• La recaudación del impuesto sobre la renta (ISR) disminuyó casi 16% anual entre enero y abril de este año.
  • En tanto, el déficit del gobierno federal aumentó casi 200% después de una caída en los ingresos tributarios.
  • La deuda pública se ha contenido debido a un peso más fuerte que ha logrado disminuir la deuda externa.

Después de emprender acciones para mejorar el cobro de impuestos a las grandes empresas, y aumentar la eficiencia recaudatoria, la Secretaría de Hacienda toco con pared en abril.

Durante los primeros cuatro meses del año, los ingresos provenientes de los impuestos disminuyeron 2.8% anual ante el entorno de debilidad económica.

En tanto, el déficit del gobierno federal —es decir, la diferencia entre tener más gastos que ingresos disponibles— se disparó casi 200% en términos anuales, de acuerdo con el informe de finanzas públicas y deuda pública.

La caída de los ingresos tributarios se debió principalmente a una reducción de casi 16% en el impuesto sobre la renta (ISR), es decir, lo que pagan empresas y empleados formales.

Esta reducción se dió en medio de una contracción de la economía de 2.8% en el primer trimestre del año, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Esta caída se dio después de que se estableciera el semáforo rojo en varias entidades a inicio de año por el aumento de contagios por Covid-19.

Los ingresos petroleros salvan al sector público

El cobro del impuesto al valor agregado (IVA), que aumentó 12% en el mismo periodo no fue suficiente para detener la caída de los ingresos del gobierno federal. Tampoco ayudó la caída en la recaudación del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) que se cobra a las gasolinas y que disminuyó 4% en el periodo.

Solo fue gracias al repunte de los ingresos petroleros de casi 180% que la entrada de efectivo del sector público —que incluye al gobierno federal, así como a todas las demás empresas públicas como Pemex y CFE— logró salir a flote con un repunte de 2% en el periodo.

Los ingresos petroleros registraron tal crecimiendo debido a que en abril del año pasado la demanda de crudo a nivel mundial se desplomó por la pandemia de Covid-19.

Pero aún con esta mayor entrada de recursos petroleros, al tomar en cuenta solo los ingresos del gobierno federal, estos cayeron 2% en el periodo. Y con un gasto de casi 1.7 billones de pesos, que representó un aumento de 2.5% anual, la deuda del gobierno subió considerablemente.

El gobierno federal triplicó su déficit

Después de la caída en los ingresos del gobierno federal y el aumento al gasto público, el déficit se ubicó en 111,600 millones de pesos (mdp) entre enero y abril de 2021. Esta cantidad es casi tres veces más en comparación con los 35,900 mdp que se reportaron en el mismo lapso del año pasado.

De acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), la deuda pública está siendo presionada por este déficit del gobierno federal.

Esto a pesar de que ha disminuido en 16% el costo financiero de las deudas del sector público. Este costo financiero ha disminuido debido a una reducción de 75% en los recursos que se destinan a los programas de deudores de la banca y por una recuperación en el tipo de cambio, lo que ha estabilizado la deuda externa, según el CIEP.

Este centro de investigación indicó que la deuda pública apenas logró disminuir por la recuperación en el tipo de cambio. Debido a un peso más fuerte, se registró una disminución de 15% en el valor en pesos de la deuda externa.

Sin embargo, la deuda interna, aquella generada dentro de sector público mexicano, aumentó 8% en términos anuales, su mayor crecimiento en cinco años debido a una mayor necesidad de financiamiento.

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