- Los fabricantes de memorias RAM y de almacenamiento para dispositivos viven un momento complicado por el descenso global de ventas de dispositivos electrónicos.
- Después de aumentar su capacidad por la escasez de semiconductores, ahora tienen exceso de inventario y sus resultados se resienten.
- En general, se espera que los fabricantes de memorias tengan pérdidas operativas de 5,000 millones de dólares en 2023.
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Diversas industrias (desde la automotriz hasta la de los videojuegos) se han visto afectadas la escasez de semiconductores de principios de 2020; sin embargo, pocos imaginaban que el fin de esta crisis significaría el inicio de otra: la de exceso de inventario.
Actualmente los principales fabricantes de semiconductores se enfrentan a un exceso de inventario de componentes como las unidades de memoria y de almacenamiento, como reporta Bloomberg.
La nueva modalidad de crisis de semiconductores está afectando a marcas líderes en el sector como Micron Technology y SK Hynix, que rebajaron notablemente sus ingresos en la segunda mitad de 2022.
Samsung es la primera marca en cuota de mercado actualmente; sin embargo, ya sufrió por sus memorias RAM y de almacenamiento en el tercer trimestre —su unidad de componentes y memorias bajó 14% sus ingresos— y espera que se resienta de nuevo cuando presente esta semana sus resultados económicos del último trimestre de 2022.
El exceso de inventario está provocando pérdidas relevantes para los fabricantes de memorias
En general, se espera que los fabricantes de memorias tengan pérdidas operativas de 5,000 millones de dólares (mdd) en 2023. Gran parte de estas pérdidas se debe al exceso de inventario.
Con la escasez de años anteriores, las marcas aumentaron notablemente su capacidad de producción, ya que no eran capaces de satisfacer una demanda creciente por las necesidades del teletrabajo durante la pandemia.
Las fuentes de Bloomberg estiman que la producción llegó a triplicarse en 2022 con respecto al año anterior, llegando a sus cifras históricas más altas.
Ahora, las ventas de dispositivos como smartphones y ordenadores han bajado de forma notable, con descensos interanuales de 17% en los móviles y 16% en PC, según los datos más recientes de Canalys. La inflación, la subida de tipos y la guerra de Ucrania están entre las causas del desplome.
Esta realidad ha hecho que los fabricantes de dispositivos encarguen menos de estos componentes. También ha derivado en que los productores se encuentren con el suministro de tres o cuatro meses atascado en sus almacenes.
Esto supone un contratiempo importante en un sector que lleva un tiempo intentando sobreponerse a un problema crónico: la fuerte inestabilidad en la demanda de componentes y la dificultad de ajustar el suministro.
Aunque los productores esperaban poder predecir sus ingresos de manera más precisa gracias a una gestión de la demanda más organizada y la llegada de nuevos mercados para sus productos —como el 5G y la nube— la realidad ha derrumbado sus planes.
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