres. Las partículas de este material se han encontrado incluso en el Everest.

Sin ir más lejos, un estudio relativamente reciente reveló que comemos 100,000 micropartículas de plástico al año. Esto equivale a una tarjeta de crédito por semana.

Para los animales el exceso de plástico es devastador: sus trozos obstruyen garganta o tracto digestivo. Lo que causa en muchas ocasiones la muerte por inanición o malnutrición.

Es importante encontrar nuevas maneras de acabar con el plástico, desarrollar biomateriales alternativos y reciclar eficazmente el que está en circulación; una carrera a contrarreloj parra dejar de dañar la naturaleza.

En este ámbito destaca un nuevo proyecto llevado a cabo por investigadores de la École polytechnique fédérale de Lausanne (EPFL) en Suiza. Sus resultados se publicaron en un artículo de la revista Advanced Materials.

Esta manera de reciclaje se inspira en cómo la naturaleza descompone los componentes de los polímeros orgánicos presentes en el medio ambiente.

Así es el proceso de reciclaje para el plástico de los científicos

«Una proteína es como un collar de perlas, donde cada perla es un aminoácido»

Así lo explica Simone Giaveri, científica de materiales de la EPFL. Las proteínas en los polímeros orgánicos se descomponen y ensamblan de nuevo constantemente. El modo en el que se rompen y reconfiguran los aminoácidos sugiere una estrategia potencial para reciclar polímeros sintéticos.

«Cada perla tiene un color diferente, y la secuencia de colores determina la estructura del hilo y por ende sus propiedades. En la naturaleza, las cadenas de proteínas se rompen en los aminoácidos constituyentes y las células vuelven a unir dichos aminoácidos para formar nuevas proteínas». Dicho de otro modo, crean collares de perlas con colores reordenados.

Los responsables del proyecto lo bautizaron como NacRe, o reciclaje de economía circular inspirado en la naturaleza.

Advanced Materials

En pruebas de laboratorio, el equipo pudo dividir proteínas seleccionadas en aminoácidos y luego ensamblarlas en nuevas proteínas con diferentes estructuras y usos.

Uno de los casos permitió convertir las proteínas de la seda en una proteína verde fluorescente, un trazador brillante utilizado en la investigación biomédica. La calidad de las proteínas permanece estable pese al proceso.

Los mecanismos naturales pueden aplicarse a los plásticos, aunque deberán tenerse en cuenta las sustanciales diferencias entre los polímeros naturales y artificiales. «Requerirá una mentalidad radicalmente diferente», dice el científico de materiales Francesco Stellacci, de EPFL.

Los investigadores estiman que en 70 años, una persona tira alrededor de dos toneladas métricas de plástico en promedio. Multiplicado por la población creciente, los resultados quitan el aliento.

«En el futuro, la sostenibilidad implicará llevar el upcycling al extremo; juntar muchos objetos diferentes y reciclar la mezcla para producir cada día un nuevo material diferente», dice Stellacci. «La naturaleza ya hace esto».

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