• El trabajo remoto, el crecimiento del e-commerce y la consolidación de la automatización en muchas industrias, serán parte del futuro laboral, dijo Alberto Saracho.
  • El  Socio en McKinsey & Company México consideró que la recuperación de la industria de viajes de negocios será larga y desigual.
  • Agregó que las empresas pondrán mayor énfasis en retener al talento que haya desarrollado las habilidades necesarias tras la pandemia por Covid-19.

Desde hace ya varios años, distintas voces hemos venido hablando de los cambios que sufriría el trabajo. Desde la incorporación de la automatización y la analítica avanzada, así como la integración comercial y la impresión 3D se mencionaban como su causa. No obstante que eso sigue siendo vigente, nada ha tenido el impacto inmediato y sostenido que ha tenido el Covid-19 en el empleo.

Prácticamente de forma inmediata, la pandemia hizo que los empleados y trabajadores en todo el mundo tuvieran retos más grandes, más críticos y sustancialmente más desafiantes –sea un trabajador en una obra o un ejecutivo en una oficina–.

En unas cuantas semanas, la crisis sanitaria aceleró tendencias inimaginables como el trabajo remoto, impulsó el comercio electrónico y consolidó la automatización en muchas industrias. Estos nuevos escenarios aumentaron la posibilidad de que colaboradores de las empresas necesiten cambiar de puestos (hasta en un 25% en comparación con estimaciones de McKinsey previas a la pandemia), al mismo tiempo que más de un millón a nivel global (o sea, uno de cada 16), necesitará transitar a nuevas ocupaciones laborales.

En un país como Mexico, inclusive con crisis mundiales de esta dimensión, la cultura está tan arraigada que se cree complicadísimo cambiar estructuras que tienen existiendo por décadas y que van contra ideas muy sólidas, tales como asociar la productividad con la presencia física en el lugar de trabajo.

Sin embargo, esta ocasión es distinta a las demás, ya que la situación sanitaria y de riesgo para la salud y el bienestar de las personas se impone y no hay mucha opción para decidir cambiar el modelo.

Por lo mismo, la capacitación del personal y el llamado reentrenamiento (comúnmente conocido como re-skilling) será día con día más importante pero más difícil de ejecutar, debido a que también las tecnologías existentes y los procesos corporativos se tuvieron que adaptar a una crisis pandémica.

¿Cuáles son las tendencias del trabajo después del Covid-19?

En el más reciente reporte de McKinsey sobre el futuro del trabajo pospandemia, planteamos que persistirán algunas tendencias ya que han probado ser convenientes y eficientes:

1. El trabajo remoto llegó para quedarse

Las economías de los países avanzados demostraron que el 25% de su fuerza laboral puede trabajar de forma remota más de tres días a la semana; sobre todo, en el caso de los empleados con niveles altos de educación ya que tienen un potencial mayor de hacer home office (hasta un 80%).

Esto, por supuesto, tuvo efectos en las cadenas de trabajo, así como en las rentas de inmuebles de oficina: las tasas de disponibilidad de oficinas aumentaron en las principales ciudades en 2020 (91% en San Francisco, 32% en Londres, 27% en Berlín), y lo mismo le pasó en los alquileres residenciales: disminuyeron 30% en la ciudad de Nueva York, pero aumentaron 15% en suburbios aledaños, como el condado de Madison.

2. Los canales digitales aumentaron hasta cinco veces

Gracias al comercio electrónico y a las juntas por videollamada, el crecimiento de las plataformas online en el último año y medio fue similar al del último lustro.

Estos canales llegaron para quedarse y no hay posibilidad de que desaparezcan: nuestra encuesta de noviembre de 2020 afirma que 56% de los consumidores de ocho países desarrollados tienen la intención de continuar con compras en línea de comestibles, incluso una vez que terminen las restricciones, esto también se refleja en México.

3. La automatización va a mil revoluciones por minuto

Durante las recesiones pasadas (2008, por ejemplo), la inversión en la automatización cayó, pero repuntó a un ritmo más rápido durante la recuperación.

Esta vez es diferente: el 68% de los ejecutivos (encuesta de McKinsey en julio de 2020) dijo que la automatización se aceleró durante la pandemia para reducir la densidad en las fábricas (por ejemplo, en la empresa alimenticia Tyson), hacer frente a la variabilidad de la demanda (United Airlines), proporcionar experiencias de usuario sin contacto (Walmart), y mejorar la velocidad y eficiencia (la farmacéutica Lilly).

4. ¿Viaje de negocio en puerta? Ya no será como antes

Parece que, para la industria de los viajes, la luz al final del túnel está a la vista, pero no de la manera más optimista. En 2020, los viajes de negocios se contrajeron 52% a nivel global y 71% en Estados Unidos –en su momento proyectamos que el camino hacia la recuperación sería largo y desigual–. ¿Qué podemos decir ahora? Las pruebas lo confirman: hoy en día esperamos una reducción del 20% en los gastos en viajes corporativos para 2023.

5. ¿Cómo lograr el éxito deseado en el trabajo? Talento es la palabra clave

¿Pueden las empresas aprovechar la misma flexibilidad y adaptabilidad que encontraron durante la pandemia para definir el futuro del trabajo de manera más benéfica y productiva? Sí, si nos concentramos en el talento.

Para seguir con este ritmo de crecimiento, las empresas mexicanas pueden evaluar quiénes de sus miembros pueden seguir trabajando de manera remota y centrarse en tareas, en lugar de trabajos (como lo hace Microsoft o JP Morgan).

Además, pueden centrarse en la constante capacitación de sus miembros (al estilo Walmart o Amazon). Para atraer más talento apto a las nuevas tecnologías, durante el proceso de contratación pueden hacer hincapié en las habilidades y no tanto en los títulos universitarios (IBM, Google y Hilton eliminaron en muchos casos requisitos académicos de sus ofertas de trabajo).

Asimismo, los líderes de las industrias podrían sumarse a los gobiernos, sobre todo a niveles locales, para que expandan la infraestructura digital y más personas puedan acceder a la digitalización.

De esta manera, también las empresas mexicanas pueden enfrentar mejor los retos locales y globales de crecimiento ante un futuro que puede cambiar de la noche a la mañana, pero que seguramente será digital y con alto enfoque en el capital humano. Este es el futuro del trabajo, uno en donde la digitalización y el talento reinan.

*Alberto Saracho es Socio en McKinsey & Company México. Previo a su llegada a la consultoría cofundó tres organizaciones: Fundación IDEA, C230 Consultores, e Intelemétrica.

Alberto tiene un título de posgrado en Políticas Públicas de la Escuela Kennedy de Harvard y es licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad Iberoamericana de México.

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