• Exponerse a sustancias como el tabaco puede provocar cambios transmitidos de forma generacional.
  • Las mujeres cuyos abuelos comenzaron a fumar a una edad precoz tienden a tener más grasa corporal.
  • Este efecto no se observó en descendientes masculinos.

El consumo de tabaco está vinculado a bronquitis crónicas, cáncer de pulmón, enfisema, úlceras gastrointestinales, accidentes cerebrovasculares y enfermedades coronarias. Sin embargo, además de afectar a la propia persona, fumar podría provocar que generaciones venideras de una familia tengan más grasa corporal.

Datos del estudio Children of the 90 revelaron que las mujeres cuyos abuelos comenzaron a fumar jóvenes tienden a tener más grasa corporal. Trabajos anteriores concluyeron que cuando un padre comenzaba a fumar antes de la pubertad, sus hijos tenían más grasa corporal de lo esperado.

Según The Guardian, este informe de la Universidad de Bristol revela ahora otro dato. Enfatizó la mayor cantidad de grasa corporal en las mujeres cuyos abuelos se iniciaron en el tabaquismo antes de los 13 años. Estos efectos no se observaron en descendientes masculinos.

El consumo de determinadas sustancias incide en generaciones posteriores

El principal dato que se extrae de este trabajo —que aún precisa más investigación— es que determinadas sustancias pueden conllevar cambios transmitidos a lo largo de las generaciones.

La profundidad de los datos intergeneracionales del estudio permitió ahondar en esta conclusión. Se realizó a 14,000 mujeres embarazadas, así como sus hijos. A medida que los niños comienzan a tener sus propios hijos, los científicos puedieron recopilar información sobre las treas generaciones, obteniendo una completa radiografía.

En el informe, publicado en la revista Scientific Reports, los investigadores analizaron datos sobre las experiencias de fumar de abuelos y bisabuelos.

«La exposición de un niño en la pubertad podría tener un efecto en las generaciones venideras», afirma Jean Golding, fundadora de Children of the 90s.

«Además, una de las razones por las que un niño tiene sobrepeso puede no tener tanto que ver con su dieta y ejercicio actuales, sino con el estilo de vida de sus antepasados o la persistencia de factores asociados a lo largo de los años», recalca.

La autora menciona experimentos previos en animales que han constatado que la exposición de los machos a ciertas sustancias químicas antes de la reproducción puede desencadenar consecuencias en sus crías.

«Hay muchísimo más por descubrir», apostilla Golding.

Evidencias anteriores

Fumar grasa corporal | Business Insider Mexico
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Gracias a este amplio estudio, 20 años atrás se descubrió que las mujeres que comen pescado graso durante el embarazo, rico en sustancias como los ácidos grasos omega-3, tienen hijos con una vista más aguda, recoge la BBC.

Otra investigación hecha en 2013 concluyó tras estudiar muestras de orina y registros detallados de la dieta, que la deficiencia de yodo en el embarazo puede tener un efecto adverso en el desarrollo mental de los niños.

Estudios de interés relacionados con los datos de Children of the 90s también vincularon la alergia al cacahuete con la crema para la piel que contiene este fruto seco. También determinaron que la predisposición genética a la diabetes tipo 2 puede detectarse en niños de hasta ocho años.

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