• Los principales tipos de vino son el tinto, el blanco, el rosado, el espumoso y los digestivos.
  • Explorar nuevos vinos puede ayudarte a ampliar tus conocimientos sobre las bebidas que puede combinar con diferentes platos.
  • Las uvas de todo el mundo dan a los vinos una gama de sabores que van desde los afrutados hasta los robles y los secos.

El ser humano lleva produciendo y disfrutando del vino desde hace mas de 8,000 años, por lo que es lógico que esta bebida a base de uva sea fácil de disfrutar y sin estrés, ¿verdad? Por desgracia, no siempre es así. La educación sobre el vino abarca una gran cantidad de información, desde los tipos de uva hasta las regiones geográficas y los perfiles de sabor.

Mientras que a algunos bebedores les encanta empaparse de los matices y detalles, otros pueden sentirse un poco abrumados cuando entran en una tienda de vinos.

Aunque la cantidad de información que puedes aprender es ilimitada, unas cuantas pautas básicas ayudarán a dirigir tu experiencia de compra y te permitirán comprar una botella que se ajuste a tus gustos y preferencias.

Por muy amplio que sea el mundo del vino, la mayoría pueden clasificarse en 5 categorías principales:

  • Tintos
  • Blancos
  • Rosados
  • Espumosos
  • Digestivos

A continuación, encontrarás un resumen de estas categorías, con un desglose de 28 variedades comunes.

Para ofrecer una visión experta, recurrimos a la sommelier Caroline Conner, de @winedinecaroline. Ella imparte cursos online para los amantes del vino, que buscan mejorar sus conocimientos y ampliar sus horizontes.

¿Por qué es importante conocer los diferentes tipos de vino?

«La mejor manera de aprender sobre los tipos de vino es abordarlo como si se tratara de aprender un idioma», dice Conner. «Puedes hacerlo tú mismo, pero sin mucha práctica en la vida real, es difícil llegar a ninguna parte». Saber lo que estás probando y por qué puede ayudarte a lo largo de tu viaje del vino de varias maneras:

  • Desarrolla tu paladar: Es posible que hayas escuchado el término «paladar», pero en realidad sólo se refiere al sentido del gusto, que puede desarrollarse simplemente probando. Cuantos más sabores experimentes, más sofisticado será tu paladar; porque entenderás como los elementos del gusto difieren entre sí y como trabajan juntos para crear sabores inolvidables.
  • Descubres el maridaje entre la comida y el vino: Ambos combinan de manera natural, y cuando descubres qué vinos saben mejor con qué platillos, podrás llevar tus comidas al siguiente nivel.
  • Obtienes una perspectiva global del vino: Aunque suene cursi, realmente se puede «viajar por el mundo» probando vinos de diferentes países, continentes y regiones. Aprender sobre el clima y las condiciones del suelo de un país en particular puede ayudarte a entender cómo los vinos de esa nación desarrollan sus sabores. Prestar atención a los maridajes habituales entre vinos y alimentos de ese país te permitirá saber cuál es la mejor manera de disfrutarlo.

Cómo hablar de vino

Dado que los sabores son tan subjetivos, es fácil descartar los términos de cata de vinos por considerarlos pretenciosos y poco útiles. Sin embargo, entender algunas frases básicas puede proporcionarte todo el vocabulario necesario para describir los vinos que te gustan —y los que no—. Para empezar, he aquí algunas palabras de uso común en el mundo del vino:

  • Seco: significa esencialmente «no dulce». Los vinos secos no contienen azúcar residual del proceso de fermentación —y si lo hacen, es en una cantidad muy baja.
  • Off-dry (no seco): presenta una pequeña cantidad de azúcar residual, lo que le da un suave dulzor. El término francés para «off-dry», «demi-sec», también se utiliza con frecuencia en las catas de vino y en las etiquetas de las botellas.
  • Dulce: Un vino dulce —también conocido como digestivo— contiene cantidades significativas de azúcar residual y tiene un dulzor pronunciado en su sabor.
  • Roble: Muchos vinos tintos y ciertos vinos blancos se someten a un proceso de envejecimiento en barricas de roble, y dichas barricas dejan un sabor a madera y tostado al vino. Cuanto más tiempo pase el vino en las barricas, más fuerte será el sabor «a roble».
  • Con cuerpo: Es un término generalmente utilizado para describir los vinos tintos, y se refiere tanto al sabor del ellos como a su textura. Son los que tienen sabores ricos y complejos, textura robusta que envuelve la boca y la lengua y un mayor contenido de alcohol.
  • Taninos: Los taninos son compuestos naturales que se encuentran en las uvas de vino (especialmente en la cáscara de dichas uvas). Estos compuestos afectan a la textura del vino en la boca; la sensación de sequedad que se puede experimentar al beber una copa de vino tinto proviene de los taninos. Estos existen tanto en los vinos blancos como en los tintos, pero los segundos se producen y envejecen con la piel de la uva todavía en contacto; esto hace que la estructura tánica de los vinos tintos tiende a ser más prominente.
  • Uva: La gran mayoría de los vinos producidos en el mundo utilizan la uva como ingrediente principal. Estas difieren de las «uvas de mesa» diseñadas para comer; suelen ser más pequeñas, más jugosas y más ácidas. La mayoría son de la especie vitis vinifera, un estilo de uva cultivado específicamente para la producción de vino. Algunos vinos llevan el nombre del estilo de uva con el que se elaboran; «Chardonnay», «Cabernet Sauvignon» y «Pinot Noir» son ejemplos de uvas que suelen dar nombre a sus vinos. Sin embargo, algunos vinos toman sus nombres de las regiones donde se producen. Los vinos franceses son especialmente notables por este patrón: «Champagne», «Burdeos» y «Borgoña» encajan en el tema de los «vinos con nombre de región».

Ahora que ya sabes los términos básicos, entremos a los vinos en sí. A continuación se presentan muchos de los estilos de vino más populares que encontrarás en tiendas y restaurantes, junto con algunas joyas infravaloradas.

Vinos tintos

tipos de vino
El Cabernet Sauvignon es un vino tinto muy popular. Getty Images.

Merlot

El merlot es una uva tinta que se cultiva en toda Europa, Sudamérica, África, Australia y Estados Unidos. Según Conner, «algunos de los mejores vinos del mundo» son Merlots. «Es jugoso, con sabor a ciruela y un poco más suave que el Cabernet, con el que se suele mezclar», dice. Resulta delicioso con tablas de jamón, verduras asadas e incluso hamburguesas con queso.

Cabernet Sauvignon

Al igual que el Merlot, puede crecer en una gran variedad de regiones, por lo que es una botella fácil de adquirir. En cuanto al sabor, el Cabernet Sauvignon tiene mucho cuerpo y es seco. «Es más grande que el Merlot y tiene muchos taninos, que son esas partículas masticables y secantes de los tintos», dice Conner. «Es muy popular y se pueden encontrar ejemplos impresionantes en todo el mundo».

Pinot Noir

«El Pinot Noir es muy apreciado porque es uno de los pocos tintos ligeros, pero con mucho sabor y complejidad», dice Conner. «Es más famoso en Borgoña, pero hay grandes Pinot por todas partes, como en Oregón, Nueva Zelanda e incluso Alemania». Pero advierte que estos vinos pueden ser bastante caros: «El Pinot es exigente y voluble, es propenso a las enfermedades y sólo prospera en determinados climas. Hay que ser un buen enólogo para sacarle el máximo partido, en cualquier condición. Por eso es tan apreciada, porque cuando es buena, es buena, y el vinicultor tomó estas uvas del lugar adecuado, las trató bien y las hizo cantar».

Syrah/Shiraz

Los vinos elaborados con esta uva tinta pueden reclamar dos nombres, dependiendo de dónde se cultiven las uvas y dónde se produzcan los vinos. En la región francesa del Valle del Rhȏne, estos vinos se llaman Syrah, pero en Australia se conocen como Shiraz. En ambos casos, se trata de un vino tinto rico y profundo, con fuertes notas de bayas oscuras y taninos elevados.

Zinfandel

Esta uva produce vinos tintos «grandes» con mucha presencia en el escenario. Las notas de fruta negra, tabaco y cuero son habituales al probar los Zinfandel. Es una uva muy popular en los viñedos de California — la mayor parte se cultiva en el Estado Dorado—, pero también se puede encontrar en Italia, Sudáfrica y Nueva Zelanda.

Gamay

La uva Gamay es quizás más conocida por ser la principal uva utilizada para elaborar el Beaujolais. Estos vinos, elaborados en Francia, son muy apreciados por su textura ligera, su alta acidez, su escaso contenido en taninos y sus brillantes sabores frutales. Cada noviembre, el primer lanzamiento de botellas de Beaujolais —conocido como «Beaujolais Nouveau»— causa un gran revuelo en el mercado del vino en todo el mundo.

Sangiovese

Si alguna vez has disfrutado de una copa de Chianti en un restaurante italiano, entonces probaste la uva Sangiovese. Esta uva de color rojo púrpura produce muchos estilos de vino en toda Italia, todos ellos notables por su cuerpo medio, taninos altos, sabores a frutas rojas y toques de especias. Si necesitas un vino para servir en una cena con salsa roja, el Sangiovese le vendrá como anillo al dedo.

Vinos blancos

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Chardonnay

«La Chardonnay es una uva verdaderamente enológica; puede hacer de todo», dice Conner. «Mucha gente cree que no le gusta porque todo lo que ha probado es el de los 90 con bomba de roble y palomitas de mantequilla de su madre. Este estilo todavía existe, pero ya no está muy de moda, así que es fácil encontrarlo con menos roble, más fruta y más equilibrio. El Chablis de Francia es una buena opción si quieres probar un Chardonnay espectacular sin roble».

Sauvignon Blanc

Esta uva blanca es famosa por elaborar vinos ligeros con una acidez limpia y un marcado carácter frutal. «La Sauvignon Blanc tiene que ver con la fruta», dice Conner. «Tiene dos estilos principales: la versión superintensa con aromas de fruta de la pasión procedente de Nueva Zelanda, y el estilo francés más herbáceo de Sancerre. También hay grandes Sauvignon Blanc de Chile y Estados Unidos».

Riesling

Las uvas blancas suelen ser más fáciles de cultivar en climas más fríos que las tintas, y la Riesling, originaria de Alemania, es un ejemplo excelente. Su vino es muy versátil; puede ser dulce, seco, tranquilo, espumoso y cualquier cosa intermedia. Sus sabores afrutados y florales combinan bien con carnes blancas, pescados y todo lo que sea picante.

Pinot Grigio/Pinot Gris

Conocida como Pinot Grigio en Italia y Pinot Gris en Francia, esta uva blanca da lugar a un vino muy accesible y popular, con notas cítricas, una acidez enérgica y un agradable trasfondo de mineralidad. Junto a un plato de mariscos fresco o una tabla de quesos, realmente brilla.

Gewürztraminer

La uva Gewürztraminer es originaria de Alemania, y los vinos que se elaboran con ella tienden a presentar sabores frutales como el durazno y la pera, junto con notas herbáceas. En Estados Unidos, la Gewürztraminer es especialmente popular en Acción de Gracias, ya que sus suaves aromas combinan a la perfección con el pavo, el relleno y todos los ingredientes.

Chenin Blanc

La uva Chenin Blanc, que se cultiva comúnmente en el Valle del Loira en Francia y en Sudáfrica, se traduce en un vino blanco de cuerpo ligero, ácido y fácil de combinar con varios platillos. Pruébalo con quesos suaves de leche de vaca, como el brie, o con verduras asadas o a la parrilla.

Albariño

Si te gusta el Sauvignon Blanc pero quieres un vino blanco con más presencia de fruta, el Albariño, un estilo de vino originario de España, podría ser perfecto para ti. Este es un blanco de cuerpo medio, lo que significa que funciona muy bien como vino de mesa. Acompáñalo con mariscos, carne blanca o una ensalada de entrada.

Rosados

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En contra de la creencia popular, la mayoría de los vinos rosados no se elaboran combinando jugo de uva blanca con jugo de uva tinta. Se elaboran retirando la piel de las uvas tintas tras un breve periodo de tiempo, lo que da como resultado un vino ligero, refrescante y de un bonito tono rosado.

Rosado provenzal

Algunos rosados se elaboran con un solo tipo de uva tinta, pero muchos —como los populares y súper refrescantes rosados de color rosa pálido procedentes de la Provenza (Francia)— proceden de una mezcla de uvas. Conner nos insta a aceptar los vinos de mezcla, como los rosados de Provenza: «Creo que las mezclas están infravaloradas», dice. «Muchos de los vinos europeos más famosos son mezclas, ¡y son mucho mejores! Las mezclas forman parte del arte de la elaboración del vino y con el cambio climático que perturba los viñedos, seguirán siendo importantes para conseguir vinos equilibrados.»

Zinfandel Rosé

Los rosados de Zinfandel tuvieron mala fama durante muchos años debido a la percepción de que el «Zinfandel blanco» era demasiado dulce y no tenía demasiados matices. Sin embargo, ahora se pueden encontrar muchos de calidad en el mercado; y varios presentan un delicado dulzor que los convierte en un gran compañero del BBQ o del salmón a la parrilla.

Grenache Rosé

Es una de las uvas más utilizadas en la mezcla de rosados provenzales, pero también se pueden encontrar rosados elaborados únicamente con esta uva tinta. Desprenden sabores frutales veraniegos, como la fresa y la sandía, y resultan deliciosos con ensaladas Caprese, berenjenas a la parrilla y platillos mediterráneos.

Sangiovese Rosé

El vino «rosado» italiano suele proceder de la uva Sangiovese, lo que da a esta variedad un tono más oscuro que el de algunos competidores; y la convierte en un vino robusto y especiado con mucho sabor a fruta roja. No hay mejor compañero para el Sangiovese rosado que la pizza —especialmente la pizza a la parrilla.

Tempranillo rosado

El Tempranillo español tiene una cualidad casi salada, lo que da a este rosado de cuerpo medio, una ventaja en lo que respecta a la compatibilidad con la comida. Disfrútalo con cualquier cosa, desde carnes a la parrilla hasta tacos y mariscos.

Vinos espumosos

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Champán

Algunos bebedores utilizan el término «Champagne» para referirse al «vino espumoso», pero los únicos vinos que realmente pueden llevar este nombre deben producirse en la región francesa de Champagne con uvas cultivadas allí. Se pueden utilizar uvas blancas para hacer un champán (llamado «blanc des blancs») o uvas rojas (un «blanc des noir»), pero de cualquier manera, se obtendrá una botella deliciosa llena de notas cítricas, un poco de levadura y una efervescencia prominente.

Crémant

No todos los vinos espumosos producidos en Francia entran en la categoría de Champagne. Si un vino se elabora con las mismas técnicas, pero no es de la región, se conoce como Crémant. Estos presentan muchas de las mismas características de sabor que el Champagne, pero pueden adquirirse a un precio mucho más bajo, lo que los convierte en una de las mejores ofertas del mundo del vino.

Prosecco

Estos vinos espumosos de Venecia, ocupan ahora una parte importante del mercado del vino; son brillantes, crujientes, frescos y tienen un precio muy razonable. Acompáñalo con una tabla de quesos y embutidos para empezar una velada divertida.

Cava

El cava, el vino espumoso más asociado a España, utiliza el mismo proceso de producción que el champán, pero se elabora con una gama diferente de uvas. El resultado es un vino seco y vivo con una agradable mineralidad, un sabor casi a pedernal que proviene del suelo donde se cultivan las uvas. De hecho, esta mineralidad hace que el cava sea una opción de maridaje inteligente para los platos cremosos y las salsas, ya que el vino tiene suficiente fortaleza para cortar esos ingredientes más pesados.

Lambrusco

Todos los espumosos mencionados anteriormente son blancos, incluso los champagnes que se elaboran con uvas tintas. Pero también se pueden encontrar tintos espumosos, un gran ejemplo de los cuales es el Lambrusco. Procede de Italia y se elabora con las uvas del mismo nombre. Puede ser dulce o seco, pero todas las versiones tienen un cuerpo relativamente ligero y una potente efervescencia que lo convierte en una opción adecuada para una noche de pizza o pasta.

Vinos digestivos

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Oporto

Uno de los vinos dulces más populares del mercado, el Oporto toma su nombre de su país de origen, Portugal. Se trata de un digestivo, lo que significa que se le añade un destilado que aumenta su contenido de alcohol. Se presenta en cuatro variedades diferentes: Ruby (un Oporto tinto), Tawny (envejecido en barrica), White (elaborado con uvas blancas) y Rosé (elaborado de la misma forma que un vino rosado típico). Los quesos fuertes, el BBQ con un glaseado más dulce y los postres combinan perfectamente con el Oporto.

Jerez

Procede de la región española de Andalucía y, aunque todos los vinos de Jerez se someten a un cierto nivel de envejecimiento, las versiones más oscuras pasan más tiempo en barrica que las versiones más ligeras. El jerez puede ser más seco que otros vinos digestivos, lo que le confiere una mayor flexibilidad alimentaria. Funciona tan bien con un aperitivo como con un postre.

Madeira

Es un vino fortificado procedente de una isla portuguesa situada frente a la costa de África, guarda muchas similitudes con el Oporto y el Jerez. Suele tener sabores a nuez y un toque de caramelo, junto con notas frutales como la naranja y el durazno.

Moscato

El Moscato, un vino dulce italiano elaborado a partir de la uva Muscat Blanc, puede ser tranquilo, espumoso o semiespumoso —con un nivel más ligero de efervescencia—. El más popular, conocido como Moscato d’Asti, pertenece a esta última categoría. El dulzor pronunciado pero no abrumador del Moscato le permite maridar muy bien con platos picantes, quesos salados y postres a base de frutas.

Lo que hay que saber

Al fin y al cabo, un «buen vino» es cualquier vino que te guste. No es necesario gastar mucho para disfrutar de una gran experiencia de degustación; pero un poco de conocimiento te ayudará a simplificar tus compras y aumentará las posibilidades de comprar un vino que disfrutes.

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