Laura Jiménez

Laura Jiménez

Extreme Makeover

A lo largo de mi carrera y de mi vida siempre me he cuestionado cómo es que constantemente anhelamos tener algo, ser de alguna forma o vernos mejor, pero si nos ponemos a pensar y somos honestos con nosotros mismos, la mayor parte del tiempo no hacemos lo necesario por lograrlo.

Como ejemplo de ello voy a exponer la imagen personal. Siempre es bueno reinventar nuestra imagen y mejorarla todos los días, pero ¿qué pasa cuando no logramos los resultados? Le echamos la culpa a los demás. 

Es como cuando queremos tonificar nuestro cuerpo; nos quejamos que no podemos bajar de peso o no obtenemos los resultados y le echamos la culpa a la falta de tiempo, a los antojos y nos ponemos excusas como que las dietas no son para mí. En fin, cosas así todo el tiempo nos estamos repitiendo. Pero qué pasa si cambiamos ese mensaje por: ¿Qué me falta hacer para lograr lo que quiero? ¿Qué tengo que mejorar para no sentirme así? Esos son cuestionamientos que nos permiten conocer nuestras debilidades para convertirlas en fortalezas y de esta forma poder cambiar lo que queramos; la clave está en nosotros y en la forma de pensar.

Con el tiempo esto llamaó cada vez más mi atención y me comencé a introducir en el mundo del coaching, una herramienta que desde mi punto de vista me ayudó muchísimo a abrir el panorama de muchas cosas que pasaban a mi alrededor.

Por supuesto esto me llevó a una introspección y reflexión profunda sobre mí  y me hizo pensar en aquellos hábitos o actitudes que no me permitían enviar los mensajes correctos, después de algún tiempo desarrollé una metodología o sencillos hábitos que me llevaron y ayudaron a conocerme mejor para poder cambiar esas cosas que no me permitían avanzar en mi desarrollo personal, y ahora los he querido compartir porque sé que si a mí me funcionaron a ti también te podrían funcionar. 

Cuestiónate todo el tiempo 

Los más grandes descubrimientos surgieron de los cuestionamientos que filósofos y científicos se hacían ante la vida, ¿por qué no descubrir algo grande en ti? 

Casi todo el tiempo me pregunto si estoy haciendo las cosas bien, o si me siento cómoda con lo que proyecto o qué es lo que busco para mí, todas esas cosas pasan por mi cabeza. Al principio pensaba que no era normal estar pensando en todo eso, ni querer controlar todo lo que pasa a mi alrededor; y me di cuenta que no es malo pensar en ello. Al contrario, nos permite analizar nuestro comportamiento y actitudes ante ciertas situaciones, lo que ayuda también a poder tener un control de nuestra imagen personal;  lo que pasa alrededor de nosotros en efecto no lo podemos controlar pero sí controlamos nuestros pensamientos y acciones. 

Lo importante de este punto es que siempre te cuestiones sobre tu persona, cosas como: ¿Qué defectos tienes que no te permiten avanzar?,  ¿qué es lo que buscas?,¿qué necesitas para lograr tus metas?; ¿te gusta cómo te sientes ahora? De esta forma tu mente arrojará las respuestas ante aquello que no te permite avanzar en tu imagen personal.

Cambia los defectos por virtudes 

Ya una vez que identificaste en tu análisis personal cuáles son esos hábitos o defectos que no te permiten avanzar, enlístalos  y escribe a un lado una solución que puedas poner en práctica y que se adapte a tu estilo de vida.  Por ejemplo, si uno de tus defectos es que te cuesta trabajo darle seguimiento a algo o tener disciplina, entonces monta una rutina diaria que te permita hacerlo.

Supongamos que te cuesta trabajo publicar en tus redes sociales, no es algo de urgencia pero es algo que a ti te gusta hacer porque proyectas tu imagen personal; haz una rutina diaria con horario de publicación para que de esta forma se vaya haciendo un hábito. Es decir, los lunes públicas una foto en un picnic a las 3 pm, el martes subes otra foto a las 2pm, así sucesivamente hasta que en automático tu cuerpo y mente lo van haciendo sin necesidad de que tú lo obligues.

De la misma forma lo puedes hacer con la puntualidad, en el trabajo, con tu pareja o cualquier ámbito.

Define tu metas

Ya sabes qué es lo que no te gusta de ti y cuáles son los defectos que no te permiten avanzar en tu imagen personal. Ahora la pregunta es ¿cuál es el fin de todo esto ? 

Podemos tener claro lo que no nos gusta y lo que quisiéramos cambiar pero si no sabes para qué quieres cambiarlo, será como ir a ciegas.

Para ello es indispensable ponernos metas que nos dirijan al final de nuestro trayecto, esas metas pueden ser a corto, mediano o largo plazo pero nos ayudarán a tener presente el por qué de nuestro esfuerzo.

La meta de dejar de fumar es porque quiero cuidar de mi salud y del aspecto de mis dientes, piel o uñas. Mi meta para bajar de peso es porque siempre he querido verme delgado(a) y porque ya no tengo buena salud; la meta de ser más puntual es porque quiero que se lleven una buena impresión de mí. Esos son unos ejemplos de metas  que nos motivan a lograr el cambio. ¿Qué te motiva a ti?

Estos 3 hábitos nos llevan a entender cómo nuestra imagen personal forma parte de un ciclo. Primero necesitamos tener un pensamiento o sentimiento para proyectarlo en acciones, y una motivación como causa de esas acciones, pero si no hay una motivación que nos haga pensar o sentir  no podemos actuar.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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