- Regiones como la península de Yucatán son importadoras netas de energía por falta de infraestructura como gasoductos.
- Mientras que del otro lado del país, en Baja California Sur, es una región totalmente aislada, con una infraestructura costosa.
- Esta disparidad que se acentúa por la falta de inversión, podría generar nuevos apagones por la reactivación económica o por ondas de calor.
Una falta de inversión tanto en líneas de transmisión, como en generación de energía —en algunos casos renovable— ponen en riesgo a distintas zonas del país de sufrir apagones eléctricos, advirtió Roxana Muñoz, analista de Moody’s, en una conferencia organizada por esta agencia de calificación crediticia.
A finales del año pasado, se experimentó un apagón eléctrico en el centro, noreste y occidente del país, lo que afectó a más de 10 millones de habitantes en el país. Instituciones como el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) incluso han informado sobre distorsiones en los resultados financieros de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) lo que ocasiona problemas financieros que impiden una adecuada distribución de recursos para inversión.
Roxana Muñoz advirtió que existe un riesgo de que la falta de líneas de transmisión y de infraestructura de generación en ciertas regiones, se conjugue con un aumento en la demanda y «se siga estresando el sistema». Esto puede estar próximo a ocurrir debido a la recuperación económica, o que con un choque de calor; la gente aumentaría sustancialmente el consumo de sus hogares para utilizar el aire acondicionado.
Península de Yucatán, sin infraestructura suficiente
En regiones como la península de Yucatán, no se genera suficiente electricidad. Esta es una región importadora neta de energía. «Ya sea por falta de gasoductos que no llevan el gas para construir plantas de generación nuevas o porque no hay energía renovable. Puede haber muchas razones, que se resumen en falta de inversión», advirtió la experta.
«Entonces al importar la energía requieres tener una buena red de transmisión que pueda cubrir la demanda. Yucatán solo tiene un corredor que está ya casi al límite o más bien que ya está al límite. Y cualquier problema con esta red puede causar desabasto y por ende apagones», añadió.
En cuanto a la generación de electricidad, esta se encuentra concentrada en ciertas zonas del país. Además, otras regiones se encuentran básicamente aisladas, lo que les impide aprovechar la generación de energía en otras zonas del país, según la experta.
Esta concentración se da en el caso de ciertas energías renovables que solo se pueden dar en ciertas zonas, como es el caso de los generadores eólicos en Oaxaca; o la energía solar, tiene un potencial mucho mayor en el norte de México.
«En Oaxaca, donde si hay disponibilidad de energía, que de hecho es energía limpia lo cual podría ayudar a cubrir el diferencial entre oferta y demanda de la península de Yucatán. Sin embargo no están conectados, no hay una línea de transmisión disponible para poder hacerlo», explicó la analista de Moody’s.
Y del otro lado del país, infraestructura costosa
Del otro lado del país, en Baja California Sur, la problemática es diferente. Se encuentra aislada totalmente. No está conectada al sistema nacional eléctrico. «Ahí lo que se requiere es generación para evitar los apagones para poder cubrir la demanda».
«Yo creo que es un indicador, que me parece muy relevante para poder reflejar bien la diferencia de infraestructura disponible, en cada una de las regiones, es el de los precios marginales locales del mercado eléctrico mayorista», agregó Muñoz.
El costo es significativamente mayor el BCS, lo que refleja el costo de la infraestructura disponible, como menciona la especialista. En BCS, el costo del megawatt/hora es de 5,900 pesos. En tanto que el precio promedio peninsular fue de 1,400 pesos. Mientras que el precio en el noreste es de solo 800 pesos.
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