• En películas de acción como Fast X, es común ver que los autos exploten después de chocar.
  • Sin embargo, es poco probable que esto pase en la vida real porque los tanques de combustible son más seguros de lo que crees.
  • Cuando un auto choca y derrama gasolina líquida, esta puede incendiarse, pero no explotar.
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Los autos que explotan pueden ser entretenidos de ver en películas de acción. Sin embargo, los vehículos que se convierten en bolas de fuego cuando chocan o caen por la ladera de una montaña es uno de los tropos cinematográficos más comunes y científicamente absurdos.

Con el lanzamiento de Fast X, la nueva película de la franquicia de Fast & Furious, es hora de desmentir el mito de que los coches explotan.

Los autos nunca explotan en estas circunstancias y rara vez se incendian, a menos que hayas tenido la mala suerte de conducir un Ford Pinto o un Chevrolet Malibu en la década de 1970. Ambos fabricantes tomaron atajos en el proceso de producción y el resultado fueron tanques de combustible mal diseñados que eran vulnerables a incendiarse, a menudo atrapando a los pasajeros en su interior.

Incluso cuando el piloto de carreras Romain Grosjean se estrelló a caso 230 kilómetros por hora en el GP de Baréin 2020 de la Fórmula 1 (F1), su vehículo se incendió, pero no explotó.

El vapor de gasolina solo es explosivo en el aire (que es 20% de oxígeno) y cuando está bajo presión. La gasolina líquida no es explosiva, pero el vapor puede incendiarse. 

El vapor puede escapar del tanque de combustible cuando desenroscas la tapa. Sin embargo, los tanques tienen un sistema en el que se alivia la presión sin ventilar el vapor. Un tanque de combustible lleno es más seguro de lo que piensas, ya que no hay aire en su interior y, por lo tanto, tampoco oxígeno.

De hecho, la gasolina líquida puede ser difícil de encender, incluso cuando entra en contacto con una llama.

¿Qué necesita una explosión?

Las explosiones normalmente son causadas por una reacción en la que uno o más sólidos o líquidos reaccionan y producen una cantidad correspondiente de gas.

Un gas ocupa mucho más espacio (800 veces el volumen de líquido o sólido) que la cantidad equivalente de sólido o líquido. La fuerza generada por el gas en rápida expansión crea la explosión.

La metralla se agrega a las armas explosivas de guerra, que es impulsada por el gas en expansión.

La gasolina no detona por sí sola, pero explota con oxígeno cuando está en forma de gas, está lo suficientemente caliente (alrededor de 257℃) y en presencia de una llama o chispa.

Imagina ver a alguien en un día caluroso llenando su auto. A menudo, verás un efecto brillante cerca del llenado del tanque. Esto es vapor de gasolina. La señal “no fumar” en las gasolineras trata de eliminar uno de los tres requisitos para que la gasolina se incendie.

La gasolina es un compuesto de alta energía. Estos compuestos liberan mucha energía cuando reaccionan con otras sustancias. Cuando la gasolina entra en contacto con el oxígeno y se quema, produce compuestos de baja energía (agua y CO₂). La diferencia de energía entre esos compuestos se ve y se escucha como sonido, calor, luz y fuerza expansiva.

Para que la gasolina explote (en lugar de quemarse), debe estar bajo presión, en forma de gas, y tener suficiente oxígeno y una fuente de energía externa, como una chispa o una llama, para iniciar la reacción.

Autos que explotan

En el motor de un automóvil, la explosión tiene lugar en un cilindro. El pistón comprime la mezcla de aire y gasolina para crear las condiciones de alta presión necesarias para una explosión. 

Cuando un gas se comprime, se calienta. Es por eso que la punta de una bomba de bicicleta se calienta cuando inflas las llantas. A medida que el pistón comprime la mezcla de aire y combustible, la presión y la temperatura aumentan.

La bujía proporciona la pequeña cantidad de energía necesaria para que se produzca la reacción. Este proceso ocurre varias miles de veces por minuto en los motores de los autos.

La gasolina y el diesel solo pueden explotar cuando están bajo presión y se mezclan con aire. En el caso de la gasolina, se les agrega una pequeña cantidad de energía en forma de chispa o llama. 

Los motores presurizan la mezcla del aire y el combustible en el cilindro. Así producen pequeñas explosiones confinadas que hacen girar un cigüeñal y mueven las ruedas.

El diésel es menos inflamable. Los motores diésel utilizan un combustible con un punto de ebullición más alto que se quema espontáneamente bajo presión, razón por la que los motores diésel no necesitan bujías. 

Los motores diésel también tienen un ciclo más lento en comparación con los de gasolina, por lo que duran más y ofrecen una mayor economía de combustible.

Cuando los autos chocan, las líneas de combustible a menudo se rompen y la gasolina se derrama sobre un motor caliente. La gasolina líquida puede incendiarse en presencia de aire, pero no puede explotar porque no está bajo presión y está en fase líquida, en lugar de vapor.

En un accidente automovilístico, el diesel o la gasolina pueden incendiarse ocasionalmente. Sin embargo, no existe un mecanismo para crear las altas presiones necesarias para que exploten.

Este artículo se publicó originalmente en inglés.

*The Conversation es una fuente independiente y sin fines de lucro de noticias, análisis y comentarios de expertos académicos.

*Hal Sosabowski es profesor de comprensión pública de la ciencia en la Universidad de Brighton

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