Más de la mitad de los empleadores en México cerrarán el año con contrataciones, aunque con cierta cautela, pues la empleabilidad en el país sigue marcada por la informalidad y un elevado índice de inflación; elementos que de manera persistente frenan la creación de puestos de trabajo formales, de acuerdo con lo informado por ManpowerGroup, en la presentación de la Encuesta de Expectativas de Empleo (EOS), del cuarto trimestre de 2022, que corresponde al período de octubre a diciembre.
53% de los empresarios en el país señaló que planea aumentar sus requerimientos de talento, el 13% los disminuirá y el 31% no espera hacer cambios, de acuerdo con la encuesta entre más de 3,000 empresarios en México, los cuales reportaron una tendencia neta de 40% después de hacer ajustes estacionales. Cabe destacar que esta tendencia está ocho puntos porcentuales por debajo comparada con el trimestre anterior.
“Este 2022 puede cerrar con apróximadamente 630,000 puestos de trabajo, pero son 115,000 menos que el año anterior”, aseveró Héctor Márquez, director de Relaciones Institucionales para ManpowerGroup.
Hay cambios estructurales importantes para revertir este escenario y que haya más empleo formal, por ejemplo generar incentivos fiscales que ayuden a los informales a transitar a trabajos con prestaciones sociales, comenta.
Es cierto que agosto pasado, y este año, ha sido uno de los más activos en la creación de empleo. Sin embargo, es difícil dejar fuera del radar las razones por las que se presenta este repunte, una de éstas es el ‘peso’ que tienen los empleos eventuales: los factores estacionales —como los puestos de trabajo en el verano o en temporada de fiestas decembrinas— impulsan al mercado laboral y el reto es que esos puestos se mantengan y se conviertan en formales.
“Sabemos que cada año ingresan a la informalidad alrededor de 1.8 millones de mexicanos, más un estimado de inflación de 10%”, esto por supuesto no ayuda al pleno empleo, ni tampoco a tener mejores salarios”, acota el también presidente de la Asociación Mexicana de Empresas en Capital Humano.
¿Dónde se crearán fuentes de empleo?
Las expectativas de contratación están lideradas por sectores como TI, Tecnología, Telecomunicaciones; Restaurantes y Hoteles con 46% para finales de 2022, de acuerdo con los datos presentados por la firma de capital humano.
Los resultados en otros sectores como Manufactura son 44%, seguido de Banca, Finanzas, Construcción, Comercio Mayorista y Minorista reportando 43% mientras que Educación, Salud, Trabajo Social y Gobierno reportan las expectativas más bajas para este período (27%).
Esta evaluación también reporta las regiones que serán más proactivas respecto a expecttia de empleo, que para este trimestre serán Noroeste (51%) y Noreste (43%). Las regiones del Sureste y Norte presentan una tendencia ajustada al promedio nacional del 40%, y las expectativas más débiles se reportan en en el Occidente del país (38%), Ciudad de México (37%) y Centro (36%).
Los empleadores de las cuatro categorías por tamaño de empresa esperan seguir captando talento en el último trimestre del 2022. Las grandes organizaciones y medianas reportan una expectativa de atracción de talento de 44%, seguido por las pequeñas empresas con 35%, mientras 33% de los empleadores en microempresas abrirán oportunidades laborales en lo que resta del año.
En la presentación de este informe, conceptos como informalidad, tasa de interés y salarios disminuidos fueron marco de referencia para entender cómo y por qué cerrará México el año en ciertas condiciones de empleo. Solo podría agregar que como país el otro gran reto es no perder de vista los trabajos eventuales, porque este modelo se ha vuelto una captación de talento enfocado a la formalidad.
¿Qué hace falta para capitalizarlo? No descubro el hilo negro, pero hay que matizar en lo que respecta a invertir esfuerzos en políticas públicas que apoyen actividades productivas, incentivar el crecimiento económico per capita, brindar seguridad jurídica a las inversiones, fortalecer las instituciones financieras y un largo etcétera, que atañe a las autoridades, el sector privado y, desde luego, un sistema educativo y de actualización enfocado en preparar los perfiles híbridos que el mercado demanda.
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